4 de junio de 2024
NOTA DE GRAFICA
Ejecutivo vs sindicato: pulseada y rosca en Mar del Plata
La relación se quebró en el 2024 debido al impacto del proyecto de esencialidad y del Convenio Colectivo de Trabajo. La UCR, cada vez más tensionada por la repercusión en la planta municipal.
Algo se quebró en el vínculo entre los municipales y la gestión de Guillermo Montenegro con el comienzo de la segunda gestión. El pago desdoblado de salarios y aguinaldo de fin de año encendió las alarmas en el STM mientras que el proyecto de esencialidad del empleo público enviado por el intendente sumado a los descuentos por paro terminó de allanar el camino hacia un conflicto abierto. Por su parte, la registración de un Convenio Colectivo de Trabajo creado durante la época de Arroyo agitó el avispero en el gobierno. “El diablo metió la cola”, ironizó el alcalde que tanto por la iniciativa legislativa como por la relación laboral enviada por la Provincia volvió a aparecer con fuerza en la agenda nacional. La diatriba también impactó dentro de las filas oficialistas, en especial al radicalismo, cuyas bases están desplegadas a lo largo y ancho de las dependencias. ¿Cómo es el entramado de pulseada y rosca entre Ejecutivo y sindicato?
La relación cambió en el 2024. Daniel Zacarías, secretario adjunto del STM asegura que el primer mandato de Montenegro “fue regular” y que tuvieron dificultades ya que se acordaron aumentos salariales con “una lógica”. Desde la visión del gremialista el cambio en el vínculo a partir de la segunda gestión tuvo que ver con el triunfo de Javier Milei. “Se preocupa más por mostrarse en Buenos Aires que en el medio local”, destacó Zacarías. “Quizás esté buscando algún puesto en esos niveles”, aventuró. “Se ve apretado por un municipio que no funciona, que no puede brindar servicios, y creo que busca un enemigo; ese enemigo elegido ha sido el trabajador”, señaló.
Desde la óptica del Ejecutivo, el puntapié fue el paro convocado por los municipales luego del fin de semana extra largo de seis días que tuvo lugar entre fines de marzo y principios de abril. Allí nacieron las “conferencias de los viernes” y los descuentos por medida de fuerza cuya recaudación desembarcaría en la recientemente creada Tasa Vial. Algunas semanas después, sin resoluciones paritarias y ante la escalada del conflicto, Montenegro anunció el proyecto de esencialidad de todo el empleo público que, en los hechos, limita cualquier medida de fuerza que implique el cese de tareas. No obstante, la esencialidad, con posible destino judicial, encontró paños fríos en el Legislativo puestos por el propio oficialismo: cuatro giros y doce pedidos de informes que pueden traducirse en una larga espera. “El intendente pretende con una normativa como es una ordenanza cambiar la ley algo que no es posible. Fue más que nada una puesta en escena a nuestro entender desde el punto de vista político para coartar el derecho de huelga”, lanzaron desde el STM.
Poco después apareció el Convenio Colectivo de Trabajo presentado ante el Ministerio de Trabajo durante la época de Arroyo. Mauro Martinelli, secretario de Legal, Técnica y Hacienda manifestó que el convenio de los municipales es un acto que “no existe”, señalando que el documento “que se mandó a registrar al Ministerio de Trabajo no fue firmado por Arroyo, que era el único que podía obligar al municipio”.
En 2021 se convocó al gremio para negociar un nuevo CCT. De haber sido legítimo el de Arroyo se “hubieran negado y lo hubieran hecho valer” en ese entonces. Además, expuso que el documento no tiene “validez” porque fue rubricado fuera del plazo establecido por el decreto reglamentario que “tenían 5 días y lo hicieron más de 7 años después”. También señaló que el recurso administrativo que presentó el municipio en contra del convenio “se rechazó en forma errada dado que aplican un régimen jurídico improcedente”.
No obstante, las esquirlas del conflicto van más allá de la puja distributiva y la miradas ideológicas divergentes. La pulseada toca de cerca al radicalismo, socio principal del Pro tanto en el Concejo como en el Ejecutivo que ahora se ve contra las cuerdas con iniciativas que impactan directo en su base. Si bien las estimaciones varían, distintas fuerzas sindican que alrededor de la mitad de la planta tiene vínculos con el partido centenario. Las tensiones entre la UCR y el Pro ya vienen en ascenso desde la asunción de Milei. Las votaciones en el Legislativo podrían significar un antes y después entre los socios del ex-Juntos por el Cambio. En este sentido, una de las frases más llamativas provino del propio Montenegro: “Puede haber alguna decisión que tome yo después si llega a haber una ordenanza que afecta a los vecinos de la ciudad”, aseveró.
