El sello PRO Libertad empieza a aparecer en los parlamentos locales. Sin orden de ruptura, se crean nuevos bloques, en muchos casos de la mano de ediles libertarios.
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“De las PASO del año pasado hasta acá, todo ha sido un desastre para nosotros”. La amarga confesión de un referente del PRO bonaerense marca el presente de un partido abrumado por el resquebrajamiento y las rencillas.
El cortocircuito entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich, que tuvo como coletazos más visibles la toma del poder provincial por parte de los aliados (ritondistas, santillistas, jorgemacristas y otros), colocando a Cristian Ritondo al frente del sello bonaerense, y la ruptura de los bloques en la Legislatura.
El fuego de las disputas comenzó a permear lentamente en los municipios, donde las bancadas amarillas ya evidencian síntomas de quiebre.
“No hay una decisión de partir los bloques en los Concejos Deliberantes. Donde se trabaja bien se seguirá juntos, y los que se rompieron es porque venían ya con diferencias anteriores”, confesó a La Tecla la diputada bullrichista Abigail Gómez.
Sin embargo, desde ese sector hay quienes matizan y proclaman que la orden no ha bajado “todavía”.
Un dato relevante, aunque no es generalizado, es que en algunos casos los alejamientos de ediles tienen como objetivo la conformación de nuevos espacios junto a concejales libertarios, como ocurrió días atrás en San Pedro o Escobar.
En éste último distrito, dos concejalas unieron sus espacios bajo el sello bullrichista, explicando que “la realidad nos exige decir con claridad dónde estamos paradas: o apoyamos el cambio profundo o asumimos posiciones especulativas que favorecen el populismo empobrecedor”.
En otros, como sucedió en La Plata, se trata de modificar la denominación de espacios bullrichistas y alinearlos con el nuevo sello PRO Libertad, cuestionado por el sector “oficial” del partido.
Sea como fuere, lo cierto es que la mancha comienza a diseminarse por la geografía bonaerense y preocupa a muchos intendentes, allí donde gobierna un amarillo. El riesgo de que las internas terminen pasando factura a la administración local no sólo es un efecto no deseado de la lucha intestina, sino un riesgo para la gestión y, en consecuencia, para las chances de retener distritos propios en un futuro.
Por el momento, las tropas de Patricia se manejan con cautela y, excepto casos puntuales, mantienen la concordia en los recintos parlamentarios locales.
Eso no quita que se comiencen a observar movimientos tendientes a abroquelar voluntades. En la Quinta sección, por ejemplo, se realizó días atrás un encuentro de concejales bullrichistas en Mar del Plata, con la intención -explicaron- de abordar la necesidad de un trabajo conjunto a nivel provincial y comunal. A la cita concurrieron dos diputados bonaerenses: Sofía Pomponio, del bloque PRO Libertad, y Gastón Abonjo, legislador de La Libertad Avanza y coordinador de ese espacio en esa región.
Rota la unidad en la Legislatura, el fantasma de un estallido a nivel local no es una hipótesis descabellada en medio de la implosión PRO.
LA PLATA ¿Y BAHIA BLANCA? Un cambio de denominación y el fantasma de quiebre en el sur
En espejo con lo sucedido en la Legislatura bonaerense, la concejala Belén Muñoz, bullrichista de La Plata, anunció el cambio de nombre de su bloque para denominarse PRO Libertad, el sello del sector alineado con la ministra de Seguridad. Hasta ese momento se llamaba PRO-La fuerza del cambio, con Muñoz siendo una alfil del exsenador provincial y actual director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC), Juan Pablo Allan.
Sin movimientos concretos hasta el momento, se escuchan ruidos de ruptura en el sur de la provincia de Buenos Aires. Uno de los objetivos que puso en la mira el bullrichismo es Bahía Blanca, donde la adhesión a la ministra de Seguridad de buena parte de la dirigencia amarilla podría decantar en un quiebre del bloque. En esta línea están inscrpitos la exsenadora provincial Nidia Moirano y los diputados bonaerenses Fernando Compagnoni y Abigail Gómez, y los aliados de los legisladores bullrichistas serían los actuales concejales Marcos Streitenberger y Silvina Rubio.
EN LOS CONCEJOS Rupturas, reacomodamientos y un trabajo conjunto con los libertarios
La marea bullrichista llegó a varios distritos de la provincia de Buenos Aires. Uno de ellos es San Pedro, donde, tiempo atrás, el concejal amarillo Diego Lafalce rompió con la bancada de Juntos y formó su unibloque Juntos por el Cambio PRO. Tras formalizar su alejamiento, ahora da otro paso y configura el bloque PRO Libertad junto a la edil libertaria Viviana Riquelme, quien se alejó de la bancada de La Libertad Avanza, que quedó con Mauro de Rosa como integrante.
