La anunciada decisión del futuro gobierno de Milei de cortar el financiamiento de iniciativas públicas hizo saltar las alarmas. Intendentes y sectores productivos, en guardia por el futuro.
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Por: Juan Pablo Carvajal y Javier Garbulsky
“Nadie podrá decir que Javier Milei no anunció lo que iba a hacer. Bueno, lo está haciendo”, aseguró un intendente de la Provincia ante el clima de preocupación que desató el anuncio del libertario de cortar el “chorro” de la obra pública desde el 10 de diciembre. Conscientes de que el hombre de la motosierra va a fondo, los intendentes bonaerenses ven con preocupación la posibilidad cierta de que la mayor parte de sus emprendimientos queden en la nada, abandonadas a su suerte por las empresas que las encararon tras ganar la licitación correspondiente.
En Nación calculan que más de 800 obras en territorio bonaerense, con fondos del Estado argentino, ya están finalizadas. Mientras tanto, otras miles, esperan por su avance, entre viales, hidráulicas, de cloacas o vinculadas a la salud o la educación.
Lejos de la resignación, aunque admitiendo que el presidente electo tiene el respaldo en las urnas para encarar las políticas que crea necesarias, los jefes comunales prometen buscar alternativas en medio de la desinformación.
“No sabemos qué definirá Milei al final, faltan datos como qué va a pasar con las obras ya iniciadas. Si tienen 20% de avance o están casi terminadas puede ser la diferencia entre la continuidad o la paralización”, señaló un alcalde peronista a este medio.
Sin demasiadas precisiones, varias empresas constructoras se adelantaron y comenzaron a enviar telegramas de despido -o no renovación de contrato- a los obreros de la construcción. La consecuencia del plan de ajuste no será solo la no realización de buena parte de los proyectos. Lo que preocupa a muchos jefes comunales es el impacto social y económico en sus distritos.
“Nosotros tenemos el 10% de la gente trabajando en la construcción, incluso mucha gente con los lotes del Plan Procrear. Y la mano de obra desocupada va a ir a golpearle la puerta a los intendentes, hasta para que los ayudemos porque se van a quedar sin obra soocial, los vamos a tener que apoyar para comprar algún medicamento con los pocos fondos que tenemos”, lamentó un mandamás del interior.
Entre los jefes comunales del PRO se nota una mayor comprensión al congelamiento. “Esto no puede seguir así, no hay más plata y hay que replantear todo. Sin seguimos por este camino vamos a la hiperinflación, y si no hay plata no se pueden seguir las obras”, lanzó un alcalde amarillo del Conurbano.
Los radicales, en tanto, oscilan entre la aceptación de las políticas que fueron votadas por el pueblo y la búsqueda de alternativas al parate. En tal sentido, buscan tender puentes con el gobierno provincial para sostener, al menos, algunos emprendimientos vitales para mejorar la situación social de sus habitantes. En la lista aparece la finalización de cloacas o provisión de agua potable, entre otras.
La preocupación alcanza, además, a empresarios y representantes sindicales, que mantienen reuniones con sus bases para recoger diagnósticos y posibles métodos de acción ante la inminente decisión de parar los trabajos.
“Las empresas emiten facturas con 60 días de antelación normalmente y están diciendo que no van a ejecutar más si no se les paga”, manifestó Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco).
El dirigente de la construcción evaluó que las obras que hoy ejecuta el Estado “van a tener que ser hechas por iniciativas privadas", explicando que “las que ya están comenzadas serán licitadas nuevamente para que las haga en sector privado. En el caso de que no haya interesados, se paralizarán, porque significaría que no tenían sentido económico”. Este esquema también se trasladó a actividades complementarias del sector como el caso de la industria, que sigue con preocupación las medidas anunciadas, además de enfatizar el efecto dominó al paralizar las obras públicas.
El impacto será generalizado y, tanto intendentes como sectores productivos, encendieron las luces de alarma en medio de una incertidumbre generalizada acerca del rumbo que tomará el nuevo gobierno.
