Mano a mano con La Tecla, el presidente de la Cámara de Diputados habla de la actividad legislativa, del armado de las comisiones, del PJ y de su obsesión por recuperar el idilio del peronismo con la gente. También de la noche, su familia y un miedo que no puede superar

“Tenemos que trabajar para volver a ser confiables”

Alejandro Dichiara, titular de la Cámara de Diputados bonaerense, se presta a un mano a mano donde no sólo hay definiciones políticas y sobre el trabajo legislativo, sino también cuestiones más íntimas, como el apodo que le pusieron sus hijas para chicanearlo y el insuperable miedo a la muerte.

-Preside una cámara muy heterogénea, con muchos bloques. ¿Cómo se maneja eso, con tanta atomización?

-Lo bueno de esto es entender el rol que nos toca ocupar aquí y que todos lo interpretemos. Tenemos que tratar de aprobar y de mejorar cada una de las leyes que vienen desde el Ejecutivo, que son las que llevan adelante iniciativas del Gobernador para cambiar la vida de la gente. El hecho de que haya muchos bloques, a veces parecería muy difícil, y quizá para el trabajo diario es más fácil. Al haber tantos quiere decir que los partidos políticos mayoritarios están bastante fragmentados. Desde la presidencia voy a tener la misma deferencia para el diálogo con todos, desde el bloque del PRO, que es el segundo en número, hasta los monobloques. Todos los legisladores pueden hacer aportes importantes, todos van a presentar proyectos, y debemos tener respeto para tratarlos. No me preocupa mucho la fragmentación, es una situación que se ha dado por los distintos matices que tiene hoy la política

-¿Quiénes son sus laderos, los diputados más cercanos?

-Tengo una excelente relación con el vicepresidente, que es Alexis (Guerrera), y con (Rubén) Eslaiman, que vienen del Frente Renovador, pero las dos personas más importantes que encontré desde el inicio de mi gestión son Juan Pablo de Jesús y Facundo Tignanelli. Juan Pablo es clave, porque es el hombre que lleva el Presupuesto en la cabeza, que tiene un equipo de trabajo muy fuerte, que conoce la parte administrativa y legal de la cámara como pocos, y al que le gusta muchísimo el trabajo legislativo. No es fácil que te guste el trabajo legislativo. A los que venimos de los ejecutivos nos cuesta un poco, y a él le encanta. Y Facundo es un presidente de bloque que a cualquier presidente de la cámara le gustaría tener. Una persona que tiene poder, que sabe aplicarlo y que, a su vez, respeta mucho a los compañeros. Me encontré con una versión de Facundo que me sorprendió, por su madurez. Le tirás un problema y te tiene tres o cuatro respuestas. Y los dos han sido muy generosos conmigo. Son pilares fundamentales para la presidencia, al igual que la relación con Federico (Otermín). Dialogamos permanentemente, y me explicó mucho el funcionamiento. Y, obviamente, nuestro bloque y los presidentes de las otras bancadas, con los cuales tengo un buen diálogo. También es clave el apoyo de los vicepresidentes, que este año son cuatro. Me siento muy respaldado.

-¿Cuáles son las cosas más urgentes, para legislar en lo inmediato?

-A mí me preocupa lo que viene por afuera de la cámara. Me preocupa la política, el alejamiento de los políticos para con la gente. Tenemos que tratar de volver a enamorar a la gente. Que la gente entienda que quienes estamos en política, lo que tratamos de hacer es trabajar todos los días para modificar la realidad y la vida de cada uno de los bonaerenses. Hay como una ruptura de la sociedad con la política, y me parece que la única forma de volver a conquistarlos, a enamorarlos, es demostrar que uno es creíble, y que trabaja todos los días para mejorarles la vida a ellos. De lo legislativo puedo decirte que, obviamente, vamos a acompañar al Gobernador, tratar de votarle todas las leyes, o mejorarlas en las comisiones. Pero, fundamentalmente, tenemos que trabajar para volver a ser confiables para la gente. Esta elección y el triunfo de Milei nos marcaron el punto de inflexión para que entendamos que se rompió algo con la sociedad, y que tenemos que volver a lograr esa relación que en su momento tuvieron Alfonsín, Kirchner, Menem, Duhalde, Cristina. Hay un rompimiento de la relación entre la gente y la política, y me obsesiona el tema de tratar de volver a ser confiables.

-¿Qué le preocupa de la política?

