Desde la creación de la Agencia Reguladora de la Industria del Cáñamo y el Cannabis Medicinal (ARICCAME), no hubo avances considerables en materia legislativa y el proyecto de ley en la Provincia está estancado. Detalles sobre la producción y la posibilidad del tratamiento para el uso recreativo.

La sanción de la Ley Nacional 27.350 que aprobó el “Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados” fue una excelente noticia para aquellas personas que lo utilizaban como medicina complementaria para combatir enfermedades. En noviembre del 2020, el Poder Ejecutivo nacional emitió un decreto para aprobar una nueva reglamentación de esta nueva ley, reemplazando el DNU de septiembre del 2017.

La nueva ley también contemplaba la creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME). En enero del 2023 se asignaron las autoridades y la Agencia quedó a cargo del intendente de Castelli, Francisco Echarren.

En diálogo con La Tecla, el jefe comunal de General La Madrid, Martín Randazzo, sostuvo que “fue el primer gran cambio” porque la reglamentación anterior, sancionada en 2017, “había sido muy mala”. También destacó la importancia de que el gobierno nacional realice la nueva reglamentación en plena pandemia.

A partir de los nuevos lineamientos, fueron varias las provincias que avanzaron, no solamente con la investigación acerca de los beneficios de la planta, sino también comenzaron a surgir las primeras empresas y polos productivos de cannabis medicinal. Las provincias pioneras en esta temática son Jujuy, La Rioja y San Juan.

Sin embargo, en la provincia de Buenos Aires también existen varias industrias en funcionamiento, pero se encuentran a la espera de una reglamentación clara por parte del poder legislativo. La ley de cannabis medicinal está estancada en la Legislatura Bonaerense y todo indica que su tratamiento no es cercano.

Uno de los municipios pioneros en esta iniciativa fue el de General La Madrid. Su intendente explicó cómo es la realidad de los trabajos y expresó: “Hicimos una sociedad estratégica con la UNLP. Y haber hecho el proceso de blanqueamiento en Agrogenética La Rioja nos permitió a nosotros traer, en septiembre del año pasado, el primer traslado legal de plantas de La Rioja hasta Lamadrid, que se hace a través de una guía a través del Instituto Nacional de Semillas (INASE). Tenemos tres cosechas acumuladas y estamos trabajando en ampliar”.

Otros municipios como Trenque Lauquen también apuestan a la industria del cannabis y sus derivados con el apoyo del sector privado. San Vicente inauguró, en marzo del 2022 la primera biofábrica nacional de cannabis medicinal. Según argumentó Martín Randazzo, lo ideal sería crear una “red de municipios” para fortalecer los conocimientos sobre la temática y fomentar la producción.

Tanto intendentes, empresarios, y figuras políticas de todo el territorio bonaerense esperan con ansias tanto la Ley de Cannabis medicinal, como también la de Cáñamo Industrial, para conseguir un valor agregado a uno de los derivados más importantes de la planta. Estas iniciativas no solamente generan beneficios en la medicina alternativa y no reemplazan a ningún fármaco, sino que también se trata de un importante incremento en puestos de trabajo.

Con el impulso de la Ley nacional 27.350, desde el área de Desarrollo Productivo, dependiente del Ministerio de Economía, elaboraron un informe sobre la actividad de la industria del cannabis. Cuando se presentó la ley, se hablaba de 10.000 puestos de trabajo y de un mercado interno de 500 millones de dólares. En tiempos donde la divisa extranjera escasea, esta industria podría generar un importante impulso en la economía nacional y provincial.

El tratamiento de la Ley del Cannabis medicinal en la provincia tiene un largo historial. Luego de que aprobasen la normativa nacional, en el ámbito bonaerense se trató en cuatro comisiones de la Legislatura: Salud, Presupuesto, Asuntos Constitucionales y Legislación.
El 12 de abril de 2021, la Cámara de Diputados de la Provincia aprobó por mayoría el despacho del proyecto de Ley enviado por el Ejecutivo bonaerense sobre el uso medicinal del cannabis y sus derivados. La oposición, por su parte, aprobó un despacho en minoría, en descontento con algunos puntos de la ley, pero nada que no impidiese su avance.

