El intendente de la capital ganó la PASO de Juntos por el Cambio al obtener 91.382 votos contra los 55.418 que obtuvo su oponente, Juan Pablo Allan. El exalcalde peronista fue el más votado en la interna de Unión por la Patria, con 69.873 votos.
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En este rincón el actual intendente de La Plata, Julio Garro, platense, nacido un 12 de febrero de 1972, abogado y que ocupa ese sitial desde el 10 de diciembre del 2015 por la coalición Juntos por el Cambio
En el otro, Julio Cesar Alak, ministro de Justicia y Derechos Humanos del gobierno provincial, nacido en Benito Juárez un enero de 1958, abogado, que fuera intendente de la ciudad entre 1991 y 2007.
Ambos suman 24 años de gobierno en la intendencia platense y buscaran repetir un nuevo mandato con proyectos diametralmente opuestos que se pondrán en debate.
Contendientes que pudieron sortear con éxito sus respectivas internas y que no sintieron con tanta fuerza el “tornado Milei” que dejó devastado a todo un país.
Los datos concretos indican que Garro sumo 91.382 votos dejando en el camino a Juan Pablo Allan y Alak unos 69.873 votos venciendo con amplitud a las cuatro listas peronistas restantes.
El Julio, de la actualidad Garro sabe que para acceder a un nuevo mandato (completaría así 12 años de gestión) debe, ante todo, caminar con precisión cada paso sin cometer errores y estando atento en que pecera debe establecer la caña que le permita pescar a esos votantes que incrementen la cosecha hasta aquí obtenida.
Lo cierto es que de sostener los números conseguidos, ya tiene garantizado de mínima mantener la mayoría en el Concejo Deliberante y la banda en la cámara alta para el actual secretario de Gobierno, Marcelo Leguizamón.
Para eso deberá tener muy en cuenta tres puntos que lo pueden favorecer:
El corte de boleta: Ya mostró su enorme capacidad para obtener que muchos accedan a cortar su boleta no sólo en la interna de Juntos sino apareciendo en sobres con distinto gusto ideológico.
Sin embargo la mayor evidencia se produjo en su mano a mano con Juan Pablo Allan quien, aun estando colgado de la boleta de Patricia Bullrich, perdió casi 16 mil votos en relación a ella y permitió la victoria del intendente por un porcentaje de 62,3% a 37,6%.
Contención de votos de su espacio: El hecho de, ahora sí, ir en la misma boleta de Bullrich, le permitirá sumar más votos de aquellos que no hayan establecido corte de boleta en las PASO y además acrecentar apoyo radical de la mano de su amigo personal: Maxi Abad. Aquí debemos consignar un dato muy importante si nos remontamos al 2019. Allí las estadísticas marcan que el 39% de votos obtenidos son muy similares a las actuales, lo que implica que el espacio no perdió votos en la competencia interna.
Aumento de su caudal electoral: Esta claro que en su poder territorial establecido en los últimos años, Garro no perdió un instante para marcar un acercamiento con Allan y su gente y comenzar a establecer reuniones con sectores que no alcanzaron el piso del 1,5% de las paso para sumarlos así como a un amplio sector disidente de libertarios.
Asimismo, hay puntos que lo pueden perjudicar de cara a lo que se viene.
Que Bullrich no sufra el efecto Milei: Si bien en La Plata la lluvia de votos de La Libertad Avanza no fue tal para su candidato local, Luciano Guma, todos miran con atención este fenómeno. Muchos temen en Juntos que el peronismo centralice su campaña contra Milei y esto pueda dejarlos en un intermedio peligroso.
Evitar situaciones conflictivas: hace unas horas hubo una fuerte protesta vecinal desatada en el barrio El Retiro por un asentamiento que provocó una rápida reacción de la municipalidad quien salió a respaldar a los frentistas e irá a la justicia. Temen que estos hechos puedan sucederse procurando desestabilizar al gobierno municipal.
