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Jueves, 26 diciembre 2024
Argentina
27 de junio de 2024
NOTA DE GRAFICA

Vínculo iglesia y Gobierno, la nueva grieta

El Gobierno nacional encontró en los altares y púlpitos un nuevo escenario de confrontación. Cuál es la mirada pastoral sobre la actual coyuntura política y económica

Vínculo iglesia y Gobierno, la nueva grieta
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Las consecuencias de la política económica que lleva adelante la gestión del presidente Javier Milei encontró en la Iglesia Católica y otras congregaciones un foco de conflicto que abre una nueva grieta con tintes políticos. Cuál es la mirada pastoral sobre la actual coyuntura política y las decisiones que impactan de lleno en los bolsillos de los argentinos.

Los altares y los púlpitos se convirtieron en un escenario de confrontación con el Gobierno nacional y parece que lejos están de apaciguarse. En los tiempos de campaña se encendió la mecha de una relación tirante que todavía persiste y si bien el presidente Javier Milei moderó sus declaraciones respecto a la Iglesia, los principales referentes no perdieron la oportunidad para exclamar sus preocupaciones. 

En el tiempo parecen haber quedado los duros cuestionamientos de Milei al Papa Francisco, que puertas adentro de La Libertad Avanza habían generado un descontento entre los ahora funcionarios y referentes más practicantes. Ya en el sillón de Rivadavia, los viajes al Vaticano y los encuentros con el Sumo Pontífice mostraron imágenes de acercamientos y saludos protocolares, que distan del pensamiento y expresiones de los obispos y sacerdotes en suelo argentino. 

Si bien las críticas comenzaron con las primeras medidas del gobierno libertario, las denuncias al Ministerio de Capital Humano y a la Presidencia por el acopio de alimentos fue la génesis de la nueva grieta que se metió en la política con la Iglesia como actor principal. 
En el tedeum del 25 de mayo, con Milei y su gabinete en primera fila, el arzobispo porteño, Jorge García Cuerva, exigió "tomarse en serio las parálisis del pueblo" y alertó sobre los graves indicadores sociales que sufre el país. "Nuestra gente está haciendo un esfuerzo muy grande y nosotros no podemos hacernos los tontos", advirtió.

"La malnutrición en la primera infancia, la falta de escolarización y accesibilidad a los servicios de salud, los ancianos y jubilados incapaces de sostenerse diariamente con un mínimo de dignidad, son algunos de esos ejemplos impostergables", describió.

Días después, las autoridades eclesiásticas abrieron la Catedral para servir raciones de comida a los más necesitados, al tiempo que el presidente de la Conferencia Episcopal, Oscar Ojea, ofició la primera de una serie de misas que ofrecerán curas villeros para denunciar la situación social. Lo cierto es que la postura de la Iglesia Católica pareciera llenar un vacío que los partidos de oposición no han podido cubrir.  Al respecto, el analista Carlos Germano, dijo que “ese vacío que hay de las fuerzas opositoras, principalmente de Unión por la Patria, está siendo ocupado por la Iglesia. Hubo gestos del Papa, por ejemplo, cuando recibió a sindicalistas en contra de la privatización de Aerolíneas Argentinas, y si bien no hubo declaraciones al respecto, se están mandando mensajes muy claros a la curia argentina que actúa en consecuencia" (ver cuadro). 

Los reproches también se hicieron sentir en tierras bonaerenses, y así lo expresó nuevamente Ojea, que en una misa realizada en Ciudad Evita, partido de La Matanza, advirtió que en los comedores les “arrancan la comida” debido a la situación de hambre que existe en el país. También en el altar principal se habló de un escenario de crisis, sin mencionar al presidente ni al Gobierno en sí mismo. Pero la preocupación del religioso por la situación alimentaria y el crecimiento de la pobreza en el Conurbano fue marcada ante miles de fieles entre los que había representantes y referentes de movimientos sociales. Sin dejar de destacar los cánticos militantes realizados en una misa en el barrio porteño de San Cristóbal, donde  monseñor Gustavo Carrara extendió sus “más sinceras disculpas”, y dijo que como celebrante principal asumía la responsabilidad de disculparse con quien “pudiera sentirse ofendido por el mismo”.

En paralelo, las puertas de la Santa Sede en Roma se abrieron para recibir al gobernador Axel Kicillof, que sobre el encuentro con el Papa Francisco mencionó: “Compartimos información sobre la situación social de la Argentina, que el Papa conoce en detalle, y que lamentablemente se está deteriorando rápidamente como consecuencia de las políticas económicas del Gobierno nacional”. Esta mirada también es compartida con otras religiones y credos. 

Si bien las congregaciones evangélicas mantienen diferencias entre sí, con apoyos y disidencias a la casa rosada, comparten la labor de asistencia a los sectores más vulnerables que fueron alcanzados por el filo de  la motosierra.


