3 de octubre de 2023
NUEVO GOBIERNO
Reforma y simplificación tributaria: los desafíos fiscales del próximo Presidente
Cuáles son los impuestos a mantener para ordenar el sistema fiscal de nuestro país y así abrir el camino hacia el equilibrio fiscal.
El acuerdo con el FMI condiciona las políticas económicas del país. Sin embargo, son muchísimos los especialistas que coinciden que para alcanzar el equilibrio fiscal, tal como requiere el organismo internacional de crédito, es necesario primero avanzar en una reforma tributaria que, entre otras cosas, implique una simplificación.
Para IARAF, la cantidad de tributos que existe en Argentina es muy elevada y si bien el sistema federal y descentralizado de imposición no se va a modificar, dada la forma de gobierno establecida constitucionalmente, sí puede reducirse, ya que muchos no tienen real trascendencia económica y generan una gran complicación de administración tributaria.
En este sentido, en un documento acerca de los principales desafíos fiscales del próximo Presidente, aseguran que se debería avanzar en una simplificación del sistema tributario, que incluya un impuesto a las ganancias de administración nacional, con una alícuota suplementaria provincial; y dos impuestos al consumo general, uno de administración nacional (Impuesto al valor agregado, IVA) y otro provincial (Impuesto a las ventas finales, IVF); un impuesto a consumos específicos (que unifique internos y combustibles).
Asimismo, plantean mantener un impuesto al patrimonio que contemple como pago a cuenta los montos abonados en concepto de impuestos provinciales a los inmuebles y a los automotores.
“Una limitación concreta y cumplible que garantice que las tasas municipales estén relacionadas a contraprestaciones específicas y no generales. Las tasas que deberían quedar serían por ejemplo la tasa por habilitación de negocios y otras de similar característica. Se deberían eliminar las tasas generales a las ventas como las de seguridad e higiene, comercio e industria, etc. De esta manera, los municipios se financiarían con coparticipación del impuesto a las ventas finales provincial, con un porcentaje del impuesto inmobiliario correspondiente a los bienes situados en su ejido y del impuesto a los automotores allí radicados, además de otras coparticipaciones secundarias”, cierra el documento.