El pasado 29 de noviembre comenzó, para algunos, a gestarse el definitivo y pronosticado distanciamiento entre la UCR y el PRO en la provincia de Buenos Aires. Ese día, boinas blancas y amarillos cavaron la zanja que los puso en veredas enfrentadas a cuenta de un proyecto de vital trascendencia para Kicillof.
El elemento disociador fue el proyecto de endeudamiento girado por el Ejecutivo al Senado (sería replicado en la Cámara baja), que alcanzaba el equivalente a U$S 150 millones para zanjar huecos financieros del Estado provincial. Así, los hasta entonces socios hicieron rancho aparte, con bloques separados.
En aquella oportunidad, los alcaldes y legisladores del radicalismo habían llegado a un principio de acuerdo para avanzar en el OK a la solicitud. Los alcaldes opositores pidieron el pago de las deudas que el Gobierno tiene con los municipios.
Los alcaldes del exJuntos pulieron la cifra consolidada y llegaron a un monto. “El número que manejan los intendentes es de $ 7.000 millones, 4.500 millones de los del PRO y otros 3.500 de los municipios radicales”, aseguró un legislador boina blanca.
Esta, no obstante, no fue la única condición para levantar la mano para conseguir el endeudamiento. También pidieron garantías para recibir fondos para obras, ante la motosierra que prometió -y comenzó a ejecutar- el gobierno de Javier Milei.
Tras largas horas de “rosca”, la iniciativa se cayó, desatando la ira del oficialismo, que culpó del fracaso a los intendentes del PRO, quienes se mantuvieron inflexibles con su exigencia: “Si antes no depositan el dinero de las deudas, no nos sentamos a negociar nada”, señalaron en aquella tarde-noche.
Casi un mes después, como suele suceder en este país, vuelven a instalarse como una repetición del pasado posturas similares. Con un pedido que, se anticipa, será de una toma de deuda mayor, los intendentes de la oposición vuelven a tener la palabra, con los legisladores como polea de transmisión de sus reclamos y condiciones.
Agustín Máspoli, titular del bloque radical en el Senado bonaerense.
En la Legislatura se preparan para sesionar esta semana, con la reforma de la estructura ministerial como eje central. Sin embargo, todo está preparado para el plato fuerte de la siguente semana, con el pedido de Endeudamiento y la Ley Impositiva Fiscal como estrellas centrales. ¿El Presupuesto?, nada por ahora, con grandes chances de que se prorrogue el de este año.
Ante un nuevo pedido para tomar deuda, los radicales aseguraron a La Tecla.info que mantienen activos los contactos con sus intendentes, que les han hecho llegar sus pretensiones. De hecho, algunos de ellos confirmaron que anoche tuvieron una reunión virtual con los diputados y senadores para poner blanco sobre negro.
No solo eso, sino que este jueves una delegación boina blanca se verá las caras con el ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López. Al encuentro irán los titulares de las bancadas del radicalismo: Agustín Máspoli, por parte de los senadores y Diego Garciarena, de Diputados (no está claro si también asistirá el representante del otro espacio de la UCR en la Cámara baja, Claudio Frangul).
En noviembre pasado, el ministro López acudió a la Legislatura a explicar el proyecto.
En tanto, el designado por los jefes comunales radicales saldrá de una reunión virtual que este mediodía mantendrán vía Zoom.
Diferente es, una vez más, la postura de los alcaldes del PRO. En diálogo con este medio, uno de ellos sostuvo que “las cosas no han cambiado. “Primero vamos a exigir que paguen las deudas exigibles. Después vemos el resto”, lanzó.
Aunque la última frase tiene una vuelta de tuerca: si antes no se deposita el dinero de lo adeudado, ni siquiera van a sentarse considerar la cuestión del endeudamiento y, por ende, se anticipa un rechazo de los legisladores del PRO a la iniciativa en ambas cámaras.
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