¿JUNTOS O SEPARADOS?
La Tecla
Redacción
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Serga.NET
Siguen las repercusiones en torno al último accionar de Sergio Schoklender, que demandó al Estado
El reclamo lo hizo en defensa de su “honor, dignidad e intimidad” y solicita que el Registro de Reincidencia borre la condena a prisión perpetua por el asesinato de sus padres, ocurrido en una fría madrugada de mayo de 1981. Él y su hermano Pablo fueron acusados de matar a sus progenitores en un piso del barrio de Belgrano en Buenos Aires. El macabro hecho sacudió a la opinión pública en Argentina
Se denomina como Caso Schoklender al parricidio ocurrido el 30 de mayo de 1981, cuando Sergio y Pablo fueron acusados del asesinato de sus padres en un hecho muy conocido conmocionó la opinión pública de Argentina.
Ahora, el mayor de los hermanos reclama que el Registro de Reincidencia le borre la condena a prisión perpetua por el crimen de sus padres; y se pregunta por qué “a tanta gente le interesa lo que pasó hace tantos años”.
Según se reveló hace poco tiempo en "A la tarde", el programa de América TV que conduce Karina Mazzocco, Pablo vive en Paraguay y usa su apellido materno, Silva. No tiene contacto con su hermano, con quien según Clarín, se peleó por los manejos en la fundación "Sueños compartidos".
Cada año, la publicación en medios de los asesinatos de Mauricio Schoklender y Cristina Silva enoja a los hermanos condenados por el horroroso doble crimen. A 28 años de su excarcelación, Sergio demandó al estado por "discriminación".
Los Schoklender dicen que quienes escriben sobre el hecho que los catapultó en la historia criminal argentina, del que se cumplen 42 años, buscan la “frivolidad, el morbo y ganar dinero” obteniendo más lectores en la web.
Ahora, el mayor de los hermanos reclama que el Registro de Reincidencia le borre la condena a prisión perpetua por el crimen de sus padres; y se pregunta por qué “a tanta gente le interesa lo que pasó hace tantos años”.
Según se reveló hace poco tiempo en "A la tarde", el programa de América TV que conduce Karina Mazzocco, Pablo vive en Paraguay y usa su apellido materno, Silva. No tiene contacto con su hermano, con quien según Clarín, se peleó por los manejos en la fundación "Sueños compartidos".
Los Schoklender dicen que quienes escriben sobre el hecho que los catapultó en la historia criminal argentina, del que se cumplen 42 años, buscan la “frivolidad, el morbo y ganar dinero” obteniendo más lectores en la web.