Un reclamo que encuentra respuestas diferentes: la marcha de jubilados y la posición del gobierno
Durante las pasadas semanas, las marchas que se desarrollaron por el reclamo de los jubilados marcaron la agenda política nacional. Violencia y represión por un lado, "tranquilidad" por el otro. La postura del gobierno sobre una situación que polariza a la sociedad argentina.
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Durante las últimas semanas el foco estuvo puesto en la marcha de jubilados de los miércoles. Mientras en recinto se vivía una suerte de caos parlamentario donde los aprietes y los conflictos marcaban la dirección de las exposiciones, en las inmediaciones de Congreso la historia era totalmente diferente. Dos marchas totalmente distintas coparon las calles, una que terminó con un saldo de más de 100 detenidos, varios heridos -incluyendo al reportero gráfico Pablo Grillo quien fue herido de gravedad-, y otra en la cual no hubieron disturbios relevantes, más allá de la denuncia de infiltrados entre los manifestantes, pero que no convocó tanta gente en las columnas.
La respuesta del gobierno fue contundente. Una represión feroz para una movilización que sobrepasó la capacidad del operativo policial ideado por Patricia Bullrich y, tras una revisión del operativo fallido, la implementación de medidas preventivas que extendieron un mensaje tajante a la población argentina: "La policía va a reprimir todo atentado contra la República".
¿Cómo se construye la narrativa de la cual se agarra el gobierno para justificar su accionar? ¿Cómo se explica la abismal diferencia entre ambas movilizaciones? ¿Qué hay detrás del entramado político que engloba las marchas?
La Tecla se puso en contacto con los analistas Carlos Fara y Florencia Filadoro, para poder encontrar opiniones que expliquen algunas de estas interrogantes.
Carlos Fara - Politólogo
La Tecla dialogó con Carlos Fara, politólogo y presidente de lAPC, para comprender un poco más a fondo las cuestiones que rodearon la marcha de jubilados de estas últimas semanas, y del entramado político que hay detrás.
Sobre la posición del gobierno, afirmó que éste "todo el tiempo trabajó sobre la lógica del orden vs. los violentos, como una especie de gran promesa simbólica y concreta. En algún momento el presidente dijo "y ahora cada vez que viajen a su trabajo y no tengan un corte digan perdón Milei o gracias Milei". En ese punto, el enemigo que construye el gobierno y con el que polariza son los violentos en general. Los vagos, los que querían vivir del Estado eternamente, los piqueteros, los "kukas", etcétera. Eso a un público le pega".
En relación a la diferencia que existió entre la marcha del 12 y la del 19 de marzo, Fara opinó que "tuvo que ver con que primero hubo una autocrítica respecto de cómo enfocaron la primera marcha. La segunda cuestión es que cuando una manifestación se convierte en algo más masivo, es más difícil que pasen hechos de violencia, salvo cosas puntuales, porque los hechos de violencia necesitan un cierto espacio que en unamarcha masiva es más complicado. Y tercero, porque obviamente, digamos, estas cosas siempre se negocian con los actores que marchan respecto de cómo cada uno ordena su columna, dónde se ponen y cómo se lleva la fiesta en paz. Y a los actores que marcharon ayer, la CGT, la CTA, entre otros, no les interesaba quedar manchados con un nuevo hecho de violencia. Porque un hecho de violencia puede tener que ver con una represión policial. Si hay un hecho de violencia es porque hay algo sistemático y programado. Por lo menos así va a ser leído".
Poniendo el foco sobre la importancia de Patricia Bullrich dentro del armado libertario, puntualizó: "[Bullrich] es importante, obviamente, porque es la puerta de entrada con todo lo que implica el aparato del Estado para seducir gente del PRO, radicales, entre otros. Ahora, también creo que en ese círculo, en ese triángulo de diálogo, me parece que nadie la considera una incondicional. Me parece que Patricia está ahí, si mañana le le va mal al gobierno, levantará vuelo para otro lado, precisamente por su historia. Ahora, por otro lado, me parece que ella es esto, es la puerta de los que no eran, la puerta de los conversos, con todas las precauciones que cualquier socio-político le tendría a Patricia por su manera de comportarse políticamente".
