Luego del triunfo de la selección de Lionel Scaloni ante Francia, analizamos cómo queda el escenario político y las repercusiones en el gobierno nacional y provincial.
Luego de 36 años, el equipo argentino volvió a levantar la Copa del Mundo. En medio de la alegría de toda la gente, el gobierno nacional buscará utilizar este impulso para renovar su imagen de cara al 2023.
Al respecto, hablamos con el analista político, Carlos Germano, quien dejó en claro sus primeras sensaciones tras la consagración: "Creo que la sociedad argentina ya definió. El equipo argentino les dio una caricia al alma que estaba necesitando. Este triunfo es una satisfacción muy grande, en medio de una situación de mucha tristeza".
En cuanto al efecto político que puede tener en el gobierno de Albero Fernández, aclaró que "esto no impacta en absolutamente nada, a pesar de que se quieran agarrar de este triunfo. Es muy difícil tapar el sol con la mano: Para la mayoría de la sociedad, salvo un 5 o 7 por ciento de la población, el resto volverá a las preocupaciones que vienen teniendo. Serán horas y días de alegrías pero no le cambia absolutamente nada al día a día de los argentinos".
Por último, teniendo en cuenta el presente económico del país que castiga el bolsillo de los trabajadores y genera un malhumor social pronunciado, el especialista en materia política analizó lo que serán los festejos en Casa Rosada o en otro sitio de la Nación: "Los jugadores saben perfectamente que los van a querer usar. Son lo suficientemente inteligentes para no dejarse utilizar. Es un logro de ese grupo, de mucho trabajo superando momentos críticos y duras críticas. Lograron revertir y generar una empatía muy profunda con la sociedad, y es un trabajo de ellos que no le van a regalar a nadie".
En definitiva, Argentina cumplió el objetivo más importante para la alegría de todo un país, que esperaba con ansías terminar el año con una sonrisa. Veremos si el Gobierno puede levantar su imagen y afrontar el próximo año con otra cara.