María Eugenia Vidal: "Veo a la provincia con tristeza"
La exgobernadora estuvo en la redacción de La Tecla y dijo que “Kicillof no mejoró las materias pendientes” que ella dejó. La interna de Juntos por el Cambio, su tarea en el Congreso y la actualidad de la política.
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La exgobernadora María Eugenia Vidal visitó la redacción de La Tecla en el marco de una recorrida por La Plata en la que acompañó al intendente Julio Garro. Interesantes definiciones sobre la actualidad política, la interna de Juntos por el Cambio, la realidad de la Provincia y el enojo de la sociedad con la dirigencia.
-Pidió que todos bajaran sus candidaturas, pero no pasó. ¿Los intereses personales le ganaron al interés del conjunto? -No voy a hablar de los demás. Hablo de mí y de lo que hago, y creí en eso. En esto de recorrer y escuchar, también tenés que representar. Los argentinos me decían “no se peleen, no discutan entre ustedes, resuelvan nuestros problemas”; y sentí que mi candidatura era una más para pelear con el resto y que mi mayor aporte era mostrar que yo estaba dispuesta a hacerlo. Lo hice y no me arrepiento. Ahora, el desafío que tienen tanto Patricia como Horacio es llevar adelante una PASO con altura, con propuestas, discutiendo ideas, con mucha responsabilidad; porque mientras la política se pelea, los argentinos están sufriendo mucho.
-¿Se puede tener el control de daños de esa interna? -Yo espero que sí. Este año el PRO va a cumplir veinte años y Juntos por el Cambio va a cumplir ocho. Hemos atravesado un gobierno juntos, crisis, derrotas, la elección del ‘21 con 17 primarias, y al día siguiente el ganador estuvo trabajando con el perdedor. Y así tiene que ser el 14, porque esta es una competencia de cinco semanas en el marco de un proyecto que lleva 20 años.
-¿A quién va a votar el 13 de agosto? -El voto es secreto. Por supuesto que tengo mi preferencia, y voy a evaluar si en algún momento la hago pública. Creo que los dos son muy buenos candidatos. Sí tengo una amistad de muchos años con Horacio, y valoro mucho lo que hizo en la Ciudad, pero son dos buenos candidatos.
-¿En qué beneficia y en qué perjudica la interna a Juntos por el Cambio? -Lo primero es que nosotros como espacio no tenemos dedocracia, ni cambios sorpresivos de lugares. No estamos discutiendo el qué, porque el programa económico, de política exterior, de política educativa de Horacio y de Patricia se parecen bastante; estamos discutiendo el cómo. Y es una discusión muy válida, porque el cómo es muy importante hoy en Argentina. El cómo se logran las cosas, cuáles son los equipos que las van a llevar adelante, cuál es el paso uno, el paso dos, el paso tres. Los argentinos ya no resisten más improvisación en política, ni proyectos políticos que persiguen el poder pero que no tienen un proyecto de país; y tener un proyecto de país no es solamente decirle a la gente lo que querés hacer, sino cómo lo vas a hacer.
-Sobre el cambio de lugar le van a decir que usted se fue a Capital, que Jorge Macri se fue a Capital. -Yo he vivido la mitad de mi vida en la Ciudad y la mitad en la Provincia, 25 años en un lado y 25 en el otro. Este año cumplo 50. Para mí la General Paz nunca fue un límite definido. Hay tres millones de bonaerenses que van a trabajar a la Ciudad, que pagan impuestos ahí, que muchas veces se atienden en sus hospitales; y hay muchas personas de la Ciudad de Buenos Aires que vienen a la Provincia a trabajar, a pasar un momento de entretenimiento o de disfrute con sus familias. No creo que la General Paz sea una división, y creo que hay un equipo con una enorme experiencia que puede aportar y que, de hecho, aportó de un lado y del otro. Con Julio Garro, a quien vine a apoyar porque creo en él como candidato a intendente, estuvimos con el equipo del SAME y con un conjunto de vecinos que estaban agradecidos. El SAME surgió en la Ciudad, lo impulsé en la Provincia y hoy está en 119 municipios. Cuando definimos el reentrenamiento de la policía bonaerense también nos inspiramos en la escuela de la policía metropolitana. Así como hubo cosas que se hicieron en la Ciudad que habían nacido en la Provincia.