En ese entonces, las discusiones entre las dos coaliciones mayoritarias pasaban en la falta de consenso en el armado de la estructura de la agencia. Por este motivo se frenó el tratamiento de la normativa, y terminó de estancarse con el comienzo de las restricciones duras por el avance de la segunda ola de contagios de Covid-19.

Tiempo después, el proyecto del Ejecutivo perdió estado parlamentario. Actualmente, se puede tratar un proyecto que presentó el diputado de la UCR, Emiliano Balbín, junto a otros 14 legisladores de Juntos, pero ese tratamiento no aparece en el horizonte de la legislatura bonaerense.

El diputado boina blanca también dialogó con La Tecla sobre la situación legal en la provincia: “Está adherida por ley a la Ley nacional 27.350 pero, en verdad, no tiene un marco regulatorio. Lo que nosotros planteamos con la ley es que haya un marco regulatorio propio en la Provincia de Buenos Aires”.

Para un mayor tratamiento de la temática, el intendente de La Madrid, Martín Randazzo, el diputado bonaerense, Emiliano Balbín, y el presidente de la Cámara Argentina de Cannabis, Pablo Fazio, conversaron con este medio sobre las expectativas que existen para explotar el uso del cannabis medicinal en la Provincia.

Martín Randazzo: “La Madrid le pidió a la Cámara de Diputados que despenalice el cannabis para uso medicinal”

El intendente del Municipio de General La Madrid explicó cómo llevan adelante la producción y continua a la espera de la reglamentación de la ley. La experiencia de un municipio pionero en la industria del cannabis medicinal.

- ¿Cómo ves la situación del cannabis medicinal en la nación y en la provincia?
-Se produjeron cambios. En plena pandemia, la ministra de Salud de la nación tomó la decisión de hacer una nueva reglamentación de la ley de investigación, lo que fue el primer gran cambio importante que permitió que una ley, en principio no ideal, pero posible.
La reglamentación de la anterior había sido mala. Y ahora se logró la mejor posible. Gracias a la ministra de salud de la nación y el que lleva adelante el programa de cannabis a nivel nacional que es Marcelo Morante.

Gracias a esta nueva reglamentación que permitió expresarnos y a su vez, a la firma del Ministerio de Salud de la Nación y el Instituto Nacional de Semillas (INASE) por el blanqueamiento de semillas nacionales. Porque la reglamentación anterior planteaba que las semillas debían ser importadas entonces era muy difícil avanzar en la investigación.
Nosotros pudimos, en una sociedad estratégica con la UNLP y con una agrupación que era la que tenía la planta, el profesor Losa. Y haber hecho el proceso de blanqueamiento en Agrogenética La Rioja nos permitió a nosotros traer, en septiembre de este año, hacer el primer traslado legal de plantas de La Rioja hasta Lamadrid, que se hace a través de una guía a través del INASE. El reprocan también es trascendente. Hay muchas cosas que se vienen tomando que nos han permitido avanzar en un contexto muy desfavorable. En una pandemia, que el Ministerio de Salud haya tomado esa decisión es muy valorado.

Estamos esperando que la nueva ley de cáñamo industrial con su brazo ejecutor, tienda a plantear cuál es el camino a seguir con respecto a la producción y a la comercialización y por eso estamos trabajando mucho y aprendiendo en nuestro pueblo para cuando esas decisiones estén escritas poder estar con una oportunidad para desarrollarlo.

- ¿Cómo es la situación de la ley?
-No se, sé que hay intenciones. Esto es nacional y es muy importante que la provincia pueda adherir. Lo que te dije fue a nivel nacional. Se que en la provincia hay una decisión política de poder avanzar. He hablado con funcionarios que están esperando la reglamentación de la nueva ley de cáñamo industrial. Eso va a permitir que sigan avanzando en las distintas provincias del país, que hay varias que están trabajando, y la Provincia de Buenos Aires también.