DIEGO VALENZUELA (PRO) “Me gustaría hacer las obras, pero entiendo el por qué del recorte”
El intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela (PRO), aseguró que “acá votó la gente y hay un mandato claro de apoyo al cambio que propone Milei. Y todo el mundo, incluido el kirchnerismo, debería terminar de entender esto. Todas las propuestas que él está haciendo deben inscribirse en este contexto; no es el Milei que era panelista de Intratables, es el Presidente electo con contundencia”.
En cuanto a las obras públicas, sostuvo que “implica el freno de las mismas, sí, pero es entendible. Lo digo como economista y como responsable de la gestión de un municipio, no se puede seguir gastando más de lo que hay. Y atrás de eso está el endeudamiento, la inflación, la emisión”.
Además, dijo que ”cuando estén las nuevas autoridades veremos cómo será el nuevo modelo de iniciativa privada, qué pasa con las obras existentes si tienen un 20% de avance o si están a más del 80; si tienen fondeo con algún crédito internacional del Banco Mundial o la CAF. Yo tengo acá un túnel con dinero de la CAF, y al no ser dinero presupuestario no afecta la reducción del déficit. Distinto es el caso de obras que acordamos con el `Argentina Hace´, ahí estimo que no se van a hacer”. Valenzuela matizó al señalar que “me gustaría hacer las obras, pero entiendo el por qué del recorte. No podemos seguir financiando gasto público contra emisión monetaria e inflación. Otra cosa son los PROCREAR, para vivienda, ahí es más fácil que entre en un sistema de iniciativa privada”.
HORACIO SALAVERRI (CARBAP) “Hay que ver cuántas obras se afectan”
El presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), Horacio Salaverri, puntualizó: “Estamos a favor de una flotación libre para achicar la brecha cambiaria; y entendemos que se tiene que achicar, porque ese es un tema fundamental para la macroeconomía. Que no sea como la que se tiene ahora, con una brecha que tiene una tasa de interés del 140 por ciento y un proceso inflacionario del 150 por ciento”.
Respecto a las obras que comprenden al sector, Salaverri dijo: “La obra pública que se ha venido realizando fue el plan maestro del Río Salado, que es una de las principales que beneficia mucho al sector, pero el gobernador manifestó que tiene un endeudamiento garantizado, así que no creo que se afecte, pero hay que tener en cuenta las que tienen aportes nacionales para ver cómo repercute”.
En este punto, el referente agrario señaló que “en el caso de los caminos rurales el financiamiento siempre fue municipal. Entendemos que tiene que haber un abordaje distinto, pero más allá de algunos kilómetros que haya hecho la Provincia, el resto tiene que ver con la tasa vial. Pero habría que ver cuántas obras bonaerenses tienen afectación nacional”.
RICARDO ALESSANDRO (SALTO) “Yo estoy angustiado con este tema”
El alcalde de Salto, el peronista Ricardo Alessandro (UP), sostuvo que “esto nos afecta notablemente, tenemos la ruta 32 que une Salto con Pergamino; tenemos la calle Buenos Aires, la principal, en la que estamos trabajando, pero ahora no sé qué vamos a hacer porque los constructores están a full. Y tenemos 18 cuadras de las cuales se hicieron 11, porque tampoco viene la plata. Yo estoy muy angustiado con este tema”.
Además, el veterano jefe comunal de la Segunda sección sostuvo que “nosotros no somos un municipio que podamos bancar estas obras, hicimos mucho pero con esto no podemos si no nos dan una mano. Los del interior vamos muertos con esto”. Por otra parte, aseveró que “el otro problema es el de las empresas constructoras, porque si vos no les pagás te paran el trabajo. Y por lo que vemos va a pasar eso, no van a cobrar y van a despedir gente. Nosotros tenemos una empresa grande, Luciano S.A., que está haciendo viviendas, pero todavía no tenemos noticias de qué piensa hacer”.
