Queda demostrado con las enternecedoras imágenes, que dos especies bien distintas entre sí, pueden llevarse de maravilla y llegar a ser amigos. Estos dos bebés protagonistas de la historia, han forjado su amistad desde que tenían un par de semanas. Y es realmente algo novedoso e increíble ver a un lobo y un tigre jugando entre ellos.
La amistad realmente no tiene límites, rompe estereotipos y supera las diferencias de especie e instinto. La conmovedora historia del lobo gris y el cachorro de tigre de Bengala es un brillante ejemplo de esto.
Esta historia nos recuerda la belleza y el poder de la amistad, demostrando que puede trascender incluso las diferencias aparentemente más insuperables.
Los cachorros son embajadores de animales en el Instituto de Especies Raras y en Peligro de Extinción. Fueron separados de sus madres a una edad temprana. Y el propósito de dicho programa es asegurar su supervivencia. A ellos no les importa que sus especies sean viejos enemigos. Les gusta jugar siempre juntos.
Ambos fueron criados juntos desde las dos semanas de edad en el Instituto TIGERS en Carolina del Sur, y desde cachorros formaron un vínculo inquebrantable que desafió sus roles innatos como supuestos enemigos en la naturaleza.
Pese a todos los pronósticos, se han transformado en mejores amigos que disfrutan persiguiéndose y comiendo la misma fórmula de leche.