Algunos actores leyeron los dichos como la anticipación a un posible veto. Teniendo la mayoría propia, un resultado adverso respondería justamente a un voto disidente dentro del interbloque dónde, por lo antes expuesto, los boina blanca son los principales apuntados. De este modo, podría detonarse algo más que el vínculo entre el STM y el gobierno.
“Es muy difícil dialogar cuando hablan de matar o morir”
En diálogo con La Tecla, el secretario de Legal, Técnica y Hacienda, Mauro Martinelli, conversó sobre la paritaria, la esencialidad y el enfrentamiento con el Sindicato de Trabajadores Municipales. “Como señala en cada oportunidad el Intendente, la gestión está abierta al diálogo. Pero es muy difícil dialogar con una organización que quiere librar una batalla a matar o morir”, apuntó el funcionario que le cuida la firma a Montenegro sobre la paritaria y remarcó que es complicado ponerse de acuerdo “con gente que no tiene empacho en atentar contra un evento que colocó a Mar del Plata en el mundo como fue la fecha de Premier Pádel que se llevó a cabo en el Polideportivo”. “La premisa de la negociación es el orden de las cuentas públicas que con tanto esfuerzo se logró y no se va a tirar por la borda, porque es un daño irreparable a todos los vecinos de la ciudad”, agregó. En cuanto al proyecto de ordenanza que busca declarar a los trabajadores estatales como “esenciales” que se encuentra en el Concejo Deliberante, indicó “que es importante porque es la contracara de la estabilidad que tiene el empleado público” y añadió que “esta prerrogativa está basada en la trascendencia que tiene la función estatal para facilitar el desarrollo de la actividad privada”. “Mar del Plata tiene una tasa de 90% de empleo privado y cada uno de los trabajadores, cuando no presta servicios, no cobra su salario. ¿Por qué debe aplicarse una solución diferente para el empleado público?”, cuestionó el secretario.
El Convenio Colectivo y las “maniobras”
“Estamos ante una maniobra pergeñada entre el Ministerio de Trabajo de la Provincia y el Sindicato para poner en aprietos a la gestión del Intendente Montenegro”, aseveró Martinelli. “Lo vamos a plantear en todos los ámbitos que corresponda”, aseveró el funcionario, quien añadió que no se cumplieron los pasos administrativos para validarlo.
Paritarias
El secretario del STM, Daniel Zacarías, señaló que la paritaria fue “rara”, ya que que en principio hubo “una posición rígida” del municipio. Luego vino un paro, que generó una reacción de intendente, que trato “de coartar el derecho de huelga por medio de quitar el presentismo y del proyecto de trabajo esencial presentado en el Concejo”. Luego destaco que se volvió a una mesa de negociación en “donde comenzamos a hablar de un aumento del 30%, nosotros habíamos pedido un 35%, hubo unos 3 días de trabajo y de golpe desapareció”. Finalmente la comuna aumentó por decreto el 10%. “Todavía sigue con esta posición irresponsable que es de no volver a abrir la mesa paritaria, que es una obligación por la ley 14.656”.
La UCR, con la pelota en la suela
Al proyecto del Convenio Colectivo de Trabajo de la discordia se le asignó un único giro: Legislación, Interpreatación y Reglamento. La comisión es conducida por Daniel Nuñez que es, a su vez, presidente del comité radical marplatense. En las primeras dos semanas desde su presentación, el CCT no fue puesto a consideración. Desde los pasillos revelan que el cuándo y el cómo es algo “a debatir con el bloque”. Más allá de la confección del orden del día, la UCR tiene la pelota de la votación bajo la suela. Para que el proyecto avance a los votos de Unión por la Patria, Acción Marplatense y el Frente Renovador le faltarían otros cuatro: el bloque boina blanca cuenta con cinco y el desempate desde presidencia. De concretarse el apoyo del esquema radical, el Pro y la C.Cívica quedarían sin chances de dar vuelta la taba incluso con el soporte de la Libertad Avanza que por el momento asevera tener “el tema en estudio”.
¿Cómo se desactiva? La bomba de tiempo del medio aguinaldo
En épocas donde “no hay plata” y la recaudación de las arcas municipales viene en baja (50% en el primer trimestre, casi 15 puntos abajo del promedio histórico), un problema que tiene en puerta el gobierno es el pago de la primera cuota del sueldo anual complementario de los trabajadores municipales. Con cerca de 8100 empleados estatales, el gobierno local debería contar con más de 4000 millones de pesos para poder cubrir a toda la masa salarial. Al problema numérico se le suma el conflicto que tiene con el sindicato, que sigue escalando y que, de no cumplirse la retribución en los plazos, podría agravarse.