-El no acercamiento con la gente, el parecer que porque somos políticos estamos alejados de la realidad. Yo, en mi pueblo, camino las calles todos los días. Voy los fines de semana a Monte Hermoso y voy a comer a la casa de la Negra Ustarroz, como voy a comer a la casa del escribano Hugo Alvarez Bayón, y escucho las realidades de uno y otro. Y me junto con las instituciones. Todo el mundo tiene mi teléfono, que es 221-567-3362. Y si no puedo atender te digo “en un rato te llamo”. Después podés solucionarle o no el problema a la gente, pero lo mínimo que podés hacer es atenderla. Eso, que hacen muchísimos políticos de distintos partidos, es lo que tenemos que tratar de volver a hacer como una cosa normal. Somos más los que trabajamos de esa manera que los que no honra a la política.

-Si hacen todo eso, ¿por qué se produce este distanciamiento?
-Porque, seguramente, hemos hecho las cosas mal nosotros. Si no hacemos un mea culpa de los errores que cometimos, nunca vamos a reconstruir la relación, eso es indudable.

-¿Y esa autocrítica está?

-Creo que no, que falta mucho. Nosotros no podemos echarle la culpa a la gente de que Milei es Presidente. Para que Milei haya sido Presidente, indudablemente, hay un fracaso de los partidos mayoritarios. Digo de los partidos porque no nos olvidemos de que el PRO salió tercero, que el radicalismo salió tercero, y que quien maneja la seguridad de la Argentina fue la candidata que salió tercera y quedó afuera del balotaje. Y no nos olvidemos de que el ministro de Economía es el tipo que tomó la deuda a sola firma más importante en la historia argentina con el FMI. Que suceda todo eso es porque cometimos errores, la gente se disgustó, buscó un candidato disruptivo y hoy tenemos que soportar las consecuencias. Tenemos que hacer una oposición constructiva, trabajar para mejorar y volver a un proyecto que enamore, como lo tuvieron Néstor, Cristina y muchos líderes políticos importantes; y entre todos tratar de sacar a la Argentina adelante.

-¿Los partidos políticos están en crisis?

-Desde su irrupción, el PRO y el kirchnerismo acompañan fuertemente el liderazgo del Partido Justicialista y de la Unión Cívica Radical. Hoy me parece que está un poco más separado el PRO del radicalismo que el kirchnerismo del peronismo, pero hay un nuevo mapa en la política. El bipartidismo, de alguna forma, no está en la escena como lo único que existe. Me parece que es todo lo contrario, y se ha ampliado la base de sustentabilidad de la política con la aparición de diferentes actores y de partidos; y no creo que esto sea malo. -¿Qué opina del caso Chocolate? -Me sorprendió en su momento, cuando vi las noticias, como nos sorprendió, creo, a todos. Desde un comienzo la cámara estuvo a disposición de la Justicia para todo lo que sea necesario en la investigación, y así va a seguir siendo en todo lo que corresponde. Ahora está en manos de la Justicia y, por supuesto, queremos que el hecho se esclarezca.

EL PERONISMO
“Máximo tiene mandato hasta 2025 y no hay por qué adelantar nada”

-Cristina dijo “tomen el bastón de mariscal”, y parece que todavía está en el aire. ¿Nadie puede, nadie quiere?

-Institucionalmente tenemos un representante, que es el más importante que tiene el peronismo de la Argentina, que es el Gobernador. Kicillof ha ganado las elecciones, el Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires ha ganado las elecciones nuevamente, a pesar de haber perdido la nacional. Tenemos 84 municipios, lo que quiere decir que el peronismo está vivo. Hay hombres y mujeres que pueden representarnos tranquilamente. Debemos hacer un trabajo sólido y tener un proyecto que nos lleve a volver nuevamente a enamorar a la gente. Para eso debemos tener credibilidad por sobre todas las cosas. Tenemos un Gobernador que la tiene, muchos intendentes e intendentas que la tienen, y está en nosotros trabajar conjuntamente y nuclearnos para volver a lograrlo.