-A tres años y medio de haber dejado la Provincia, ¿cómo la ve hoy? -La veo con tristeza. La verdad es que siento que Axel Kicillof no logró mejorar las materias pendientes que yo dejé y que retrocedió en aquellas que habíamos avanzado. La seguridad es tal vez el más evidente retroceso. Yo en esta ciudad derribé 17 búnkeres que vendían drogas. ¿Cuántos se derribaron en estos tres años y medio?
-¿Cuáles son esas materias pendientes? -Siento que todavía faltaba mejorar mucho en el sistema educativo, y hoy los chicos aprenden menos que antes. Tuvieron dos años las escuelas cerradas. Tenemos un déficit de aprendizaje en lectoescritura muy fuerte. No podemos pretender que nuestros chicos aprendan programación, robótica, si no pueden aprender a leer y escribir en castellano. Hay muchas escuelas en la provincia de Buenos Aires que hoy no tienen clases sin paro declarado por Suteba, porque en la paritaria de 2020 se les pasó a los directores la facultad de decidir cuándo una escuela tiene o no tiene clases. Lo vimos también en la escuela de Villa Adelina, que estuvo como 45 días sin clases por falta de agua. Creo que hoy hay menos derecho a la educación pública que antes, que esa pretendida defensa de la educación pública no se cumplió. También lo veo en materia de salud. El Ludovica es un hospital emblema de la Provincia, es el único hospital pediátrico de alta complejidad y ha sido un orgullo de los bonaerenses y de esta ciudad. Cincuenta médicos renunciaron y todavía no lo lograron resolver. Cuando yo me fui dejé SAME para trece millones de bonaerenses, dejé todas las guardias de los hospitales públicos hechas, ochocientos equipos nuevos.
-Por último, ¿cómo va la nueva vida matrimonial? -Muy bien, muy bien. La verdad que estoy muy feliz. Armamos una nueva familia.
CONSEJOS PARA EL PROXIMO GOBERNADOR “Igualar no es hablar con X, es que los chicos tengan clases todos los días”
-¿Qué le diría al próximo Gobernador si es de Juntos por el Cambio, si es Diego Santilli o si es Néstor Grindetti? ¿Cuál es el primer consejo que le daría? -Primero, ocuparse de la inseguridad, sin duda. Número uno, volver a tener una política de seguridad en serio, pelear contra el narcotráfico en serio, volver a tener una coordinación y un comando operativo entre fuerzas federales y fuerzas provinciales, con un mapa del delito, invirtiendo en tecnología; todo ese proceso de cambio que nosotros habíamos iniciado y que nos permitió bajar un 36% los homicidios en cuatro años, de acuerdo a la estadística del Poder Judicial. Así como hubo menos gente que murió por tener el SAME, así como bajamos la mortalidad infantil, de la misma manera murió menos gente víctima de asesinatos. Cuidar la vida de las personas tiene que ser la prioridad número uno de cualquiera que gobierne. Y el segundo tema es la educación. Primero, que vayan todos los días a clase, y que vuelvan a aprender en la escuela. Como dijo el papá en Bahía Blanca, igual no es hablar con X, es que los chicos tengan clases todos los días. Esas deberían ser las dos prioridades.
CUESTIONES PENDIENTES “La pelea por la coparticipación es la principal tarea para quien venga”
-¿Se arrepiente de no haber sido más firme o no haber insistido con el desdoblamiento de las elecciones en el 2015? -No. Me arrepiento de otras cosas, que tienen que ver con cosas que podía haber hecho y no hice o no alcancé a terminar.