Hay buena sintonía con el tema, están trabajando en diferentes lugares. Pero hasta que no esté reglamentado lo que va a decidir el Ariccame, es difícil poder avanzar concretamente. Lo que se ha hecho hasta ahora es bueno, nosotros estamos esperando que ocurra, nosotros en nuestro lugar tenemos la posibilidad de plantar, vamos por la tercera cosecha, estamos siendo seguidos por el Inase, tenemos sociedades estratégicas con el INTA, la universidad y el Conicet que nos permite aprender mucho de la planta y terminar con el producto que tenemos en el sistema de salud local. Ese sería nuestra realidad. Cuando el Ariccame pueda dar licencia o algún tipo de herramientas para progresar, lo estamos haciendo.

En otra línea, estamos generando una sociedad del estado, que se llama Unasapen, que estamos generando cooperativas para que cuando esto pueda avanzar en el proceso de investigación y pasar al proceso productivo, nosotros podamos estar ya con el entrenamiento suficiente y con las herramientas del estado y las cooperativas que nos permitan generar producción, generar trabajo y bienestar. Nosotros sabemos que con el cannabis es una causa noble porque viene a mejorar el dolor de los pacientes. A nosotros también nos permite rediseñarnos como pueblo y a mediano plazo pensar en que podemos tener un desarrollo productivo no solamente en lo medicinal, sino en todas esas variables desde la construcción, el plástico, la generación de papel, que puede desarrollar.

- ¿Cómo es la relación de trabajo con otros municipios?

-Estuvimos en la presentación en Trenque Lauquen de un emprendimiento privado apoyado por el municipio. Siempre estamos hablando. Creo que uno de los desafíos es generar una red de municipios que estén con el tema para trabajar de manera complementaria y ser más fuertes. Nosotros siempre estamos contando nuestra experiencia y diciéndoles cuál es el camino a tomar. A nosotros nos llaman mucho planteando cuál es la ordenanza que hicimos.
Muchas de las cosas que nosotros hicimos están desactualizadas. La primera ordenanza que hicimos nosotros fue cuando no había una ley de investigación. Lamadrid le pidió a la Cámara de Diputados de la nación que despenalice el cannabis para uso medicinal y para investigación. Además invitó a los demás municipios que se sumen a este pedido. Fue nuestra primera ordenanza en 2015. Hoy ya existe una ley de investigación y una ley de cáñamo industrial. Fuimos haciendo cosas que nos permitió ser parte de la construcción colectiva que ha tenido grandes logros. Una ley y ahora que se esté pensando en el desarrollo industrial, es un gran logro.

Uno hace muchos años pensaba que esto era revolucionario, pero después nos damos cuenta de que es democrático. Que es más lento y que hay un montón de estructuras legales y administrativas que no permiten que la planta florezca en su verdadera dimensión. Ese armazón de estructura legal y administrativa se está desarmando. Lo veo como algo positivo lo que está ocurriendo, que vamos avanzando. Hay provincias y municipios que están avanzando y nosotros queremos ser parte de ese desarrollo. Hay lugar para todos, los que van hacia lo medicinal y hacia otro sector. Se necesita tiempo y adaptación de las distintas plantas y genéticas en los lugares. Porque hace mucho tiempo que no hay plantaciones legales. En nuestro lugar, lo que estamos haciendo es trabajar con seguridad permanente, donde tenemos las 24 horas, botón antipánico, cámaras, conexión con la policía local. Después tenemos un invernáculo que tiene 10x30 metros y hemos hecho dos más. Todo eso nos sirve para aprender a cultivar con variables controladas y también lo estamos haciendo al aire libre. Estamos entrando en la cuarta cosecha porque vamos utilizando lo que tenemos, que nos permite hacerlo en indoor.

No tiene sentido ponerse a legislar algo ahora. Si vos tenes la ley nacional, lo que vos tenes que esperar es que, con el Ariccame, tiren los lineamientos y a partir de ahí ver que podés legislar vos. Porque legislar a veces parece que es un avance. Lo que se hizo a nivel nacional está bueno, pero cuando larguen las licencias desde la genética, la producción, logística y comercialización. Entonces ahí la provincia tiene que legislar, o adherir a lo que está a nivel nacional. Te pones a legislar ahora y te chocas con cosas. Lo que hay que tratar es que la legislación no entorpezca, sino que facilite. Veo positivo todo lo que se logró.

