Los negociadores del PRO exploran compartir espacio para la noche del 13 de agosto. Sin embargo, ambos nidos estarían separados dentro del mismo lugar. Un símbolo del macrismo, la principal opción.

Juntos, pero no revueltos: avanza la idea de un búnker común entre Larreta y Bullrich

A horas de las primarias en todo el país, los principales negociadores dentro de la alianza opositora Juntos no logran ponerse de acuerdo en cuanto al lugar en que esperarán los resultados el domingo por la noche.

Entre halcones y palomas continúan las charlas para consensuar un lugar que los reúna a ambos, aunque esta idea tiene detractores.

Sin embargo, desde el comando central de Patricia Bullrich, parecerían haber dado un paso atrás en su negativa para compartir búnker, mostrándose ahora más dispuestos a la idea.

En tanto, el propio Horacio Rodríguez Larreta repite una y otra vez que, a su juicio, sería una buena señala de concordia, hacia adentro y hacia afuera, que los dos precandidatos a Presidente y sus respectivos colaboradores aparecieran juntos gane quien gane.

Desde el entorno de Diego Santilli ratificaron a La Tecla.info que el precandidato a gobernador, en sintonía con el pensamiento del jefe de Gobierno porteño, es partidario de compartir locación.

Costa Salguero, testigo histórico de celebraciones macristas.

“Pensamos que sería una buena señal esperar todos en el mismo lugar, donde cada uno tenga su sector, y luego estar todos juntos para dar una señal de unidad”.

La experiencia de Chubut, cuando el gobernador electo Ignacio Torres fue arropado por ambos sobre el escenario triunfal, habría terminado por convencer a los más reacios de que la imagen de unidad es un valor fuerte de cara a la sociedad y a sus propios votantes, molestos por las permanentes agresiones y chicanas entre ambos nidos.

En el caso de Santilli, sus colaboradores confiaron que el postulante PRO esperará la definición junto al precandidato a Presidente en Costa Salguero. Para ello, Larreta ya reservó cuatro pabellones en el histórico refugio del PRO, allí donde Mauricio Macri festejó sus triunfos en la capital y en las presidenciales de 2015.

El histórico reducto amarillo podría ser una de las alternativas, teniendo en cuenta que las negociaciones se sostienen hoy en un principio básico: juntos, pero no revueltos.
Esto es, compartir un espacio común (podría ser Costa Salguero), pero cada sector en un lugar separado, para evitar posibles cortocircuitos.

Si los halcones dieran en sí a la idea, quedaría sin efecto la reserva de lugar que hizo días atrás Pablo Arenaza, jefe de campaña de la exministra de Seguridad, en el Palacio San Miguel.

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