-¿Qué cosas? -Siempre dije que me hubiera gustado trabajar mucho más en las cárceles. La Provincia tiene un serio problema de hacinamiento y de falta de cárceles, y es algo en que deberíamos haber avanzado más. Me hubiera gustado hacer muchas cosas. Hicimos 2.500 obras, pero nunca alcanzan, siempre hay algo más para hacer.
-Todos dicen que la Provincia no es inviable pero tiene muchas cosas sin resolver. ¿Es inviable o cuál es el problema? -No es inviable si recupera lo que le corresponde, y yo empecé ese camino. Lo más importante que hicimos fue la recuperación del Fondo del Conurbano, que fueron cinco puntos de coparticipación para la Provincia. Al respecto hay una ley pendiente en la Argentina, y creo que esa pelea por la coparticipación es la principal tarea para quien venga a la Gobernación; la Provincia no puede aportarle al país el 37% y recibir el 24, porque así es muy difícil poder responder a las demandas.
DIPUTADA NACIONAL “El Congreso no está tratando los temas que le importan a la gente”
-¿Conforme a una actividad legislativa? -Sí. Me gusta estar en el Congreso representando a todos los argentinos. Siempre digo que uno no puede representar lo que no conoce. Y así como antes de ser Gobernadora recorrí los 135 distritos, y siendo Gobernadora lo hice tres veces más, de la misma manera lo hice en la Argentina. En en ese sentido, poder estar cerca de la gente y al mismo tiempo llevar iniciativas al Congreso es algo que me gusta, y además es un espacio de debate importante; pero siento que el Congreso hoy no está tratando los temas que le importan a la gente, y el ejemplo de lo que pasó con la ley de Alquileres es una muestra de eso. Es un problema que afecta a millones de argentinos, inquilinos y propietarios. La ley que se votó en el 2020 es mala, que no le sirve a ninguno de los dos. Nosotros, por sexta vez planteamos el tema, y el kirchnerismo se negó a tratarlo. El Código Penal es otra muestra.
-¿Y su proyecto de la Ley de Derribo? -Para que todo el mundo entienda, el derribo es una herramienta para pelear contra el narcotráfico que empezó en los ‘90 en Colombia y Perú, y lo que define es que cuando entre un avión de manera ilegal a un país, la fuerza aérea puede advertir, intimar, notificar y, en última instancia, usar la fuerza pública para derribar ese avión; porque no sabés si trae droga, una bomba o qué trae. Ese proyecto lo puso en vigencia Mauricio (Macri) con un decreto, y cuando el kirchnerismo llegó lo dio de baja; y la verdad es que nosotros queremos que sea ley, porque este no es un tema ideológico. Lula lo hizo en Brasil, Bachelet lo hizo en Chile, lo tiene Paraguay, lo tiene Uruguay. Cuando vos pensás en un narco que quiere entrar droga a un país, ¿cuál va a elegir? El que no tiene Ley de Derribo. Bueno, así hay muchas herramientas y leyes que deberíamos discutir y que hoy no estamos discutiendo; creo que el Congreso puede hacer mucho mejor su trabajo.
DIFERENCIAS CON EL OFICIALISMO “Estamos viendo el reestreno de una película que ya vimos”
-Kicillof sigue hablando de la gestión anterior y hace campaña contraponiéndose a su gobierno. -Sí, pero hace cuatro años que gobierna. Hay que dejar de hacer discursos y comparar hechos y realidades. En concreto, ¿qué hizo su gobierno, qué hizo el nuestro?
-El Gobernador dijo que el proyecto de Juntos por el Cambio es volver a la derecha, y eso es quitar derechos. Usted le contestó que el oficialismo es un proyecto de poder y no un proyecto de país. ¿Está mal ser un proyecto de poder? -No está mal ser un proyecto de poder para llevar adelante un proyecto de país. Solamente un proyecto de poder le sirve a la política y no a la gente. Y la verdad es que lo que estamos viendo es el reestreno de una película que ya vimos en el 2019, cuando Cristina les dijo a todos los militantes del Frente de Todos que había que votar a Alberto. Hoy les dice que hay que votar a Sergio Massa. Durante cuatro años el Presidente y la vicepresidenta no se hablaron, no se pusieron de acuerdo en ninguna política pública clave o trascendente; ni siquiera dialogaban entre ellos y se dijeron de todo públicamente. Ahora están de nuevo en la lista. Eso demuestra que son sólo un proyecto de poder y no un proyecto de país.