- ¿Se puede llegar a pensar en despenalizar el consumo recreativo?
-Hay que poner en marcha esto y después lo otro se da solo. La discusión se va a poder hacer, yo creo que sí. La decisión de nuestro pueblo es avanzar con el cannabis medicinal, con el uso recreativo quiero que las respuestas las den las comunidades. En Uruguay, “Pepe” Mujica dice que si. Pero hay otro Pepe que yo respeto, que es el Padre Pepe, decía que en su lugar haces un quilombo. Hay que evaluar el si o los no con una mirada colectiva, teniendo en cuenta la realidad en lo que vivimos.

Emiliano Balbín: “No veo al oficialismo preocupado por el tema”
El diputado de Juntos explicó el historial del tratamiento de la ley. Esperan avances por parte del oficialismo y destacó los casos de La Madrid y Trenque Lauquen como especialistas en la producción.

- ¿Cómo fue el tratamiento de la ley y en qué estado está actualmente?
-A nivel legislativo actualmente está vigente con estado parlamentario el proyecto de ley acompañado por 14 legisladores de Juntos. Ponemos en consideración que se regule el cannabis medicinal con fines terapéuticos y medicinales y que se incorpore en el sistema público de salud con un registro, con la posibilidad de incorporación del autocultivo. Esa es la propuesta que nosotros hicimos, que tiene varios años en la legislatura. Lo presentamos a mediados del 2020.

Eso fue una iniciativa. La provincia está adherida por ley a la ley nacional 27.350 pero, en verdad, no tiene un marco regulatorio. Lo que nosotros planteamos con la ley es que haya un marco regulatorio propio en la Provincia de Buenos Aires.

A nivel nacional se avanzó con el uso medicinal y con el cáñamo industrial. La ley 27.690/9 se le dio una segunda vuelta, que no solamente se trató al cannabis desde el punto de vista medicinal, sino también nosotros presentamos un proyecto en este sentido del cáñamo industrial.

El gobierno de la provincia presentó un proyecto donde creaba una agencia similar a lo que se creó a nivel nacional, lo cual no prosperó. Se sesionó con cuatro comisiones en conjunto. El ejecutivo tenía un despacho en mayoría, nosotros lo teníamos en minoría. Donde modificábamos algunas cuestiones que tenían que ver con incorporar al sector vinculado al cannabis, con el tema de la trazabilidad de las semillas. Eran temas puntuales, pero acompañamos la iniciativa. El proyecto de la agencia en parte tomaba el proyecto mío. Con lo cual habíamos avanzado.

Después no sé qué pasó y cuál fue el motivo. Alguna pelea dentro del bloque hizo que no avanzara. El proyecto nunca se trató en el recinto, más allá de estas cuatro comisiones. Salud, presupuesto, asuntos constitucionales y legislación. El proyecto del ejecutivo perdió estado parlamentario y nosotros presentamos uno para que no lo perdiera. Ese es el estado de situación.

Uno puede suponer que es una especulación por parte de la agenda de la campaña del 2021 porque era un tema que pegaba en los jóvenes y en los adultos mayores, la verdad no se a ciencia cierta por qué el ejecutivo no avanzó con esta iniciativa. Nosotros estábamos predispuestos a acompañar esta iniciativa con algunas modificaciones en algunos artículos.

- ¿Ves viable que se pueda tratar en la brevedad?
-Por parte nuestra, si. No lo veo por parte del oficialismo. No lo veo preocupado ni con el tema incorporado en la agenda legislativa. La verdad que no, no lo veo.

