La leyenda de la música estadounidense padecía alzhéimer. Anthony Dominick Benedetto fue de los últimos grandes crooners de mediados del siglo XX.
Sin dudas, su consagración al cancionero clásico estadounidense le valió durante décadas la admiración de artistas desde Frank Sinatra hasta Lady Gaga. La estrella murió este viernes a los 96 años, dos semanas antes de su cumpleaños.
Con más de 70 álbumes lanzados, obtuvo 19 premios Grammy, la mayoría de ellos después de cumplir los 60 años, y gozó del profundo y duradero afecto de sus fanáticos y otros artistas.
Bennett fue el último de una generación de cantantes estadounidenses clásicos cuyo espíritu incesantemente alegre unió generaciones para convertirlo en un creador de éxitos durante siete décadas.
Se hizo muy conocido por su emblemática canción de 1962 "I Left My Heart in San Francisco", así como por el asombroso resurgimiento de su carrera en los años 80 y 90, que le proporcionó una popularidad sostenida hasta el último día de su vida, ha vendido más de 50 millones de discos en todo el mundo.
Sylvia Weiner, su publicista, confirmó el deceso de Bennett a The Associated Press y mencionó que ocurrió en su ciudad natal, Nueva York. Aunque no se supo la causa específica de la muerte, en 2016 se le había diagnosticado la enfermedad de Alzheimer.