Al hablar sobre la posibilidad de una mayor escalada de violencia en futuras marchas, Fara considera que no hay "caldo de cultivo para más violencia". "Me parece que en general la gente, aún los que están disconformes, quiere llevar la fiesta en paz. No veo escalada de violencia, la situación económica no es maravillosa, pero hay menos inflación que el año pasado, esas flojas tensiones, vamos a tener algún rebote económico, aunque no sea excepcional y muy segmentado, pero de todas maneras me parece que el clima social va a ser más favorable al gobierno", sentenció.
En referencia a cómo se posiciona la población en torno a las medidas represivas, puntualizó: "Vuelvo con el tema de los matices, yo creo que en general está en mantener el orden sin excesos. Cuando pasa lo del fotógrafo y lo de la jubilada, obviamente no es algo simpático, sobre todo, no solamente por los excesos policiales, sino también por la falta de empatía del gobierno. Yo creo que ahí está el tema. No es un gobierno que le guste mostrar empatía con nada, le gusta mostrar agresividad, vehemencia, ser terminante, la motosierra, etcétera, etcétera. Ese es un punto complicado para el gobierno. Yo creo que todo el mundo, frente a la violencia, opta por la represión policial, siempre y cuando sea hecho con profesionalismo y sin caer en excesos como los que vimos".
Hay quienes aseguran que las marchas tienen por fin "desestabilizar el gobierno", Fara, por el contrario, considera que se trata de "un argumento político". "No hay ningún asidero, creo que nadie se lo cree. Lo utilizaron todos los gobiernos de Alfonsín para acá. Creo que, además, concretamente en este clima que estamos comentando, no hay masa crítica en la Argentina, ni desde la opinión pública, ni desde los factores de poder, como para que haya una desestabilización o un intento de desestabilizar al gobierno. En todo caso, si los hay, son grupos aislados. Y por supuesto, al kirchnerismo le gustaría que al gobierno le vaya al peor, sí, pero tampoco come vidrio y sabe que el lapso por delante le es más favorable al gobierno".
Florencia Filadoro - Politóloga
La Tecla también se puso en contacto con Florencia Filadoro, politóloga y directora de la consultora Reyes Filadoro, para abordar el entramado político detrás de las marchas de los jubilados y la posición que tomó el gobierno nacional.
En relación a la postura que adoptó la gestión libertaria, afirmó que: "la principal narrativa que se sigue construyendo siempre es la de la batalla cultural, estar en contra del kirchnerismo puntualmente y los kukas y los zurdos, poder identificarlos bien, y es muy importante para que tenga mucho sentido y más sentido cada vez el mensaje de parte del gobierno, poder identificar en personas puntuales. Entonces, bueno, en este sentido por eso es el kirchnerismo acá la contracara con la que el espejo y la vara con la que se miden, desde el oficialismo, porque todo lo que no son ellos, somos nosotros y viceversa. En ese sentido parte de esa narrativa en el caso puntual de la actuación de la fuerza policial tiene que ver con intentar poner orden a un mundo totalmente desordenado como es el kirchnerismo, y este orden no solo se ve en las calles a través de la seguridad, sino también se ve, como parte de la narrativa, se ve a través de la economía o intentan mostrarlo a través de la economía donde supuestamente la inflación está estancándose, está disminuyendo, se habla de una inflación estancada y una economía más estable".
Retomando la narrativa construida por el gobierno en la cual abundan acusaciones de "desestabilización", agregó: "esta idea sigue alimentando esta narrativa que comentaba antes, si yo me pongo en víctima, porque claramente eso es hablar desde un lugar de total victimización del Gobierno, logro mayor diferenciación con respecto al otro, es decir, es parte central del discurso, definitivamente es ponerse en víctimas para justificar mayor represión y mayor presencia policial en las calles".
Comparando el desarrollo de la marcha del 12 de marzo con la del pasado miércoles, sostuvo: "es interesante ver cómo en realidad la marcha de los jubilados de los miércoles, que todos los miércoles se hace o se viene haciendo desde hace largas semanas, pasaba no desapercibida pero bueno, no estaba teniendo como mucha repercusión. Es interesante como con la incorporación del 12 de marzo de las barras de los clubes de fútbol que se sumaron, lo que hicieron fue darle muchísima más notoriedad a la marcha de los jubilados y, a su vez, le agregaron nuevos temas por los cuales marchar. No es solamente los jubilados, no es solamente la defensa de los abuelos, empezamos a sumar actores sociales a esa marcha y pareciera ser una especie de modelo de marcha que funciona en el sentido que cobra muchísima notoriedad.