- ¿Cómo ves a los municipios con la producción?
-La verdad es que en algunos casos han avanzado. Algunos con iniciativa privada, lo veo como una manera de buscarle la vuelta al tema. A vincular a la producción, al vecino o a la industria por los beneficios que tiene el cannabis y sacarle un poco los prejuicios. Siempre encaramos el tema desde un lado de la salud. Como esa necesidad de encontrar una regulación y que por ahí los que tienen más responsabilidad miran para el costado. Y en medio de eso se pueda regular, se pueda incorporar el tema de producción, se pueden buscar alternativas, buscarle un valor agregado para sacar los beneficios que tiene la semilla.

Yo tuve la oportunidad de participar en la Expo Cáñamo que se hizo en San Luís y ver los beneficios que tienen en la industria alimentaria, en la industria textil, en la construcción. Es algo que no está incorporado en nuestro sistema, pero, a lo mejor, en la diversidad de producción sirve. Cuando uno habla con los chacareros o con los que tiene campo y le plantea reemplazar con aquellos que producen. Nosotros tuvimos la oportunidad de hablar con una papelera, porque en algunos países se usa en reemplazo de la celulosa. Lo que pasa es que no está incorporado en el círculo de la producción. Como no estaba incorporado hace unos años la soja. Sin embargo, con el tiempo encontramos cuáles son los beneficios. No hay que buscarle una vuelta de tuerca.

Por nuestra parte hay mucha predisposición. Nosotros estuvimos en Jujuy. Vimos como avanzó, como estado provincial, en esto de tener un marco regulatorio, formar una sociedad del estado. Que incorpore al aceite de cannabis en el sistema público de salud de la provincia. La verdad que lo vemos como algo positivo.

Si los municipios logran pasar todas esas barreras burocráticas que tiene el estado nacional, con ANMAT, con Salud, con Seguridad, y logran tener un producto que lo puedan insertar en el mercado. Darle una mano para aquellos que hoy en Argentina hay cuatro semillas de producción nacional. Hay varias registradas en el Instituto Nacional. Hay varias provincias que lo tienen. Nuestra provincia está desfasada de lo que ocurre a nivel nacional.

A nivel legislativo nacional, todavía sigue frenada la ley de estupefacientes, aquel que tenga plantas de marihuana. También hay que dar esa discusión a nivel nacional. Si nosotros estamos avanzando en la legislación, la jurisprudencia desde Montalvo en adelante y tantos otros fallos consideran que tener determinada cantidad de plantas es para consumo personal. La ley penal todavía la pena y le pone una pena bastante alta (5/15 años) nosotros tenemos que dar esa discusión.

Nosotros desde la provincia lo que planteamos es, en el marco de la ley nacional, adecuar el marco normativo de la Provincia. También para evitar esta burocracia que es una máquina de impedir, en determinadas políticas de producción y de salud. Entonces que la Provincia tenga su propio marco normativo. Que sean las autoridades de Salud, las autoridades de Seguridad, y de Desarrollo Agrario que determinen que esto sirve para la salud porque se va a incorporar el aceite. Que determine la Producción porque se va a utilizar el cáñamo y que las medidas de seguridad las tomen las fuerzas de seguridad. Queremos que el estado de la Provincia tenga su propio marco normativo y que se negocie de estado a estado.

Lamadrid fue el primer municipio que tuvo el impacto ambiental y decir que quieren tener su propia plantación, elaborarlo con un laboratorio municipal. Después tuvo las barreras burocráticas que le puso Seguridad nacional, Salud nacional, ANMAT, el Instituto de la Semilla hicieron que no pudieran llevarlo adelante. Están avanzando en algo privado, pero apoyándose en la ley nacional, no en la provincial. Nosotros queremos tener una ley en la provincia.

- ¿Qué impulso falta por parte del Ejecutivo para poder tratar la ley?
-Lo que falta a nivel legislativo es que el Frente de Todos lo ponga en agenda y lo trate en las comisiones. Nosotros tenemos un parate en las comisiones de la legislatura donde no avanzan los temas, uno es este. La importancia para mi radica en poder tener una apertura y poder avanzar en la regularización de una situación que en muchos lugares son grises. La provincia ojalá sea parte de eso. En lo medicinal se implementaron algunas cremas con CBD, ya aprobadas por ANMAT. Si nos vamos a inclinar por la producción, ir por el cáñamo y generar las condiciones de producción que le den facilidad a aquellos que inicien la producción. Es parte de un desafío de Provincia que es tan rica, que produce más del 50% de la agroindustria.

