Blanqueo de capitales y la oposición
El Gobierno Nacional enviará, en los próximos días, un proyecto que contempla un nuevo blanqueo de activos antes de fin de año y se considera necesario para cubrir los pagos correspondientes al préstamo con el FMI. Cuál es la postura de los diputados opositores tras el escándalo en la última sesión.
Luego de que el ministro de Economía, Sergio Massa, anunciara el acuerdo de intercambio de información con Estados Unidos, los focos se pusieron sobre la necesidad de “repatriar” los fondos no declarados en las cuentas del extranjero. Y para impulsar esta idea, será necesario el debate y la aprobación en el Ejecutivo, donde la oposición tiene una postura bien definida: decirle NO a esta propuesta del Frente de Todos.
Lo llamativo de la postura “amarilla” es que el último blanqueo de capitales se llevó adelante en 2017, bajo el mandato de Mauricio Macri, donde se alcanzaron importantes cifras declaradas, que marcaron récord histórico a nivel nacional e internacional, pero que no se tradujeron en ganancias significativas para nuestro país: El “Programa de Exteriorización de Capitales” ascendió a 116.800 millones de dólares, pero, por este dinero declarado ingresaron al fisco 148.600 millones de pesos. Esto representó un monto estimado de US$10.000 millones, teniendo en cuenta el valor dólar oficial de ese entonces ($15) y que se retuvo entre un 5 y un 10% de lo declarado.
La norma de ese momento, estipuló que quienes “exteriorizaban” hasta unos US$19.000 no debían tributar nada, hasta US$50.000 pagaban un impuesto del 5% y por encima de esa cifra un 10%, sin obligación en ningún caso de repatriar los bienes. A pesar de sus bajas exigencias, la Cámara Alta recibió el apoyó de Cambiemos, que tenía la mayoría en el recinto y logró su aprobación sin inconvenientes (162 votos afirmativos sobre 256).
En este caso, el proyecto establece una tasa mínima pero aún no está decidido el porcentaje para los capitales que se declaren y repatríen, o que ya se encuentren en el país y permanezcan en él, que se exterioricen antes del 31 de marzo. El doble de la cuota anterior se aplicará a los que se declaran entre abril y junio; Y de cuatro veces la alícuota base para los que se exterioricen en el tercer trimestre, de julio a septiembre, siendo esta última fecha el plazo máximo para ingresar al régimen de blanqueo. Además, se prevé la creación de un fondo específico "para la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional", al cual se destinará el 20 por ciento de lo recaudado en el blanqueo. Otro 20 por ciento será para financiar las becas del PROGRESAR y ese mismo número para subsidiar a las PyMES.
La gran duda es si, tras el escándalo protagonizados por el oficialismo y Juntos por el Cambio, habrá cónclave antes de fin de año con el quorum necesario. Suponiendo que el Frente de Todos lograra este objetivo, ¿cómo harán para “seducir” a la oposición y conseguir los votos necesarios para aprobar este nuevo blanqueo?