No sufrir un liderazgo peligroso: Si Alak acomoda los melones tras esta interna multitudinaria, es evidente que los números pueden ser otros y no como pasó cuatro años atrás con la pelea entre Victoria Tolosa Paz y Florencia Saintud que provocó el disgregamiento del peronismo. Un error en este mano a mano puede ser letal y por eso todos saben que este choque será jugado como una partida de ajedrez.
El Julio, que quiere volver Alak sabe por su parte que para poder regresar a la municipalidad y volver a gobernarla como lo hizo entre 1991 y 2007, deberá en primer término reunir a las distintas vertientes peronistas que compitieron en estas PASO y encolumnarlos detrás de su liderazgo y la figura del gobernador Kicillof.
La unidad de fuerzas fortificará su capacidad de armador para comenzar a transitar el duro camino de contener a los propios y buscar votos de otros sectores.
Mas cercanías con los distintos sectores: Si bien el voto peronista lo compartió con otros cuatro sectores en estas PASO se descarta que no volverá a pasar aquella tremenda experiencia del 2019 que enfrentó a las listas de Saintout, Tolosa Paz, Escudero, Arias y Martelli y que pudiendo recuperar la intendencia, peleas internas se la dejaron servida a Garro. Esta vez y finalizada la contienda, tras las palabras del elegido, todos aseguraron que esas cosas no volverán a pasar porque el objetivo es recuperar el gobierno para el peronismo.
Kiciloff, jugador clave de esta partida: El hecho de ir con la boleta de quien lo eligió, es una ventaja que no se puede soslayar. Si a eso le agregamos que se trata del hombre más votado en la provincia de Buenos Aires y que seguramente lo tendrá al alcance de la mano (el Gobernador vive en la ciudad) para llevar a cabo diversas actividades; todo cierra para que sea un punto saliente que acrecienta sus posibilidades.
Un reconocido pescador de aliados: Si bien es cierto que no hay demasiado tiempo, los contactos, su puesto en el gobierno provincial y, sobre todo, su rica trayectoria en la política; le permitirán “pescar” aliados en fuerzas que están enfrentadas ideológicamente con el liberalismo. Si a ello le agregamos su conocimiento de cada rincón de la ciudad, no serán pocos los que deseen sumarse a este último tramo de campaña.
También en su caso, como de cualquier candidato, hay puntos que le pueden jugar en contra Los viejos rencores: Luego de haber manejado la ciudad durante 16 años, es lógico que hayan quedado resquemores en distintos sectores que lo han evidenciado en esta previa de las PASO. Uno de ellos fue con el club Estudiantes cuando en el año 2002 comenzó a construir la primer tribuna del nuevo estadio y a través de una ordenanza frenó la obra y prohibió la continuidad del proyecto.
Fuego amigo: Aquel rencor con la gente de Estudiantes no solo lo tomo la oposición, sino un espacio del peronismo que busco sumar votos recordando aquel episodio que enfrentaba a su figura con la institución de calle 53.
Algunos relacionaron el hecho con aquellas disputas entre alakistas y brueristas que se mantuvo durante muchos años.
Una economía descontrolada: Indudablemente la suerte del ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa; ira de la mano de la que lleve a cabo en su recorrida por la ciudad. Así como la buena imagen de Kicillof le puede jugar a favor, cualquier situación difícil del gobierno puede provocar sacudidas inmanejables.
Menos de dos meses Los pro y los contra de cada uno quedan expuestos. Todo puede cambiar de aquí al 22 de octubre cuando se acaben las palabras y los votos ciudadanos determinen quien será el lord de la ciudad.
Lo cierto es que la diferencia entre Juntos por el Cambio y Unión por la Patria no es significativa ni aparece indescontable aunque saben que no solo depende de lo que ellos generen, sino de factores externos que provocan que en la Argentina todo puede variar en cuestión de horas.
Dos Julios, y un solo sillón para una novela con varios capítulos y de final abierto.