- ¿Se puede llegar a tratar el uso recreativo del cannabis?
-Entiendo que son etapas. Hoy entiendo que la sociedad en la Provincia de Buenos Aires no hay tantos pruritos con el cannabis. Mucha gente lo consume y las estadísticas serias que hay en el mundo, en Israel y Estados Unidos, lo consumen como un suplemento etario, lo consumen para evitar los dolores. El gran consumo es de adultos mayores, que consumen el cannabis como algo suplementario o alternativo.

Pablo Fazio: “Tenemos ansiedad y cierto desconcierto porque las cosas vienen tomando tanto tiempo”

El presidente de la Cámara Argentina de Cannabis insistió con generarle un valor agregado a los productos derivados de la planta y pidió la reglamentación de la ley.

- ¿Cómo ves la situación del cannabis medicinal en la Provincia?
-Hablar de la Provincia de Buenos Aires cono si fuese una isla no sé si es la mejor fotografía. La verdad es que nosotros tenemos desde mayo del año pasado una ley promulgada por el presidente y ese mismo texto estableció un plazo de 180 días para su reglamentación. Ese plazo se extinguió en noviembre del año pasado. Recién en enero se designaron las autoridades del Ariccame, cuya primera responsabilidad es generar ese marco regulatorio.

Lamentablemente el tema viene tomando más tiempo de lo esperado. Los que somos parte de la industria en argentina por tener algún proyecto autorizado en el marco de la ley del cannabis medicinal la 27.350, estamos esperando. Cuando hablo de nosotros, no hablo solamente de los privados. Hay varias provincias que ya vienen trabajando, los casos más visibles son los de Jujuy, La Rioja, San Juan y demás.

Las empresas públicas en la que los estados provinciales han invertido e hicieron una apuesta importante para que esas empresas realicen procesos productivos en sus economías regionales. Lo que todos tenemos es una enorme ansiedad y cierto desconcierto de por qué las cosas vienen tomando tanto tiempo.

Uno no es ingenuo, cualquier persona que esté medianamente informada en argentina y tiene idea de los procesos políticos entiende que muchos de estos procesos sean desarrollados en el marco de una inestabilidad política y económica que condiciona los procesos. En este caso en particular, hay situaciones que tienen que ver con que hay empresas funcionando, muchos casos pagando sueldos o haciendo inversiones, creyendo que iba a haber un marco normativo para empezar a desarrollar actividades comerciales. Poner en marcha una industria tiene que ver con eso, generar mercado, empleo, que ese empleo vaya asociado a alguna producción y que esa producción tenga necesariamente algún destino.

Salvo algunas excepciones, empresas que están integradas verticalmente como Canabo o alguna otra, que han avanzado con alguna especie de generación de valor sobre algún registro de productos medicinales, es muy poco lo que se pudo hacer. El cannabis sería como el trigo.

Es absurdo que pensemos que puede ver una industria de cannabis y que no haya un mercado interno de flor donde colocar esa producción claro y eso hoy en argentina es lo que por lo menos de manera inicial y muy visiblemente está faltando claro pero hasta que no esté esa reglamentación salvo que vos estés integrado verticalmente y que podrás procesar esa materia prima y elaborar algún tipo de principio activo y sobre eso hacer algún producto fitoterápico, registrarlo frente al ANMAT o comercializarlo de alguna manera siempre estando integrado o entendiendo un fitoterápico como un producto más de la industria o del mercado farmacéutico, de las diversas formas en las que el canal expresa y no hay muchas más posibilidades porque si bien la ley dice que un médico puede que prescribir o indicar cannabis sin y lo dice la reglamentación de la ley sin establecer cuál es el medio con lo cual perfectamente te podrían indicar que vos vapees como pasa en los países, en muchos países del mundo donde esta industria está si querés más madura, para darte un dato de la magnitud del fenómeno, en Alemania el 46% de las indicaciones de cannabis medicinal son flor para vapear y se venden en farmacias. La misma realidad se constata en países como Israel

Con lo cual la reglamentación tiene que venir de alguna manera a zancar lamentablemente han pasado muchos meses, la política se está metiendo en el túnel de las PASO y después de todo el proceso electoral, con lo cual yo miro con cierto..

