La Tecla
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"Cuando estuvimos en el gobierno desplegamos miles de gendarmes en la provincia de Buenos Aires. Todavía no sé por qué no podemos volver a hacer lo mismo" fue la frase que utilizó la vicepresidenta de la Nación para solicitar el retorno de la Gendarmería a las calles del Conurbano bonaerense para combatir el delito. A partir de allí, comenzaron a surgir los posicionamientos dentro de la política nacional y provincial.
Lógicamente, el primero que se puso contra la ex Jefa de Estado y recogió el guante fue el propio ministro de Seguridad nacional, Aníbal Fernández, quién le dejó en claro que “las cuatro fuerzas federales no son conducidas ‘per se’, son conducidas por un civil y ese civil soy yo”. Obviamente, a uno de los hombre más firmes dentro del ‘albertismo’, no le gustaron para nada estas declaraciones y decidió marcarle la cancha ante los micrófonos.
“Lo que dice Cristina no es verdad. Esas decisiones las tomamos nosotros y las ejecutan los profesionales. Lo que hacen en la Patagonia está pensado y diagramado” amplió la “Morsa”, tratando de explicar las decisiones que se toman.
Quien también se refirió a la iniciativa de la Vicepresidenta fue el ministro de seguridad bonaerense, Sergio Berni: "Lo que escuche ayer sobre la seguridad es música para mis oídos no se puede tapar el sol con las manos, uno habla entendiendo lo que es el Conurbano. hacemos investigaciones para entender lo que pasa", manifestó el funcionario en declaraciones a Radio 10, expresando su cercanía en cuanto a la posición de CFK.
Lo cierto es que el tema quedó instalado en la agenda de los funcionarios nacionales, provinciales y hasta locales, ya que el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, expresó en sus redes sociales que “sería bueno que hable con el Presidente y se lo proponga”, en alusión a este despliegue de militares en el Conurbano.
Con los posicionamientos definidos y a la espera del retorno de Alberto Fernández a nuestro país, el rumbo de la conducción en materia de seguridad nacional entró en una turbulencia que podría tener consecuencias, ya que Aníbal Fernández y CFK mostraron sus diferencias respecto a un área tan sensible y preocupante para los argentinos. Habrá que aguardar los próximos movimientos y declaraciones de una interna que parece estar cerca de un desenlace caótico.