Obras públicas y licitaciones en el freezer, el karma de los intendentes de la Provincia

El denominado "efecto motosierra", provocado por la política de recortes dispuesta por el gobierno que encabeza Javier Milei, se siente con fuerza en todas las estructuras del Estado.

Los municipios no son la excepción y, como una cascada, arrasa con muchas de las acciones que los intendentes despliegan como parte de su gestión a nivel comunal.

Por caso, las obras públicas financiadas con fondos de Nación han quedado en el limbo, una nebulosa que no se disipa y que pone un signo de interrogación acerca de su continuidad.

Los jefes comunales aseguran que aún no tienen en claro, más allá de los discursos y las pocas aclaraciones, si van a continuar o si, por el contrario, van a paralizarse de manera temporal. "En el caso de que sigan, tampoco nos dicen de qué manera seguirán, quien se hará cargo de las mismas, si una empresa privada o el Estado", un alcalde radical del interior bonaerense.

Desde el grupo de intendentes opositores también apuntan hacia la gestión de Axel Kicillof. "Es cierto que desde Nación no hay directicas claras, pero la Provincia debería dar, a esta altura, alguna pista de cuáles obras seguirán y cuáles se paralizan. Y si alguna va a quedar bajo responsabilidad del Estado provincial", señaló el mandamás de un territorio PRO.

Sin embargo, no solo la amenaza de paralización recorre los territorios, sino también el fantasma de la inflación, que hace imposible mantener precios y obliga a los jefes comunales a renegociar con las empresas los costos de manera casi mensual.

En diálogo con La Tecla.info, el jefe comunal de General Viamonte, Franco Flexas, aseguró que "en cuanto a las obras hace meses que no podemos hacer nada porque las empresas no quieren presentarse porque a cada rato les cambian los valores". 

"Es algo lógico, ningún empresario quiere presentarse a una obra con un periodo mayor a dos meses", añadió el jefe comunal de la UCR.

Son varios ya los alcaldes que, además, comienzan a notar que las empresas se muestran reacias a presentarse a otro tipo de concursos de precios y licitaciones para proveer de distintos productos a los municipios.

"Eso lo que produce es que se presenten los mismos de siempre, los que ya se conocen, y el resultado de esa falta de competencia es que los precios no puedan ser más bajos", evaluó un mandamás peronista.