15 de julio de 2024
LIDERAZGOS
UCR, un partido con emergentes que debe resolver un desorden interno complejo
Durante mucho tiempo pesó sobre el radicalismo la falta de figuras nuevas capaces de lavarle la cara al partido, seriamente dañado en el principio del siglo.
Hoy la UCR puede mostrar caras de renovación pese a que algunas ya tienen trayectoria, pero puertas adentro tiene un desorden que deberá acomodar este año para mostrarse homogéneo y casi fundamental para cualquier alianza opositora dispuesta a pelear por el poder.
Martín Lousteau, el presidente del Comité Nacional, vota en el Senado en disonancia con lo que hace el resto de los legisladores radicales, llevando al desconcierto sobre el alineamiento del partido. El economista viene pagando con una caída de su imagen la confrontación con el presidente Milei. Él cree que el costo de hoy será rédito mañana, cuando sea la del Gobierno la imagen pública que se desvalorice. Habrá que verlo.
Maximiliano Abad, otra figura con experiencia, pero joven y que conserva la percepción de aire renovador del radicalismo, tiene una postura de acompañamiento en algunas políticas al gobierno y de oposición en otras. Eso lo llevó a ganar ascendencia dentro del Congreso. En una posición mucho más cercana a la Casa Rosada se para el cordobés Rodrigo de Loredo, también de la renovación. Paradojas, esa actitud lo pone lejos de Lousteau y cerca de Luis Juez, su eterno rival en la provincia mediterránea.
Abad tiene, en lo inmediato, la interna bonaerense que decidirá quién lo sucede como presidente del Comité Provincia. En el enfrentamiento con Facundo Manes ya ha cerrado acuerdos con sectores internos de la UCR, como los que lideran Gustavo Posse y Daniel Salvador, y que propugnan una lista de consenso que evite llevar a los afiliados a las urnas. Por ahora el sector del neurocirujano se mantiene en la postura de competir en las elecciones convocadas para el 6 de octubre. Los candidatos que propone la línea abadista de Adelante Buenos Aires son Miguel Fernández, Erica Revilla y Fabio Quetglas.
Manes, inmanejable para cualquier organicidad partidaria, también se sostiene como emergente y hasta como una figura con características de outsider. Sueñan en su entorno competirle a Milei desde ahí. Hace su juego en la Cámara de Diputados, con posturas contrarias a las de De Loredo, que a veces coinciden con las de Lousteau y otras no. Además, en su armado, busca referencias por fuera del radicalismo y convoca a sectores filoperonistas.