-Pero los que tienen internas son ustedes. -Es cierto que en Juntos por el Cambio hay una PASO, pero estamos compitiendo y discutiendo el cómo lo vamos a hacer, con dos candidatos claros que al día siguiente uno va a acompañar al otro. ¿Del otro lado qué tenemos? Un proyecto de poder con los mismos que vimos en la boleta en el ‘19, en el ‘21 y ahora; pero cuando pasa la elección dejan de estar todos juntos en una boleta para gobernar por separado sin ponerse de acuerdo y, lo que es más grave, eso se traduce en que no resuelven los problemas de la gente. Entonces, el discurso de estar y dar derechos suena muy lindo, pero si tenés tres millones más de pobres, 120% de inflación, 45% de empleo informal, dos años de escuelas cerradas y no tenés pediatras en el hospital pediátrico más importante de la Provincia, hablame de quitar derechos.
MASSA, MILEI Y EL FASTIDIO SOCIAL “El enojo de la gente con la política está justificado”
-¿Cómo ve a la política hoy, cuando hay un enojo social muy grande con ella? -El enojo está justificado. Vamos a cumplir 40 años de democracia, que nos trajo estabilidad política, porque nunca más nadie en la Argentina pensó que las cosas se podían resolver por un golpe de Estado. Eso que hoy nos parece obvio a nosotros y que nuestros hijos ni siquiera se imaginan, durante 80 años estuvo discutido en la Argentina. Pero la democracia no nos trajo progreso, no nos trajo bienestar. Nuestros hijos no imaginan en este país tener una casa propia, poder alquilar, poder irse de su casa, conseguir un trabajo, pagar un alquiler y progresar. Por eso los argentinos sienten que no tienen futuro, y al mismo tiempo han visto políticos que sí consiguieron progreso y bienestar. Por eso el enojo está justificado. La pregunta es qué vamos a hacer con ese enojo, a quién vamos a elegir para que resuelva ese problema, y acá me parece que los discursos no sirven para nada, sirven los hechos.
-¿Es el problema de vivir en un microclima? -Yo me siento muy orgullosa de venir a esta Provincia y decir que soy la primera Gobernadora que no va a cobrar una jubilación de privilegio. O que durante mi gestión los cargos políticos se redujeron un 40%. Y me da mucha tristeza ver que este Gobierno aumentó más de mil cargos, y no son policías, no son médicos, no son docentes; son políticos. Son las Victoria Donda de esta vida, que tienen un cargo que ni entendemos para qué está. Eso es lo que irrita y lo que les quita confianza a los argentinos. Sentir que la política trabaja para sí misma y no para ellos. Y creo que la elección es una gran oportunidad para ver quién es quién, qué hizo, más que lo que promete. Tenemos a un ministro de Economía que es candidato a Presidente; la pregunta no es qué va a hacer a partir del 10 de diciembre, sino qué va a hacer hoy para mejorar nuestra situación. Hace un año que es ministro de Economía, si tiene un plan, ¿por qué no lo implementa desde ahora?
-¿Y qué impresión le provoca la irrupción de Javier Millei, es un emergente de este enojo? -Creo que Javier ha logrado representar una parte de este enojo, pero también creo que la Argentina no resiste más improvisación, no resiste curvas de aprendizaje, está en un momento muy difícil y necesita un equipo. Nadie en soledad transforma una situación como esta, se necesita equipo, se necesita una fuerza parlamentaria, se necesitan gobernadores, intendentes, gente profesional y que tenga experiencia, y eso no se construye de un día para el otro. Entonces siento que esta es una fuerza nueva, pero que todavía no ha tenido el recorrido necesario para hacerse cargo de este desafío.