Eduardo Lucita: "Si fuerzan una devaluación se reanima todo el problema inflacionario"
El economista realizó un repaso sobre el plan económico de Javier Milei y las consecuencias en la sociedad. "El que pierde en este contexto es el pueblo trabajador en general", aseguró.
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El integrante de Economistas de Izquierda (EDI), Eduardo Lucita, dialogó con La Tecla sobre lo que dejaron los primeros meses de gobierno de Javier Milei. En ese sentido, se refirió al impacto de las medidas económicas.
-¿Qué evaluación hacés de los primeros tres meses del gobierno de Milei?
-En estos primeros meses se está experimentando un gobierno inédito en el mundo porque es el único caso de un anarcocapitalista en la presidencia de la nación y nunca hubo en el mundo un ajuste tan profundo y tan rápido. Todo sobre la base de controlar la inflación, reducir a cero la emisión monetaria, lo que significa llevar a cero el déficit fiscal total. Es, como dice Milei, un ajuste de 15 puntos del PBI, de 5 en el sector financiero y de 10 en el ajuste del tesoro. El resultado inmediato de esto, que es también buscado, porque hay que recordar que en la campaña electoral Milei hablaba de estanflación, es decir, que la economía iba a marchar un estancamiento y que iba a haber inflación. Al empezar con una devaluación del 118%, provocaron un tremendo fogonazo inflacionario. La inflación de diciembre fue el 25%, la de enero el 20% y la de febrero el 13%. Fue un fogonazo inflacionario. Y la economía comenzó a caer. Hay que tener en cuenta que el cierre del 2023 terminó con una caída del PBI de 1.6%.
-¿Quiénes son los ganadores y los perdedores en estos primeros meses?
- El que pierde en este contexto es el pueblo trabajador en general. No solo los trabajadores sin trabajo, no solo los desplazados, los oprimidos que viven de planes, sino también vemos que son los trabajadores ocupados, sus salarios se han derrumbado e incluso ya comienzan las suspensiones y los despidos, la baja de horas extras. Si uno piensa en las pymes, en los comercios minoristas, que el que tiene tres empleados está dejando dos, el que tiene dos deja uno, hay una desocupación hormiga que no se ve. Tenés una empresa de 200 trabajadores, despide a 100 y sale en todos los diarios. Pero hay 100 pequeños comercios que despiden a una persona cada uno y no salen en ningún lado. La recesión es más profunda de lo que creo que, incluso, preveía el Gobierno.
-Se especula con una posible devaluación, ¿cree que esto es posible?
-Esa es una gran discusión entre los economistas y en el propio Gobierno. Porque Caputo se niega a devaluar y la verdadera ancla inflacionaria es el tipo prácticamente fijo. Se devalúa en “crawling peg”, que es de 2% diario, es muy poco. Está fijada, hicieron una devaluación demasiado elevada que provocó el shock inflacionario, pero después se estancó ahí. Hoy, con el proceso inflacionario, esa devaluación ya prácticamente se la comieron. Hay toda una discusión si van a poder mantener ese tipo de cambio. Y poder mantener ese tipo de cambio depende de la actitud de los exportadores. Ya ahora viene la gran venta de la cosecha y exportación. Ahí vamos a ver si el agro exige una nueva devaluación. Por supuesto tienen algunas opciones, por ejemplo, aumentar el “crawling peg” de 2% al 6%, 8%, 10%. Pero que no sé si eso es suficiente. La otra cosa es aumentar el dólar Blend del 80% - 20% al 70% - 30% o a un poco más. Pero hasta ahora algunos agrarios han dicho que no están de acuerdo con eso. Si fuerzan una devaluación se reanima todo el problema inflacionario porque otra vez hay más emisión, otra vez aumentan los costos. Entonces, hay que aplicar una nueva política de shock. Sería no necesariamente volver a empezar, pero sí continuar con la política de ajuste.
-¿Cómo se explica que, con todas estas medidas, Milei todavía muestre una aceptación considerable?
-Puede ser que exista un poco de ansiedad frente al derrumbe que vemos venir y la gente no reacciona. Pero hay una necesidad de una maduración de la situación política. Eso en primer lugar. En segundo lugar, hay un dato que es de la realidad y es que la gente buscaba un cambio. La gente estaba cansada de los 12 años anteriores, de los gobiernos de Cristina, de Macri, de Alberto, que proponían relatos y nada se resolvía. Todo se pateaba lentamente para adelante y nada se resolvía. Hay que pensar que en esa base está el 50% de la población que está bajo la línea de pobreza. Por lo menos el 40% lo viene siendo desde hace varios años. La gente probablemente esté muy cansado de sobrevivir y quiere que le den un horizonte. Milei vende una expectativa y es la idea de una crisis en V corta. Rápida caída y rápida recuperación. A mí me parece que eso es bastante difícil. Creo que podría ser una crisis en forma de U. Una rápida caída, que es lo que estamos viendo, una panza de la U bastante prolongada y después un intento de recuperación. No va a ser inmediato, incluso para muchos economistas que veían que el fondo de la crisis iba a ser ahora, marzo y abril, se están desplazando a mayo o junio. He escuchado varios empresarios que están preocupados que este nivel de recesión no se transforme en una depresión económica. Lo cual ya sería una alerta muy grande, no solo para las pymes, sino para todos los grandes empresarios.
-¿Podría asemejarse el proceso de Milei al de Menem que luego de estabilizar la economía comenzó a hegemonizar el escenario político?
-Uno de los dirigentes sindicales más encumbrados de la CGT dijo “estos son ocho meses u ocho años”. O se le pone freno a esto en los próximos meses, o si Milei pasa este Rubicón de la crisis fuerte que está promoviendo, como una necesidad para cambiar las cosas, es posible que el curso Menem sea posible, valga la redundancia, con lo cual se abriría un futuro de características impredecibles. El programa de Milei no es solo el ajuste. El ajuste es necesario para establecer las condiciones económicas e imponer una economía de otro tipo y un país de otro tipo. A medida que avanzaron sobre la economía, empiezan a avanzar sobre cuestiones ideológicas muy fuertes. El proyecto de Milei es un país totalmente diferente al que nosotros conocemos. Si logran pasar el Rubicón, esto va a ser muy superior a lo de Menem y por eso es que las derechas en el mundo miran con mucha atención este proceso único que se está viviendo en la Argentina.