-¿El PJ bonaerense debe adelantar la discusión por la renovación?
-No, no. El PJ bonaerense ganó la provincia de Buenos Aires, no perdió. Ganó Axel, ganó Máximo (Kirchner), ganó Verónica (Magario) y ganamos 84 intendencias. Sí, seguramente tenemos que tener una autocrítica y un espacio de diálogo, de reflexión y de construcción muy fuerte. Creo que eso, Máximo lo entiende, y me imagino que pronto empezará a caminar para charlarlo con todos y cada uno de los compañeros, no solamente con los que integramos la mesa de conducción del partido, sino con los muchísimos compañeros y compañeras que hay en el interior. Pero los plazos son muy claros: Máximo tiene mandato hasta el 2025 y no hay por qué adelantar absolutamente nada.

-¿Hay que empezar a construir un candidato a Presidente o ya está en proceso de construcción?

-Falta mucho. Si queremos empezar a hablar de quién va a ser Presidente en cuatro años estamos equivocando el camino. Debemos trabajar todos los días, principalmente a nivel nacional, para hacer una oposición constructiva, que defienda los derechos que tanto nos costó conquistar. Y en la Provincia para demostrarles a todos los que confiaron en nosotros que somos la mejor opción para gobernarla; y después, a partir de ese trabajo, se empezarán a construir liderazgos que tengan que ver con la posibilidad de tener la mejor fórmula electoral de cara a una legislativa dentro de dos años y una ejecutiva dentro de cuatro. Hablar hoy de quién va a ser el Presidente dentro de cuatro años es no acertar cuál es el camino correcto y faltarle el respeto a la sociedad.

“Me asusta pensar que te morís y no volvés más”

-Ese miedo que dijo que le tenía a la muerte…
-Es tremendo. Terrible cagón soy. Terrible cagón.

-¿Y con la edad se supera?
-No, al contrario. Me estoy dando cuenta de que se me está viniendo el... Se está pasando el cuarto de hora. ¿Sabés qué me asusta? Decir “te morís y no volvés más”. Yo necesitaría encontrar un libro de autoayuda que me asegurara que hay vida después de la muerte.

-¿Y qué cree que hay después?
-Quiero creer que hay vida y que es mejor que esta, para cuando me toque morirme. Y a medida que pasan los años, seguramente voy a creer mucho más. A mí me asusta el solo hecho de pensar que te morís y no volvés más. Porque si me decís “vas a estar veinte años durmiendo pero dentro de veinte años volvés”, me entrego, pero no volver me pone muy mal.

MAS ACTIVIDAD
“Tendremos un día fijo de sesiones: el segundo miércoles de cada mes”

-Venimos de un año político particular y la Legislatura estuvo bastante frenada. ¿Cuál es el objetivo para el primer año como presidente de la cámara?

-En ninguna función ejecutiva, y tampoco, en este caso, legislativa, uno puede hacer todo solo, necesita tener compañía. En este caso la idea es trabajar en conjunto con todos los bloques. Que no sea un año político me parece que puede favorecer este trabajo. Entonces creemos que lo mínimo que tendríamos que lograr es tener entre 10 y 12 sesiones anuales. Tendremos un día fijo de sesiones, que va a ser el segundo miércoles de cada mes, a las diez de la mañana. Como mínimo, el objetivo es ese. Y después habrá un trabajo de acercamiento con la gente, queremos que la cámara sea mucho más dinámica. Vamos a hacer un trabajo muy fuerte en muestras, charlas, debates no solamente para los empleados sino también para los ciudadanos. Queremos tratar de volver a que los estudiantes de todos los municipios vengan a La Plata a hacer un raid por la Municipalidad, la Catedral, la Cámara de Diputados. Me parece que es una forma de mostrar no solamente la ciudad sino también la tarea legislativa y acercar la cámara a la gente. Y queremos ir también al interior de la Provincia para escuchar, ponernos a disposición, ver en qué creen que podemos ser útiles. Y acompañar al Ejecutivo, para mostrar una solidez de trabajo entre uno y otro, que es lo que busca el Gobernador desde el inicio de su gestión.

-Había hablado de una presidencia de puertas abiertas.
-Sí, totalmente. De puertas abiertas, de mucho consenso. La forma de trabajo que tuve toda la vida. La idea es trabajar en grupo, con una oposición que ha demostrado hasta ahora que tiene ganas y que va a trabajar con nosotros. Hemos sacado todo el paquete impositivo que ha mandado el Gobernador, con los dos tercios. La idea es tener un año de trabajo donde seamos muy respetuosos. Siempre digo que una de las bases de mi formación política es el sentido común y no hacer lo que no me gustaría que me hicieran. La política es un círculo: uno a veces está arriba y otras veces está abajo. Lo que está bueno es no perder la esencia de hombre de bien, y en eso nos entendemos bastante bien con todos los diputados, y vamos a tener un muy buen año de trabajo.