FRANCISCO ECHARREN (CASTELLI) El frenazo y el peligro de volver al concepto de “municipios ABL”
El jefe comunal de Castelli, Francisco Echarren (UP) confió que “los intendentes estamos inquietos porque Milei hablaba de motosierra pero si lo escuchás hablar parece que va a detonar una bomba atómica. Y esta onda expansiva va a llegar a todo el país, particularmente a los municipios, que somos el primer mostrador. El freno de la obra pública va a generar un deterioro en el empleo formal. La obra es multiplicadora y esos salarios tienen un impacto positivo en nuestro comercio local”.
El alcalde peronista añadió que “sin el apoyo de Nación, un municipio como Castelli sólo podría hacer obras de mantenimiento, no tenemos la capacidad económica-financiera para hacer obra nueva. Y esto que Milei propone de la inversión privada es una gran mentira, es insostenible en términos reales”. Y lo ejemplificó, al sostener que “una vivienda social, con el esquema que plantea él, tendría una cuota de entre 250.000 y 350.000 pesos, y no hay familia que pueda hacer el repago para que la empresa pueda tener rentabilidad. Las empresas hacen obras si van a tener rentabilidad, y es correcto eso. Lo que no es aceptable es que el presidente electo diga que, incluso la obra que está en curso, debe pasar a un sistema de inversión privada. Para los municipios eso sería un gran retroceso y volver al sistema de municipios ABL, de hacer alumbrado, barrido y limpieza”. Finalmente, el jefe comunal refirió que “sólo con la obra nacional y provincial tenemos 300 trabajadores, serían sueldos menos que se consumen en el comercio local. Nosotros tenemos 47 obras abiertas y peligra la realización de todas ellas”.
FABIAN CATANZARO (SEVINA) “Las empresas empiezan a cubrirse con telegramas a los trabajadores”
Fabián Catanzaro, secretario gremial del Sindicato de Trabajadores de Vialidad Nacional (SEVINA), aseguró que “han planteado parar casi 4.000 obras en curso. Sería un desastre. Significaría el despido masivo de trabajadores, que podrían llegar a los 200.000 en este sector y en todos los sectores que intervienen en la obra pública”. Agregó que “por otra parte, habrá una catarata de juicios que vendrían por parte de las contratistas, por el incumplimiento del contrato”.
El sindicalista sostuvo que “hoy ya se están viendo las repercusiones porque las empresas, metidas en una rueda de certificaciones de servicios y de pagos por obras realizadas, al ver que se puede cortar la cadena de pagos en enero y febrero, ya empiezan a tomar sus precauciones. Por eso, a partir de estos comentarios mediáticos, ya las empresas empiezan a cubrirse con telegramas a los trabajadores”. Catanzaro evaluó que “tanto Milei como (Guillermo) Ferraro, su futuro ministro de Infraestructura, nos plantean volver a un esquema de concesiones, volver al esquema de los ´90n que fue un desastre, y no sólo en la parte vial. Volver al sistema de participación público privada, como en el gobierno de Mauricio Macri, donde no se hizo una sola escuela ni un hospital. Y en el ámbito de las rutas, el único sector donde se pudo desarrollar esta política, hizo menos del 2% de la obra y a un costo millonario. Entonces, en tres años se había triplicado el costo de las iniciativas por la suba de intereses de los bancos que financiaban esas obras”.
GUSTAVO ARRIETA (ADMIN. NACIONAL VIALIDAD) “Sin la presencia del Estado no se puede mejorar la calidad de vida”
El Administrador Nacional de Vialidad, Gustavo Arrieta, consideró que “la situación ha cambiado drásticamente desde la semana pasada, puesto que en una primera instancia el presidente electo dijo que se iban a respetar los contratos y luego dijo que la obra pública se parará a cero”. El exintendente de Cañuelas añadió que “ante la falta de certeza acerca de si van a cobrar y ante la rotura de la ecuación económica financiera, las empresas piden a Vialidad una neutralización de los contratos. Esto trae aparejado ya los primeros despidos en el sector, relacionados con el personal de la UOCRA”.
