En tiempos en los que la macroeconomía pulveriza el poder adquisitivo de la población producto de una inflación desbocada, tanto desde la Gobernación bonaerense como los intendentes del oficialismo apelan a la ingeniería para desmalezar el camino hacia 2023. La pelea por conseguir recursos sumado a cómo, dónde y cuándo volcarlos a los distritos tensiona las discusiones. El estado de alerta predomina en el Frente de Todos (FdT).

El bloque de los jefes políticos de la Primera y Tercera Sección electoral del peronismo busca sumar músculo en medio de los pedidos encarecidos por obtener fondos y ya planifican otro encuentro para la semana próxima. Las visitas por despachos provinciales y nacionales marcan el termómetro de las necesidades que presentan. Un síntoma claro de esto es que -en plena guerra interna- mantienen reuniones tanto con el gobernador, Axel Kicillof, como con el presidente, Alberto Fernández.

En cuanto a la situación en la provincia de Buenos Aires, la relación entre los alcaldes y el mandatario bonaerense se encuentra en la temporada alta de discusiones intensas. A diferencia de otros momentos en los que el agua corre armoniosamente, ahora la corriente arrastra sedimentos. “Nada fuera de lo normal”, plantean en reiteradas ocasiones desde Calle 6.

Si bien el diagnóstico sobre la coyuntura actual es compartido en líneas generales por las diferentes tribus oficialistas, los cruces comienzan a la hora de proyectar qué tipo de soluciones encarar. “La macro no la podemos arreglar desde la Provincia ni los municipios, por eso necesitamos recursos para que la gente vea algunas respuestas nuestras con obras”, comentó un jefe comunal del Conurbano a La Tecla.

Consultado sobre cómo vienen las charlas con Kicillof en torno a la distribución de recursos, respondió con una risa amena: “Le dicen 'pato pichón' porque es difícil de pelarlo”. El particular apodo hizo alusión a la existencia de criterios diferentes a la hora de direccionar y ejecutar proyectos.

En ese sentido, se encargó de resaltar que “nunca tuvimos tantas obras en marcha en la Provincia” y destacó el “espíritu federalista” del Gobernador. Seguidamente, a modo socarrón, contó que “a veces le decimos que nos dé más obras a nosotros y no tantas a los de la oposición”.

Por su parte, un cacique del massismo se mostró sumamente preocupado por el contexto y, a modo reflexivo, expresó a este medio: “Si no mejoramos de manera contundente los aspectos de gestión que la gente nos reclama y solo nos paramos en la rosca, en el mejor de los casos vamos a poder elegir el color del cajón político”.

“La gente espera de nosotros eficiencia en la gestión en todas las líneas de Gobierno”, afirmó y añadió que “de esta manera seremos competitivos en la próxima elección cualquiera sea el candidato. Caso contrario, no habrá ningún candidato o candidata que pueda asegurarnos una victoria y dejaremos a la Argentina expuesta a un proyecto que le va a volver a generar un daño inmenso”.

Mientras tanto, desde la Gobernación sostienen su postura y afirman que escuchan todos los pedidos de los intendentes para brindar las respuestas adecuadas al respecto. Al mismo tiempo le bajan el tono a los reclamos que surgen y lo relacionan al juego desplegado en tiempos en que se discute el Presupuesto para un año electoral que se avecina complicado para el FdT. Por eso, aseguran que estudian cada necesidad concreta de los distritos para luego tomar decisiones. 

Sin dudas, queda expuesta la diferencia de criterios existentes a la hora de gestionar y administrar recursos. Al margen de estas tensiones, los diversos sectores coinciden en utilizar las herramientas disponibles para llegar en las mejores condiciones posibles a las urnas en 2023.