La Tecla
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Murió “Norita” Cortiñas a los 94 años de edad. Fue una defensora de los derechos humanos y figura emblemática de lucha. Su legado perdura en la memoria colectiva de Argentina, donde su incansable búsqueda de verdad y justicia resonó profundamente en la sociedad.
"Norita había sido intervenida quirúrgicamente el pasado 17 de mayo en el Hospital de Morón por una hernia que se sumó a otras patologías que agravaron el cuadro”, indicó el texto oficial sobre el fallecimiento de la referente en la lucha por los derechos humanos.
Norita comenzó su activismo en mayo de 1977, cuando su hijo Carlos Gustavo Cortiñas fue secuestrado y desaparecido durante la dictadura militar argentina. Fue entonces cuando se unió a las Madres de Plaza de Mayo, convirtiéndose en una de las voces más firmes y visibles de la organización. Su presencia constante en la emblemática Plaza de Mayo simbolizó la lucha contra la impunidad y la reivindicación de los derechos humanos.
Las Madres de Plaza de Mayo, y posteriormente las Abuelas de Plaza de Mayo, fueron fundamentales en la búsqueda de los desaparecidos y en la restitución de la identidad a los niños apropiados durante la dictadura. Norita no solo marchaba cada jueves en la plaza, sino que también llevó su voz a foros internacionales, denunciando las atrocidades y exigiendo justicia.
"Norita" fue una de as fundadora de Madres de Plaza de Mayo.
Norita se caracterizó por su calidez, su entrega y su compromiso inquebrantable. Siempre con su pañuelo blanco, símbolo de resistencia y esperanza, se mantuvo activa en la defensa de los derechos humanos hasta sus últimos días. Su lucha no solo se limitó a la desaparición de su hijo, sino que también abarcó causas sociales más amplias, como la defensa de los derechos de las mujeres, los pueblos originarios y los sectores más vulnerables.
La figura de Nora Cortiñas trascendió fronteras y generaciones. Inspiró a muchos con su valentía y su determinación, convirtiéndose en un faro de esperanza y justicia en tiempos oscuros. A lo largo de su vida, recibió numerosos reconocimientos y honores, pero su mayor legado es, sin duda, su ejemplo de lucha y dignidad.
Hoy, Argentina despide a una de sus más queridas y respetadas activistas. Su partida deja un vacío enorme, pero su espíritu y su lucha seguirán vivos en todos aquellos que continúan buscando la verdad y la justicia. Norita Cortiñas será recordada siempre como una madre de Plaza de Mayo, una luchadora incansable y un símbolo de amor y resistencia.