REFORMAS
Reparos a la unicameralidad y la difícil discusión por la representación

-¿Qué opina de las propuestas para una Legislatura unicameral?

-Me gustaría escuchar el proyecto, la propuesta puede sonar linda. Hay cosas que a lo mejor suenan lindas, pero quien quiere llevar adelante esto es alguien que seguramente está en contra de la política y del Estado ¿Para qué vamos a tener 92 diputados y 46 senadores si podemos tener muchos menos y achicamos el Estado? Ahora, me gustaría saber cuál es la propuesta real, qué significa, qué podemos tener de consecuencia. Debe haber un debate sólido de todos los integrantes de cada uno de los bloques, de los partidos políticos, y a partir de ahí tomar la definición que entendamos que es la mejor, con convicción y no llevados por una propuesta que para muchos puede llegar a enamorar a la gente. Si damos ese paso falso, después es difícil volver.

-¿Hay que rediscutir la distribución de los legisladores de las secciones electorales?
-Es un debate muy complejo. Ahí, seguramente, nos vamos a encontrar con una pelea muy grande entre el Conurbano y el interior. Creo que es una discusión en donde va a ser muy difícil llegar a tener la posibilidad de un consenso y quizá va a llevar a un enfrentamiento entre el Conurbano y el interior que no me parece que vaya a llegar a buen término.

ARMADO DE COMISIONES Y LA VUELTA DE LA PRESENCIALIDAD
“La pandemia nos llevó a la virtualidad, y eso te saca lo más importante”

-¿Cómo viene el tema de la integración de las comisiones? ¿Deben reflejar la composición de la cámara o el oficialismo debe tener preponderancia?
-Las comisiones tienen que ser repartidas de acuerdo al porcentaje de importancia nominal que tiene cada bloque. En el caso nuestro nos corresponde casi el 40 %, y pediremos también la presidencia de las más importantes, como ha venido siendo hasta ahora. Es un trabajo que estamos desarrollando en este momento con todos los bloques y la Secretaría Legislativa. Me puse muy contento de que el secretario legislativo sea Gervasio (Bozzano), con quien tengo una relación casi personal muy fuerte. Estamos viendo cuántas de las 46 comisiones nos corresponde a cada uno de los bloques, y les hemos pedido a los 92 diputados que nos digan cuáles son las preferencias, para presidir cada una de las comisiones o para integrarla. La idea es que todo el mundo esté contento e integre, por lo menos, dos o tres comisiones y se lleve adelante un trabajo importante. La idea es que, por lo menos, dos veces al mes las comisiones funcionen, y que, por lo menos, una vez lo hagan con presencialidad. La pandemia nos ha llevado a la virtualidad, y eso te saca lo más importante de una reunión de comisión, que son las relaciones humanas, la posibilidad del diálogo y la discusión mano a mano. Vamos a tratar de que los legisladores estén, por lo menos, presentes en las comisiones una vez al mes sí o sí, y que tengan debate.

BUSCAVIDAS
“Me gustaba la noche, pero también estudiaba y tuve una familia normal”

-Alguna vez contó que en Monte Hermoso fue disc jockey, guardavidas, atendió un pub, tuvo un videoclub y fue empleado bancario. Si tuviera que hacer de nuevo alguno de esos trabajos, ¿cuál elegiría?

-Guardavidas, seguro que no. Empleado bancario, tampoco me gustó. DJ, sí me gustó. Tuve pubs. Siempre estuve más ligado a la noche que al día. Yo digo que la noche también enseña mucho, porque no es tan mala como muchos dicen. Las cosas malas no suceden a la noche únicamente, suceden de día también. Y en la noche uno aprende el sentido común, a conocer a la gente, tener calle, como muchos dicen. Y la calle después te ayuda en cualquier trabajo. No me arrepiento de nada de lo que hice. El haber vendido rifas también me ayudó mucho en el hecho de ser caradura. El deporte, también. Jugué al fútbol casi en forma semiprofesional, y eso me ayudó a ser una persona sana. A mí no me gusta decir que la época anterior siempre fue mejor, pero en nuestra época, el ídolo era el deportista y el buen alumno. Yo egresé de la secundaria, que es hasta donde hice, nunca me llevé ninguna materia y era abanderado. Era disc jockey, era guardavidas, me gustaba la noche, pero también estudiaba y tuve una familia normal. Tuve mis padres que me criaron dentro de una familia con mucho amor y enseñándome las cosas de la vida. Mi viejo, cuando empecé en política me dijo: “Yo te voy a acompañar en todo lo que te guste, si realmente te gusta esto, pero nunca dejes de ser quien sos y nunca pierdas los orígenes”. Y me parece que esas son bases y pilares fundamentales para que una persona crezca de la manera que uno puede crecer en un pueblo. No me arrepiento de nada de lo que hice, pero de los trabajos me pareció mucho más divertido el hecho de ser DJ.

