Las declaraciones del candidato a Presidente de La Libertad Avanza contra el Papa Francisco dejaron huella en buena parte de los católicos argentinos, incluidas las instituciones religiosas.
Tras llamarlo representante del diablo en la Tierra o asegurar que avala el robo y tiene afinidad con los comunistas asesinos", varias misas y declaraciones de condena se sucedieron contra Javier Milei.
A las críticas se suma ahora un documento de la Comisión Nacional de Justicia y Paz del Episcopado Argentino, en referencia al proceso electoral que vive la Argentina.
El órgano aseguró que “la construcción de la paz social de un país es una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos. En estos tiempos en nuestra Patria, en América Latina y en el mundo, el diálogo y la escucha deben convertirse en instrumentos permanentes de justicia y paz, fortaleciendo la amistad social (Francisco, Fratelli Tutti (FT,198-224)”.
Javier Milei, candidato a Presidente de La Libertad Avanza.
“En la recuperación de la democracia, al cabo de la noche más oscura, se soñaba con un ideal democrático con valores populares, que garantizarían la igualdad, el desarrollo económico, la integración republicana de la nación. Sin embargo, las pujas en lo económico y en lo político abrieron la puerta para una crisis de representación en las instituciones junto con un proceso de desintegración y fragmentación del cuerpo social. La democracia dejó de identificarse con la expresión de los intereses de las mayorías, del bien común, para pasar a ser una herramienta condicionada por poderes minoritarios o corporativos”.
En tal sentido, señala que “la existencia misma de la Nación como el ámbito fértil para el desarrollo de una vida en comunidad, que afiance los valores de la paz, de la igualdad, del trabajo, de la inclusión, de la justicia y de la equidad territorial para realizar juntos un proyecto en común, parece hoy amenazada”.
“Por ello, concurrir a votar en paz, el próximo 22 de octubre, será una contribución para afianzar una democracia que signifique ciudadanía plena, ejercicio de derechos, que asegure condiciones para el bienestar de nuestro pueblo, que supere la fragmentación, con sensibilidad social, que garantice igualdad de oportunidades, con independencia económica”, añade.
Tras establecer la necesidad de un pacto de gobernabilidad y expresar que “nadie se salva solo”, la Conferencia Episcopal sostiene que “es urgente devolver a la política, su carácter de ser una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien”.
“La acción política debe promover el cuidado de la vida, la dignidad humana, el trabajo digno para todas las personas y la eliminación del hambre y la exclusión”, señala, lanzando una frase con clara intención de que llegue al candidato libertario: “No hay verdadera libertad sin fraternidad, justicia social y paz”.
“A poco de cumplirse 40 años de la recuperación de la democracia y del estado de derecho, reiteramos nuestra disposición, en actitud de escucha, para promover y facilitar el diálogo entre las fuerzas políticas y sociales con el objetivo de que se alcancen los acuerdos que nuestra Argentina necesita”, finaliza el documento.
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