En algunas familias de la política bonaerense, el destino está escrito. Abuelos, padres e hijos con la militancia y la vocación de servicio en la sangre, forman parte de la historia de distintos municipios. Algunos, junto con el apellido heredaron el poder.
Es el caso de Gustavo Posse, por ejemplo, quien recibió la intendencia de San Isidro en manos de su padre Melchor, allá por 1999. Quien siguió sus pasos fue Macarena, que ocupa una banca en el Concejo Deliberante dentro del bloque Acción Vecinal.
Macarena y Gustavo Posse
En San Nicolás está vigente el apellido
Passaglia: en mayo de 2017, Manuel asumió al frente de San Nicolás para reemplazar a Ismael Passaglia luego de que éste fuera nombrado como funcionario en el gobierno de María Eugenia Vidal, y desde entonces comanda la comuna. Lo mismo sucede con Juan
Andreotti, quien fue electo intendente de San Fernando en 2019 luego de dos mandatos consecutivos de Luis, su papá.
No son los únicos. Patricio
Mussi, ex alcalde de Berazategui, tomó las riendas del distrito en 2010 y sucedió a su progenitor Juan José Mussi, quien regresó a la cabeza de la Municipalidad a fines de 2019 tras ganar las elecciones. Sin embargo, Patricio decidió alejarse de la función pública y hacer su vida en el extranjero.
Juan José y Patricio Mussi
Germán
Lago, en tanto, se convirtió en intendente de Alberti en 2015 tras un mandato de su madre Marta Médici. Mismo destino tuvo Sebastián Walker, jefe comunal de Pila, quien asumió luego de que su padre Gustavo sufriera un ACV.
También en el interior, en San Pedro, convive el clan
Salazar. Cecilio, actual intendente, volvió a tomar las riendas del municipio a fines de marzo, luego de casi dos años de estar al frente de Belgrano Cargas. En ese regreso tuvo un fuerte altercado con su hijo Ramón, quien gobernó de manera interina y anunció su retiro de la política tras aclarar que su padre “había perdido un hijo para siempre”.
Ramón y Cecilio Salazar
En Salto, Camilo
Alessandro, hijo del intendente Ricardo, se desempeña como secretario General del Municipio, y también se perfila como posible sucesor de su padre.
Pero la vocación por la política y la función pública como herramienta de servicio y transformación social no es un mundo acotado solamente para varones. Las mujeres (e hijas) también están ganando su lugar.
En Bragado, por ejemplo, Natalia
Gatica, hija del intendente Vicente Gatica, fue nombrada como secretaria de Integración Socio Urbana y Ambiental; mientras que en Chivilcoy, Micaela Britos, una de las hijas del jefe comunal Guillermo Britos, cumple funciones como secretaria del Concejo Deliberante. Y si bien no comparte poderes con su padre, lleva lo partidario en los genes.
Vicente y Natalia Gatica
En Roque Pérez, se impone el apellido
Cravero. Intendente en tres oportunidades y posteriormente diputado provincial y concejal, Jorge Cravero le transmitió la pasión por la política a su hijo Juan María, que en 2019 perdió la intendencia a manos de Juan Carlos Gasparini (FdT) por ocho votos y que este 2023, volverá a disputar.
Todos ellos, sin embargo, empezaron en la política desde muy chicos. Se criaron entre unidades básicas, comités y otros espacios de reunión y discusión partidaria. Participaron de movilizaciones, encuentros y otros tantos convites que los convencieron de que ese era también el mundo al que querían pertenecer.
Jorge y "Juancho" Cravero
En Ensenada, también. “Mario no viene de la política, sino del lado gremial. Fue durante 12 años secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales. Es ahí donde me involucro desde muy chico porque justo mi escuela, a la que iba en la primaria, me quedaba enfrente del sindicato. Así que salía de la escuela y me iba directamente ahí”, contó a
La Tecla el concejal Nicolás Secco, hijo del actual jefe comunal, Mario
Secco.
Y recordó: “Fui mamando todas las luchas contra un gobierno que generaba mucha desigualdad acá en Ensenada. El gobierno de Beto Del Negro que decía que era peronista y hacía todo lo contrario. Fue una época oscura para los trabajadores municipales, y Mario combatía desde el sindicato. Yo, con 12 o 13 años, iba con Mario a todas las movilizaciones del sindicato. Después, en 2003, le toca representar a los trabajadores municipales en una lista como candidato a intendente”.
Mario y Nicolás Secco
“Hasta ese momento, Mario no se politizaba tanto. Es más, sus raíces eran radicales. Sus abuelos iban a la UCR, pero no como militantes activos. Cuando él gana las elecciones lo acompaño desde un lugar como un hijo que acompaña a su padre, pero no con el sentimiento de querer participar en política. Lo acompañaba porque lo banco a muerte, porque es el dirigente y el mejor representante de la defensa de las convicciones de una persona. Mario representa para mí todo lo que está bien, tanto en el gremio como en la política. Hoy a mi me toca conducir el sindicato que él condujo en ese momento”, añadió Secco hijo.
Pero no fue hasta la llegada de Néstor Kirchner al poder que Nicolás se metió de lleno en la política. “Néstor para mi, fue mi Perón. Soy peronista, pero soy kirchnerista porque viví la transformación que hizo mediante la herramienta que es la política. Convertir a la Argentina en un país distinto. La política como herramienta de transformación social. Ahí es donde me involucro de lleno y armo una agrupación muy chiquita que se llamaba los ‘Pibes K’, con la intención de cambiar esa desigualdad que había en nuestra sociedad, donde los pibes no tenían una oportunidad, donde se los estigmatizaba por no tener estudios y ser del barrio. Es una forma de vida, que tiene que ver con la solidaridad. Tenemos un gran trabajo territorial”, destacó.
Para Pablo
Descalzo, hijo de Alberto Descalzo, intendente de Ituzaingó, Kirchner también fue un antes y un después. “Mi casa era una unidad básica, crecí jugando y correteando entre las piernas de los compañeros y compañeras de mi viejo, en medio de las reuniones y los sueños de autonomía; en ese momento, todavía éramos parte del partido de Morón”, dijo.
Pablo y Alberto Descalzo
"Obviamente, uno se fue enamorando de las características del quehacer político que planteó Néstor", agregó Pablo, quien hoy se desempeña como Jefe de Gabinete de la Municipalidad, en la que ya ha reemplazado en varias oportunidades a su padre.
En el Conurbano, también: Gastón Granados, hijo del “sheriff” Alejandro Granados, quien en estos momentos se desempeña como intendente interino de Ezeiza, asoma como heredero.
La semana pasada, luego de un compartir un acto junto a Eduardo "Wado" de Pedro, Granados hijo confirmó su candidatura para este 2023. "Con mucha alegría, orgullo y compromiso les anuncio que voy a ser candidato a Intendente de Ezeiza en las próximas elecciones Tengo la fuerza y la energía necesaria para seguir haciendo de Ezeiza el mejor municipio de toda la provincia, el que forjó mi viejo Alejandro Granados, con el corazón y el apoyo de Dulce”, señaló a través de sus redes.