La trágica muerte de la niña Morena Domínguez, víctima del violento robo que perpetraron dos motochorros en la puerta del colegio al que asistía, generó un vendaval de derivaciones políticas.
Uno de los más fuertes fue la suspensión de la campaña electoral a horas de las PASO, decidida por todos los espacios políticos, amén de algunos intentos de sacar rédito responsabilizando a opositores por el clima de inseguridad.
Además, el asesinato de la joven de 11 años volvió a poner sobre el tapete un viejo reclamo de algunos intendentes, la mayor parte de Juntos por el Cambio: el manejo de la Policía por parte de los jefes comunales.
Horas después del asesinato de Morena, el alcalde de Lanús (en uso de licencia), Néstor Grindetti (PRO), reiteró su pedido. “Nosotros venimos pidiendo que la policía dependa del intendente, y que haya una coordinación entre fuerzas federales, Gendarmería, la policía provincial y fuerzas municipales, como se había logrado cuando Bullrich estaba a cargo de la Seguridad y María Eugenia Vidal estaba en la provincia”, aseguró.
En tal sentido, explicó que ese distrito del Conurbano “tiene 1.000 cámaras, botones de pánico y hemos comprado 90 móviles propios para hacer patrullajes”, añadiendo que es necesario “hacer cambios más profundos en lo que tiene que ver con la edad de imputabilidad, cambios en cárceles, y una serie de cambios que tocan lo judicial”.
Como informó La Tecla.info, días atrás el intendente de La Plata, Julio Garro (PRO), propuso algo similar. “Tenemos el compromiso de Diego Santilli de que cuando él sea gobernador y yo intendente, La Plata va tener su propia Policía. Hasta hoy, la responsabilidad de la seguridad es de la Provincia”, dijo el jefe comunal, que competirá ante el bullrichista Juan Pablo Allan con la boleta de las palomas.
“Una fuerza que esté en cada barrio, en cada esquina, cuidando y acompañando a cada uno de los vecinos. Con personal capacitado, equipado y preparado para cuidarnos y alertando a las fuerzas especiales cuando haga falta, especialmente en las zonas calientes", agregó.
En Quilmes, el postulante a intendente de Patricia Bullrich y Néstor Grindetti, Walter Queijeiro, aseguró: “Cuando sea intendente voy a crear la Policía de Quilmes. Una fuerza que responda a la intendencia, con tecnología y capacitación, para que todos los quilmeños podamos volver a caminar por la calle sin miedo”.
Al desgranar su propuesta, el experiodista deportivo explicó que busca una “Fuerza de Seguridad equipada, con capacitaciones constantes, especializada en artes marciales y habilitada para utilizar armas no letales”.
En ese sentido también se expresó el intendente de San Nicolás y referente PRO de la Segunda Sección, Manuel Passaglia, quien mantuvo una polémica meses atrás con Berni por la entrega de patrulleros. En ese tenso momento, el alcalde -no irá por la reelección, dejando la postulación en manos de su hermano Ismael, el mandamás nicoleño reclamó el traspaso de la policía local al distrito.
La iniciativa llegó a la mismísima Legislatura porteña de la mano del exintendente y actual senador provincial de Juntos, Joaquín de la Torre, quien presentó un proyecto para crear policías municipales en los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires, que dependerán de los intendentes.
El referente del peronismo no kirchnerista, alineado con Bullrich, explicó que eso ya rige en su distrito, aunque la idea de De la Torre es diferente a la de los alcaldes. Mientras que éstos proponen traspasar las actuales fuerzas a los jefes comunales, el legislador busca crear una nueva fuerza de Seguridad.
Al respecto, explicó que la adhesión de cada distrito deberá hacerse por intermedio del Concejo Deliberante, al igual que la designación del jefe de dicha fuerza.
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