La marcha del 12 en realidad fue como ir a jugar al fleje con el Gobierno y ahí el Gobierno es donde piso el palito y se despachó con la represión que hubo y todos los desmadres que hubo desde las fuerzas policiales, pero bueno, aún así lograron remendar esa situación para la marcha de este miércoles pasado, que es interesante cómo nuevamente vemos esta tendencia de que se le suman cosas a las marchas que inicialmente empezaron con el reclamo de los jubilados, ahora en la del miércoles se sumó porque también justo coincidía el reclamo este por estar en contra del apoyo de diputados en este caso que justo estaban debatiendo en ese momento por el DNU del Presidente para dar vía libre a un nuevo acuerdo para seguir endeudando el país. Me parece interesante esta dinámica. Cómo una marcha que venía con poca notoriedad empieza cada vez a volverse más fuerte, más voluminosa y va sumando más segmentos en la sociedad".
Sobre la figura de Patricia Bullrich dijo: "hoy yo creo que Patricia Bullrich lo que le aporta fundamentalmente a Milei es la posibilidad de aumentar su techo electoral, por llamarlo de cierta manera, le da como un mayor margen de crecimiento que no está del todo definido tampoco y también a su vez lo que le permite a Milei es solidificar ese nivel de apoyo que logró en la segunda vuelta del 2023 que sería nada despreciable pensando en esta elección, porque ella en realidad es una parte del PRO, no es todo, pero le aporta ahí desde lo electoral eso. Por otra parte, desde lo discursivo, como comentaba antes en la primera pregunta, le aporta esta idea del orden en la calle, porque el concepto de orden es algo que viene acompañando a Milei al menos desde que lo estamos midiendo desde el inicio de su gobierno, y el orden era algo que se había perdido hacía tiempo en Argentina, todavía no se estaba logrando en los últimos gobiernos, en especial el orden económico. Entonces Milei aporta la parte económica y Patricia Bullrich aporta la parte de la seguridad".
En relación a una potencial escalada de violencia en las manifestaciones, indicó: "los jubilados son una parte muy sensible de la sociedad. Es muy fuerte que una persona mayor salga a manifestarse y más fuerte todavía la imagen de ver cómo un policía quizás le pega o los empuja, pero más allá de eso, cosa que también venimos escuchando cada vez más fuerte en los grupos focales, la sociedad no es totalmente indiferente de lo que le pasa a ellos, porque los jubilados están en todos lados, están en casi todas las familias, casi todos tienen un abuelo o un tío o un vecino que es jubilado, además nosotros vamos a ser todos jubilados en verdad, pero esta última parte de la conciencia obviamente no está en la ciudadanía, pero sí uno percibe y ve a los jubilados en la sociedad. Creo que se está jugando con un límite como bastante finito de seguir ajustando a los jubilados en todo sentido, desde medicamentos, prácticas médicas y demás, y ni hablar del tema de los ingresos de los jubilados. Yo creo que es probable que incite a una escalada de violencia, el hecho de que se ajuste más todavía a los jubilados, más porque ellos mismos están demostrando que logran sostener estas manifestaciones de los miércoles y como comentaba antes, ya el 12 de marzo se empezó a sumar un segmento particular de la sociedad, en este caso los hinchas y los barras de los distintos equipos de fútbol, entonces me parece que es como jugar un poco al fleje, seguir apretando ahí a los jubilados".
Con el foco puesto en la opinión pública, al hablar sobre la percepción del pueblo argentino en torno a la represión, Filadoro puntualizó: "en general me da la sensación que el argentino tiende a rechazar una acción represiva del gobierno, una parte importante, pero el punto está siempre en cómo se enmarca esta acción represiva, y como comentaba antes, en el marco de esta batalla cultural, en el marco de este intento de poner orden a una sociedad totalmente caótica, que es lo que deja el kirchnerismo, y en el marco de querer ordenar a estos zurdos o a estos cucas, la verdad es que una parte importante de la gente lo tiende a tomar, siempre pensando en ese marco, y una parte de esa gente, obviamente gran parte de ellos son personas que adhieren o que apoyan al gobierno de Javier Milei, entonces me animaría a decir que en ese sentido está peleado quienes apoyan esta acción represiva y quienes están totalmente en contra, unos más alineados con el gobierno y otros más alineados básicamente con el peronismo y el kirchnerismo, que es la principal oposición del gobierno".