El Estadio José María Minella: una historia de esplendor que hoy espera su renacer
El Mundialista tiene 45 años, y el paso del tiempo dejó huellas en el coloso. Aún continúa esperando el cumplimiento de las promesas tanto de la AFA como del gobierno provincial para mejorar su estado. Por el momento, los enfrentamientos entre la grieta local persisten respecto a la responsabilidad de la situación en la que se encuentra.
El emblemático Estadio José María Minella, testigo de gloriosos momentos deportivos, ha dejado atrás su época de esplendor. Construido originalmente como sede para el Mundial de 1978 durante la dictadura militar, también albergó torneos de verano de la Primera División y los Juegos Panamericanos de 1995.
Sin embargo, en la actualidad, el estadio se ha convertido en objeto de disputas políticas en el Concejo Deliberante, con frecuentes enfrentamientos sobre las responsabilidades y las promesas incumplidas en cuanto a su mantenimiento y renovación.
Las deficiencias actuales del Minella son evidentes: la platea techada permanece clausurada desde 2021 debido a defectos estructurales, mientras que el tablero de la torre sur sigue sin iluminación tras ser objeto de robo en 2022. Además, filtraciones, baños en mal estado y falta de agua caliente en los vestuarios empañan la infraestructura. Incluso, las columnas de alumbrado presentan problemas de podredumbre y en algunos casos están incompletas.
El último acontecimiento relacionado con el Mundialista fue el rechazo del Ente Municipal de Deportes y Recreación (Emder) para cambiar el nombre del estadio a "Emiliano 'Dibu' Martínez", en homenaje al destacado arquero marplatense que brilló en Qatar 2022. El Ente comunicó que no se debería despojar de su homenaje a una celebridad en favor de otra figura deportiva.
Pese a las promesas, las mejoras anunciadas por Chiqui Tapia, presidente de la Asociación de Fútbol Argentino, para convertir el Minella en una de "las casas de la selecciones", así como la candidatura para el Mundial 2030, aún no han sido concretadas. Las promesas de arreglos siguen pendientes.
Por otro lado, el Gobierno bonaerense se había comprometido a costear el informe técnico para evaluar el estado real de la infraestructura y encarar su reacondicionamiento, pero hasta la fecha, no se ha dado avance alguno en esta dirección. El estadio sigue esperando su renacer, aguardando ansiosamente el cumplimiento de las promesas para recobrar su antiguo esplendor.