11 de mayo de 2023
GUSTO A POCO
El campo le pone aplazo a las políticas del Gobierno ante la emergencia climática
Coninagro realizó una encuesta entre sus afiliados de distintas regiones del país. Los resultados del relevamiento muestran la disconformidad de los productores con las medidas oficiales.
La Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (CONINAGRO) realizó un estudio para conocer el estado de situación del campo en el marco de un año complicado desde lo climático.
La encuesta “Una mirada sobre la realidad productiva en un año climáticamente desafiante”, realizada por Synopsis a 500 productores agropecuarios en distintas zonas del país, arrojó que las inclemencias climáticas afectaron severamente a sus producciones.
En detalle, el 85,7% de los productores manifestó haber sido perjudicado por la sequía, siendo las provincias de la región de la pampa húmeda las más castigadas por las inclemencias, donde los niveles de afectación ascienden por encima del 90%.
Tanto en el sector productor de granos como en el sector ganadero bovino señalaron haber sido afectados por la sequía en un 96,5% y en un 93,9% respectivamente, producto de la intensa sequía.
Por su parte, un 40,7% de los productores consultados también señalaron haber sido afectados por las heladas, particularmente por la ocurrida a mediados de febrero, que por su profundidad y anomalía produjo tanto daño como la sequía.
Por otra parte, todos los sectores se vieron afectados por las heladas, pero por sobre todo el sector vitivinícola con un 98,6% de productores afectados. También fue un evento climático que afectó al sector frutícola y hortícola.
Entre las principales consecuencias de la sequía, el 68% mencionó que cosechó menos de lo esperado, mientras que otras afectaciones señaladas fueron: la necesidad de asumir más gastos operativos (33%), la necesidad de tomar más deuda de lo planificado (33%), la necesidad de postergar inversiones (33%).
Del total de productores consultados, el 62,4% de ellos señalaron que su producción bajó 50% o más en relación a la campaña anterior, lo cual habla de la profundidad de la pérdida ocasionada por el mal clima.
En relación a la reacción de los productores con los respectivos gobiernos y sus sistemas de asistencia, el 76,8% señaló que su provincia declaró la emergencia en virtud de la situación productiva provocada por el clima. En ese universo, el 48,2% señaló que tramitó el correspondiente certificado de emergencia y del 51,8% que no lo hizo, un 50% manifestó que lo hará en el futuro.
Más allá de la declaración de emergencia, el 71,5% de los productores manifestaron percibir una mala o muy mala respuesta gubernamental frente a la sequía que afectó al sector productivo.
Por caso, en la Provincia de Buenos Aires y en la Provincia de Santa Fe fueron donde se registraron las críticas más marcadas al accionar provincial frente a la situación.
“Un aspecto que pudiera profundizar el malestar que el sector viene teniendo en el modo en que los gobiernos provinciales acompañan al sector productivo, en un contexto de permanentes cambios en las reglas de juego, de alta presión impositiva pero de una ayuda deficiente del Estado cuando el sector se ve afectado por circunstancias climáticas como las que acontecieron durante esta campaña”, sostuvo el presidente de Coninagro, Elbio Laucirica.