- ¿No esperas una decisión ahora, una reglamentación ahora o por lo menos hasta que termine las elecciones?
-No, yo la deseo con todo mi corazón. La verdad es que trato de ser, si querés, de tener expectativas moderadas.

- ¿Cómo es el trabajo de la Cámara Argentina de Cannabis (Argencan)?
-Mira, el tema es así, la cámara se fundó, se creó a finales del 2019 en el marco de la Ley 27.350. éramos muy poquitos y la idea era formar una masa crítica de representación para conseguir la sanción de una ley que hiciera posible tener una industria de cannabis en Argentina.

Y con ese objetivo fue que nos empezamos a nuclear, nos convocamos y trabajamos muy intensamente y codo a codo con el poder ejecutivo en medio de la pandemia para conseguir tener un proyecto que después fue a diputados, acompañemos como miembro informante, si querés, sugerido por el entonces Ministerio de Desarrollo Productivo, el debate en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, fuimos invitados por el presidente al acto de promulgación de la ley y demás.

No creemos que el marco regulatorio tiene, digamos, como que es responsabilidad nuestra, pero sí que fuimos un actor que empujó mucho para que eso fuera una realidad, con lo cual esa etapa desde el punto de vista institucional para la Cámara está cumplido. Ahora lo que estamos esperando es ver cuál es el formato que va a tener esta industria y seguramente vengan nuevos desafíos y otro tipo de actividades en relación a los temas que la reglamentación vaya a regular y cuál es el rol que en habíamos unido con el objetivo de tener una ley y ese objetivo está cumplido.

- Bien, pero entonces están a la espera de que haya un paso más adelante, que se impulse esa ley o que se implemente y que se empiece a trabajar.
- Claro, sí, a ver, nosotros en la cámara tenemos algunos, somos un montón, somos más de 200 socios, empresas de que contas con el dedo de la mano, no más de diez, que tienen algún tipo de proyecto autorizado o algún tipo de cultivo o demás, y el resto son todas empresas que están esperando ver cuál va a ser el marco regulatorio en Argentina, cuál va a ser, si querés, el formato o las condiciones para aplicar y acceder a una licencia para empezar a producir y generar o intervenir en algún eslabón de toda la cadena productiva del Carabin, ya sea comercialización, logística, valor agregado, desarrollo de genéticas, bueno no sé la n cantidad de aplicaciones y de posibilidades de negocios que puede generar esta industria, pero mucho de todo eso hoy es más una expectativa que una realidad.

- ¿Tuvieron algún contacto con Francisco Echarren?
-Sí. Nosotros fuimos formalmente convocados, no sé si fue finales del mes de febrero, a una reunión, que nos convocaron a acercar algunas propuestas de cara al proyecto de reglamentación. Nosotros fuimos con más de 25 propuestas muy concretas, pero la verdad que desde ese encuentro hasta el momento no volvimos a ser convocados ni tampoco tenemos demasiada información de qué es lo que está pasando, más que por trascendidos, de que el proyecto estaría en la Secretaría General de la Presidencia, en la espera de la firma del presidente, pero por ahora, a mí no me consta, todo por un rumor, por un comentario.

- ¿Se podrá discutir en un futuro uso del cannabis como uso recreativo y no solamente desde lo medicinal?
Respecto del tema del uso adulto yo creo que es un debate inexorable. Creo que es algo que lo tenemos que dar. Lo que me parece que a veces, como dicen viste, le escondemos el culo a la jeringa, preferimos utilizar nada, subterfugios, buscarle la vuelta mediante institutos que muy legítimamente se utilizan para avanzar en una agenda de derechos civiles sin dar el debate de fondo, yo creo que el debate de fondo lo tenemos que dar.

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