Los números del ajuste y el dato que puede sentenciar al Frente de Todos en las urnas

Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) reveló las consecuencias que afrontan los gobiernos en las urnas tras implementar un recorte en el gasto público. En el Frente de Todos (FdT) miran con preocupación un dato mientras continúa el ajuste para cumplir con las ordenes del Fondo Monetario Internacional (FMI). El impacto de la receta económica ortodoxa en un año electoral.

El informe detalló que el proyecto de ley de presupuesto 2023, aprobado por el Congreso de la Nación, establece una reducción del peso relativo del gasto público primario para el año próximo. Asimismo, indicó que en los primeros diez meses de 2022 se redujo 0,26 puntos porcentuales del PIB respecto a 2021. “Esto marca que el año finalizaría con una baja efectiva del peso relativo del gasto, del orden de 0,3 puntos porcentuales del PIB”, añadió.

Asimismo, para el año 2023, el peso relativo del gasto previsto en el proyecto de ley de presupuesto 2023 es de 18,8% del PIB y se marca una baja respecto al año 2022. Si se concreta, serían dos años consecutivos de ajuste con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina. 

Por ese motivo, en el oficialismo se encienden todas las alarmas ya que de las últimas siete elecciones presidenciales solamente en la del 2019 se registró una baja del gasto público primario respecto al año previo (1,6%). En tanto, en los seis restantes subió en términos del PIB respecto al año previo. 






De esta manera, si el Gobierno concreta la baja prevista para 2023, sería la segunda vez que se daría en ocho comicios para elegir presidente. Con los datos arrojados en el corriente ejercicio, se prevé bajar el gasto de manera en dos años consecutivos. 

A su vez, desde Iaraf recordaron que solamente en la elección presidencial de 2019 se dio una baja consecutiva del gasto en dos años consecutivos. La misma significó la derrota estrepitosa de Mauricio Macri en el país y María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires. 

“Esta evidencia empírica resalta que no es habitual en nuestro país que el gasto público se reduzca durante el año de una elección presidencial. Es un enorme desafío para la sociedad argentina el sostenimiento de una baja del gasto público, más aún en un año de elecciones”, concluyó el informe.