ENOJOS Y DIFERENCIAS GENERACIONALES CON LAS HIJAS
“Me dicen Pedro Picapiedra en mi casa, me vuelven loco con eso”

¿Qué lo enoja?

-No soy de enojarme mucho. Cuando me enojo, me enojo, pero trato de ser calmo, más en este momento de mi vida, donde me llegó la oportunidad de tener el trabajo más importante de mi carrera política. Mis jefes de prensa no me dejan tener la posibilidad del dedo cerca (risas), porque soy tremendamente contestatario. Siendo intendente respondía a todas las cosas que me escribían en Instagram y Twitter. No tengo Facebook, porque me parece la peor de las redes sociales. La injusticia me molesta mucho y me enoja la crítica artera. Al ser un hombre de consenso y de diálogo, que te digan ladrón, sinvergüenza, molesta. No soy ladrón, no soy sinvergüenza; soy político, trabajo de político y me honro de trabajar de político. Me gusta honrar a la política trabajando todos los días, dándole mi teléfono a la gente, tratando de solucionar un problema, atendiendo personalmente, escuchando a la gente en la calle. Aprendí a darle un beso y un saludo afectuoso a todo el mundo. Y decir buen día, buenas tardes, permiso y gracias, que son las cosas que no se tienen que perder.

-Sus hijas, que son de otra generación, ¿también lo frenan en eso?

-Sííí, me frenan muchísimo. Aparte discutimos mucho, también. Las generaciones de hoy tienen un pensamiento totalmente distinto en un montón de cosas. A mí me dicen Pedro Picapiedra en mi casa. Las chicas me vuelven loco con eso. Les digo que traten de entendernos a nosotros, que venimos de una generación diferente, que creció de una forma diferente, y que respeten también eso. Yo las entiendo, las interpreto, trato de aggiornarme a la actualidad, pero muchas cosas de la realidad de hoy no tienen nada que ver con la crianza que tuvimos, entonces nos tenemos que adaptar mutuamente.

MUCHOS RECONOCIMIENTOS
“Siempre hay que ser agradecido con quienes te dieron la posibilidad”

-Nombra a Alberto “Pirucho” Abraham como el gran mentor de Alejandro Dichiara político. Los dos llegaron a la Legislatura desde un distrito muy chico, de esos que generalmente quedan relegados en las listas. ¿Cuál es el secreto de Monte Hermoso?

-No sé si Monte Hermoso. Yo soy muy agradecido y siempre digo que todo lo que tengo es gracias a mi familia, mi señora y mis dos hijas; y al pueblo de Monte Hermoso, que me dio absolutamente todo. Y soy muy agradecido a Pirucho, que es el que me formó políticamente y fue mi padre político. Soy muy agradecido también con los jefes que tuve. A mí me trajo por primera vez, en el año ‘98, como secretario de Turismo de la Provincia, Trato Brown. Después me trajo, en el 2004, como su jefe de Gabinete, Rafael Magnanini, que era ministro de la Producción. Ahí conocí y fui jefe de gabinete de Gustavo Lopetegui y de Martín Lousteau, con quien tengo una excelente relación. Después trabajé durante mucho tiempo con él y me hizo senador Florencio Randazzo. Y hoy llegué a este lugar acompañado ni más ni menos que por Axel, Sergio, Máximo, los intendentes del Conurbano que trabajamos en el mismo grupo. A cada uno de ellos le debo parte de mi vida política. Como con ellos por lo menos una vez al mes y somos muy respetuosos de cada una de las posturas políticas que podamos llegar a tener. En la carrera política que uno construyó, siempre tiene que ser agradecido con quienes le dieron la posibilidad para poder destacarse y trascender.

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