Carlos Germano - Analista politico
La Iglesia en el lugar de oposición

En diálogo con La Tecla, el analista y consultor Carlos Germano señaló que "la Iglesia, en líneas generales, ante gobiernos no justicialistas, tiene una actitud mucho más cuestionadora hacia el poder. Creo que esto se notó en el gobierno de Mauricio Macri y también ahora, a pesar de que el reclamo es coherente. Pero, en situaciones similares, durante el gobierno de Alberto Fernández la Iglesia no tuvo el mismo rol que ahora. Indudablemente, hay una conexión más cercana al justicialismo en términos ideológicos, que con respecto a los otros gobiernos". En esta misma línea, expresó que “otro dato 

significativo fue que el presidente Javier Milei es más cuidadoso al marcar diferencias con la Iglesia y con el Papa Francisco, al plantear que “hay distintas formas de ver las cosas”. 
Sobre el rol opositor, Germano dijo que “la deserción de la oposición con propuestas y demás, es hoy ocupado por la Iglesia. El principal opositor, que es Unión por la Patria, no está marcando el rumbo de un partido en ese lugar, por eso se ve claramente la tendencia de la Iglesia respecto a temas muy fuertes”. 



Fernando Croxatto -  Obispo de Neuquen
“Nuestra mirada tiene que ayudar a encontrar las partes”

El obispo de Neuquén, Fernando Croxatto, dialogó sobre la actual coyuntura política y económica, además de puntualizar sobre el rol de la iglesia, y destacó que “es un momento difícil, complejo, donde se camina sobre la cornisa en algunas cosas y estamos en borderline en muchos temas. Hasta ahora hemos visto en estos seis meses pujas de poder todo el tiempo, que no se terminan de ver con claridad”.

En esta misma línea reflexionó: “Creo que el gran problema de la política es el de poder encontrarnos en un diálogo que supere nuestras propias ideologías y mire realmente un bien común. Entonces, tenemos dos posturas frente a la realidad; una, que es la que seguimos escuchando, que el pueblo apoya para sostener este camino nuevo del Gobierno porque quiere un cambio y, por otro lado, una que traba frente a esto toda posibilidad de cambio y parece quedarse en esquemas o estructuras que están cansados de escuchar. Entonces, como pueblo, estamos divididos de alguna manera”.

El obispo neuquino agregó que “creo que en este momento el gran desafío pasa por esa mirada que nos aleje un poco de la puja de poderes, y tenemos que mirar con más sabiduría la realidad que nos está desbordando por todos lados. Quizás por el excesivo deseo de corregir, hay un excesivo tiempo de respuesta que no sé cuánto más la gente puede esperar para que podamos activar y reactivar toda una economía, que sabemos que está en receso”. Respecto a los posicionamientos y cuestionamientos políticos, Croxatto dejó en claro que “hay un sector también en la Iglesia que ha tomado partido concretamente por un posicionamiento político. Nosotros, como Iglesia, y los obispos como tal, más allá de nuestras posturas, que muchos nos critican, estamos convencidos de que nuestra mirada tiene que ser una que ayude a encontrar a las partes. De alguna manera, no podemos no dejar de decir y expresarnos, y frente a esta realidad tenemos que reaccionar y ver con un corazón un poco más sensible y no tan economicista”.   



A. Benitez (Parroquia San Juan Bosco de Villa Carcova)
“Nadie nos cuenta cómo está la gente, la vivimos todos los días” 

Andrés Benítez, sacerdote de Villa La Carcova (Gral. San Martín), dialogó sobre el trabajo pastoral que realiza en la capilla que estuvo a cargo del Padre “Pepe” Di Paola e hizo su análisis sobre la actual coyuntura política y económica. Al respecto, mencionó que “hay una situación muy complicada y triste. Hay dificultades para la gente que trabaja en el barrio y en la villa, y que hace changas todos los días además del cartoneo y el reciclaje”. 

Respecto al desencanto con la política, el sacerdote e integrante del grupo de curas villeros expresó que “muchos de los que vienen ven lo que nosotros hacemos con el tema educativo, de la asistencia, de los comedores, y por ahí te dicen `ustedes se están haciendo cargo de ocupaciones del Estado´ y lo dicen abiertamente. Por ahí hay gente que comenta que no fue a votar o que está enojada con todos los políticos”. 

Sobre si la Iglesia se transformó en un sector opositor, el sacerdote dijo que “una de las funciones que tiene la Iglesia es la misión profética, y el profeta era quien anunciaba cosas buenas, pero también lo que estaba mal y sin lavarse las manos. Se quedaba en el territorio y acompañaba a la gente, y la Iglesia es eso. Hoy parte del equipo de curas villeros hemos tomado un poco esta voz porque estamos en el barrio, porque estamos en la realidad cotidiana y nadie nos cuenta cómo está la gente, porque acá la vivimos todos los días. Eso nos da como cierta autenticidad y autoridad para decir que la gente no tiene para comer. Pero no lo digo por un índice que sale a nivel nacional, lo digo porque lo veo todos los días, en los comedores que siguen creciendo y me parece que hoy estamos como elevando la voz en el sentido de decir que hay cosas que están fallando, que están mal y no puede ser que la gente no tenga un plato de comida”.