En tanto, en el Concejo Deliberante de Morón se terminó de plasmar la fusión entre La Libertad Avanza y el PRO bullrichista, luego de que tres concejalas de ese espacio amarillo crearan el bloque PRO Libertad: Cecilia Solia, Romina Fusco y Maria Delia Traverso, ésta última al frente de la conducción. Las rupturistas ratificaron su decisión de trabajar en forma coordinada con sus pares de La Libertad Avanza en ese cuerpo deliberativo.
Otro de los municipios donde el bullrichismo estrena sello propio es Escobar. Allí, las concejales María Gabriela Hernández y Florencia Campo formalizaron su trabajo conjunto creando el nuevo bloque PRO Libertad. La primera proviene del espacio denominado Proyecto Escobar, la segunda llega desde el sector PRO denominado Cambia Escobar. El nuevo sello cuenta con la bendición de Mariano Castagnaro, referente bullrichista local y ex precandidato a intendente en las últimas elecciones.
INTERNA FEROZ El polvorín de la Legislatura y una batalla interna que no tiene fin
La Legislatura provincial se convirtió en la mayor caja de resonancia de la interna amarilla, potenciada por el enfrentamiento Macri-Bullrich. La rebelión de varios sectores aliados (ritondistas, santillistas, jorgemacristas y otros) desalojó de la presidencia del PRO bonaerense a Daniela Reich, esposa del ultrabullrichista Diego Valenzuela (intendente de Tres de Febrero, elevando a la conducción al diputado nacional Cristian Ritondo. Al exministro de Seguridad de María Eugenia Vidal lo acompañan representantes de varios sectores de la vida amarilla, con presencia de unos cuantos intendentes. Horas después, el bullrichismo contragolpeó, forzando la fractura de los bloques de Diputados y Senadores, naciendo el nuevo espacio PRO Libertad. Así, el sector hizo rancho aparte con 5 diputados (Florencia Retamoso, Sofía Pomponio, Oriana Colugnatti, Abigail Gómez y Fernando Compagnoni) y un monobloque en la Cámara alta, el de Reich.
El PRO oficial, con el santilista Agustín Forchieri (diputado) a la cabeza, reaccionó con virulencia al desafío y fue a fondo. Pidió que los llamados “amarillos blue” devuelvan la conducción de varias comisiones y que el bahiense Compagnoni renuncie a su sillón en el Consejo de la Magistratura, además de una actitud similar por parte de Santiago Nardelli al directorio del Bapro. También exigieron que se prohíba usar el sello a los rebeldes. La tensión escaló en la previa a la última sesión en Diputados, aunque la cuestión no fue llevada al recinto, primando la tesitura de solucionar las diferencias puertas adentro.
TENSA UNION Todos juntos, por ahora, en el Congreso
A pesar de que el bloque del PRO en Diputados de la Nación cuenta con bullrichistas furiosos como Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Fernando Iglesias, Patricia Vázquez, Silvana Giudici, Gerardo Milman y Hernán Lombardi, el presidente del grupo y titular del partido en la Provincia, Cristian Ritondo, mantendría la bancada unida. La relación con los libertarios podría generar tensiones, ya que los bullrichistas pretenden armar un interbloque con LLA, una idea que, por ahora, rechaza Ritondo.
Lo mismo ocurre, por el momento, en el Senado donde, de los seis miembros del espacio amarillo, la ministra sólo tiene como leal a la cordobesa Carmen Álvarez Rivero, quien responde al cordobés Luis Juez.
FLORENCIA RETAMOSO (BLOQUE PRO LIBERTAD) “No hubo, hasta ahora, decisión de romper la unidad en los Concejos”
La diputada provincial Florencia Retamoso, referente del bullrichismo en la Legislatura bonaerense, aseguró a La Tecla que “ahora en muchos de los Concejos Deliberantes trabajamos en conjunto con otros sectores internos, sobre todo en aquellos donde somos opositores a los gobiernos locales”. En tal sentido, la titular del bloque PRO Libertad en la Cámara baja explicó que “esto ocurre especialmente en el Conurbano, así que más allá de que puedan tener diferentes terminales políticas dentro del PRO, todos bancaron a Patricia (Bullrich) en las elecciones, independientemente de las internas y las estructuras”.
Retamoso explicó que “lo que planteamos es que, salvo algunas ocasiones donde hay una fuerte posición política, se debe seguir unidos”. Aunque aclaró que “no hubo, hasta ahora, ninguna decisión de romper la unidad en los Concejos”.
Por otra parte, la legisladora de la Tercera sección señaló que “en su momento, la discusión fue la decisión que tomó Patricia de apoyar al presidente Javier Milei, que no tenía que ver sólo con las personas, sino con la forma de encarar la política, la forma de encarar los cambios. Esa línea creo que es mayoritaria dentro del partido, más allá de la cáscara partidaria. Los partidos tienen una estructura, pero terminan siendo, de alguna manera, una cáscara vacía. Esa representación la tiene la gente, y la gente elige si su partido representa otra cosa. En el caso nuestro, nos eligió para que acompañemos a Javier Milei”.