Arrieta consideró que “lo que proponen es una iniciativa a la chilena, donde todo se ha llevado adelante por la iniciativa público-privada”, explicando que “Chile tiene una organización institucional muy centralizada y bastante unitaria de todo su territorio. El 90% de sus rutas son nacionales. Toda la extensión de la red vial chilena no sobrepasa el 15% del total de la argentina. De toda la red, de alrededor de 120.000 kilómetros, sólo hay 4.000 o 5.000 que pueden presentar algún tipo de interés para la iniciativa privada, como los principales accesos a las grandes ciudades, principalmente CABA y las conexiones con los puertos”.
Finalmente, dijo que “otro desafío es el de la obra que no es Vial, la del asfalto, cordón cuneta, cloacas, planta de tratamiento, agua corriente. Sin la presencia del Estado es imposible mejorar la calidad de vida de la gente, porque tendríamos que hablar de vecinos y frentistas teniendo que hacerse cargo de los costos de la obra”.
ESTEBAN SANTORO (UCR) “No se puede frenar a 0 la obra pública”
Esteban Santoro, alcalde radical de General Madariaga, sostuvo que “no se puede frenar a cero la obra pública porque hay muchas que ya están iniciadas, muchas que son necesarias. Pero además esas obras mueven el amperímetro de la economía del país y difícilmente se puedan hacer de forma particular. Si no vienen de la Nación o la Provincia no se pueden realizar obras de envergadura porque la coparticipación que recibimos es exigua, las tasas que se cobran no son las mejores y tampoco se pueden cargar sobre los vecinos”.
Y añadió que “en Madariaga se están haciendo obras de saneamiento (una planta depuradora), fundamentales para el mejoramiento de la calidad de vida de los vecinos. No son obras suntuosas o faraónicas que podrían esperar o demorarse. Hay que dejar pasar este tiempo de euforia de los ganadores y el duelo de los que perdieron y que se vayan tomando las decisiones concretas. La situación económica del país es hoy muy grave, no avizoro buenos momentos en el futuro inmediato, y con Massa hubiese sido lo mismo”.
DANIEL ROSATO (INDUSTRIALES PYMES) "Se está sintiendo porque hay proyectos que se postergan”
La industria es un sector complementario al abastecimiento de obras públicas. Desde el sector manifestaron su inquietud respecto a los primeros anuncios del equipo de La Libertad Avanza. En este punto, el titular de Industriales Pymes Argentinos, Daniel Rosato, manifestó: “El área de la industria también abarca a la construcción, porque si eso se para, también afecta al acero y a todos los suministros. Esto es un efecto dominó, porque cuando se para uno de los eslabones de las cadenas productivas afecta a los otros. De todos modos, Argentina ha entrado en una situación recesiva, que tiene que ver con la incertidumbre, producto de lo que no se sabe lo qué va a pasar con el dólar y el tipo de cambio, y hay mucha especulación que va afectar a la industria. Por eso se necesitan mensajes claros y concretos de lo que va a pasar”.
Respecto a los coletazos de los anuncios del gobierno electo, el presidente de Industriales Pymes Argentinos, dijo: “Se está sintiendo, porque hay proyectos que se postergan o se paralizan, como por ejemplo los que tienen que ver con fabricación y proyectos productivos que tienen que esperar para tener más claro el panorama y haya anuncios de medidas más concretas”.
Sobre la reacción y contacto con las autoridades electas, Rosato comentó: "Vamos a pedir una reunión con el Presidente o con quién designe en el área industrial, para hablar de la proyección a futuro. Se está hablando de un libre comercio y lo que nosotros planteamos es bajo qué condiciones vamos a generar esa apertura para que la industria no se vea perjudicada".