P. Gomelsky (Subsecretario de Culto - Lomas de Zamora)
“Las iglesias son un lugar de primera escucha”

Pablo Gomelsky es Pastor en la iglesia "Mensaje de Salvación" y además Subsecretario de Culto de Lomas de Zamora, y opinó sobre el rol de los pastores frente al actual escenario. Al respecto comentó que “las Iglesias son un lugar de primera escucha. Entonces, lo que empezamos a ver es el incremento de los despidos, las licencias y el no tengo trabajo”.

Sobre el acercamiento de la gente a la Iglesia en tiempos de crisis, el pastor comentó que “eso sucedió siempre y ahora también. Y después, con respecto a la sociedad, cada vez la gente está más nerviosa, más agresiva, más preocupada por lo propio y olvidándose del otro”.

Por otra parte, Gomelsky habló sobre la relación con el Gobierno y señaló que “todavía, lamentablemente, hay algún pastor que cree que el presidente es un enviado de Dios”.

Sobre el rol opositor de la Iglesia católica y otros credos evangélicos, señaló que “al ver esas manifestaciones populares dentro de la Iglesia Católica a mí me llena de fe, me llena de esperanza, y ese tipo de expresiones no creo verlas lamentablemente en una iglesia evangélica”.

Además, dejó en claro que pertenece “a un grupo que se llama Pastores por la Gente y somos muy críticos. Pero, lamentablemente, eso no es común denominador en todas las Iglesias. Somos algunas instituciones, algunos ministerios que tienen ese pensamiento, pero no es lo más normal dentro de la Iglesia Evangélica”.


L.Sabanes - especialista en relaciones internacionales
Hitos en la relación de la iglesia católica con la política argentina

Más allá de su obvia y principal labor espiritual, la Iglesia Católica es parte indisoluble de la historia política argentina. Además de ser “la fe fundante” de la Nación, tuvo roles concretos como por ejemplo el del sacerdote Manuel Alberti, integrante de la Primera Junta de Gobierno patrio en 1810 y el Deán Gregorio Funes, miembro de su continuadora, la denominada Junta Grande. 

Fue, por ejemplo, parte esencial del andamiaje político que sostuvo a Juan Manuel de Rosas como gobernador de la Provincia de Buenos Aires y consecuentemente líder de las entonces Provincias Unidas del Río de La Plata, y promovió liderazgos políticos alternativos cuando el enfrentamiento con el entonces Presidente Julio A. Roca se hizo inevitable. 

Más acá en el tiempo, después de una alianza forjada al calor del gobierno surgido de la Revolución de 1943, el gobierno de Juan Domingo Perón la tuvo como firme aliada, hasta que las divergencias surgidas a mediados de los 50 la llevaron a ser parte esencial de la conspiración que derivó en el golpe de 1955. 

Durante la última dictadura, la represión alcanzó a varios religiosos. Sin embargo, oficialmente la complicidad de las altas autoridades de la Iglesia, hoy revisada y expuesta por el mismísimo Vaticano, fue clave para ocultar los crímenes cometidos y para darle legitimidad a un gobierno ilegal. En contraparte, la mediación papal fue fundamental para evitar la guerra con Chile en 1978 y para la firma del Tratado de Paz y Amistad entre ambas naciones en 1984.

De mutuos recelos con Raúl Alfonsín, fue aliada de Carlos Menem y tuvo durante el kirchnerismo una convivencia difícil que llevó a que, equivocadamente, desconociendo como actúa El Vaticano, muchos creyeran que la llegada de Jorge Bergoglio en 2013 supondría un robustecimiento de esa tensión. Finalmente sucedió lo contrario y Francisco fue incluso un garante de la institucionalidad, simbolizado en el “cuiden a Cristina” con el que despedía a los políticos argentinos que lo visitaban en esa época. 

Con Mauricio Macri y Alberto Fernández el vínculo fue dispar. La promoción de la Ley del Aborto por uno y la sanción de la misma por el otro, pusieron una distancia considerable entre Gobierno e Iglesia, sin perjuicio de afinidades en otras áreas como la social o educativa. 

En la actualidad hubo un prólogo de insultos al Santo Padre por parte del entonces candidato a presidente, Javier Milei, y un ataque “filosófico” al concepto de Justicia Social que está identificado con el peronismo pero que tiene origen en la Doctrina Social de la Iglesia. Ello hacía pensar en un enfrentamiento total que hasta ahora no se dio, más allá de las evidentes tensiones producto de una realidad inmodificable: La cosmovisión de la Iglesia Católica, más allá incluso de sus autoridades de turno, es diametralmente opuesta al anarco-liberalismo que pregona el actual mandatario.







 

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