La discusión por el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) que protagonizan Javier Milei y Axel Kicillof provoca reacciones dispares entre los intendentes bonaerenses. Mientras desde municipios conducidos por el PRO planean adherir a la propuesta de Nación, los alcaldes de Unión por la Patria (UP) esquivan meterse de lleno en la polémica.
Desde el peronismo muestran su preocupación por los efectos de la crisis económica y responsabilizan al Gobierno nacional por el rumbo que adoptó. Al mismo tiempo, trazan un panorama más que complejo en los territorios y señalan las dificultades que atraviesan las familias para poder llegar a fin de mes.
"Estamos tres metros bajo tierra tapados por problemas cotidianos", dijo un intendente del Conurbano a La Tecla en referencia a la coyuntura. Asimismo, consultado por el debate de las grandes inversiones y el proyecto anunciado por el Gobierno provincial, sostuvo que se trata de "una discusión estratégica", pero que es difícil de darla para los alcaldes debido a que están corriendo detrás de los problemas de los vecinos.
Entre las dificultades que detalló se encuentran el incremento del desempleo y la lapidaria pérdida del poder adquisitivo de los salarios. De hecho, dio a conocer que cada vez más gente se acerca a la municipalidad para pedir ayuda para pagar la tarifa de luz.
En tanto, sobre la polémica por el RIGI, el jefe comunal de Chacabuco, Darío Golía, sostuvo que “nosotros creemos en los desarrollos locales, siempre apostamos al desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, a lo que son las pymes locales, acompañamos en situaciones difíciles”.
“Apostamos fundamentalmente al desarrollo local y regional que es dónde tenemos una fortaleza muy importante en la provincia de Buenos Aires y en nuestro distrito y creemos que hay que acompañar fuertemente a nuestros productores locales más allá de estas grandes inversiones que muchas veces lo que hacen es llevarse los recursos fuera del país”. añadió.
En cuanto a la crisis económica y el impacto en el municipio, contó que “la demanda social permanentemente va creciendo en diferentes situaciones, tenemos mayor demanda en lo que hace a salud, en lo que hace el tema habitacional, en la falta de pago del alquiler y en los suministros de los servicios básicos, que muchas veces se le multiplicó, así que no escapa a la media de lo que vivimos como país”.
Por su parte, el alcalde de General Alvarado, Sebastián Ianantuony, consideró: “Transportándolo a lo que son los municipios, yo me he encargado personalmente de generar incentivos para, por ejemplo, que desembarquen empresas de nuestro sector industrial planificado bonificando en 14 años los que son los impuestos municipales, vinculándolo con la ley de promoción industrial que tiene la provincia de los 10 años en lugares como los nuestros que son incipientemente desarrollados. Obviamente hay que generar los incentivos para que las inversiones ocurran”.
En esa línea, sobre la discusión entre Kicillof y Milei, indicó que “siempre tiene que haber alguna contraprestación porque no es justamente generar los incentivos porque sí para que vengan empresas de afuera, se extraigan los recursos y no generen valor en los territorios. Me parece que esa es la gran discusión y como economista (Kicillof) entiende que hay que generar incentivos para la inversión, pero no da lo mismo todo. No da lo mismo a sumarse a esta locura que está planteando el Gobierno Nacional de permitir que vengan empresas extranjeras a explotar recursos y que después no dejen nada en nuestro territorio”.
Javier Osuna, intendente de Las Heras, manifestó que hay que respetar “las decisiones que toma cada intendente en su distrito, cada gobernador en su provincia y, obviamente podemos coincidir o no con el Presidente, que en este caso tendrá una mirada distinta a la que tenemos seguramente con el gobernador”.
“Nosotros los bonaerenses tenemos claro que hemos elegido un gobernador en una reelección por más de 15 puntos y que le hemos confiado una vez más la administración de los próximos cuatro años y estamos seguros que va a tomar las mejores medidas para la provincia”, añadió.
No obstante, advirtió que “ahora comienzan a sentirse de manera más profunda algunas situaciones muy complejas como son la desocupación en una ciudad como la mía que tiene casi 20.000 habitantes”. Entonces, explicó que “no hay como ayudar a una familia que no tiene empleo de manera total, uno la puede asistir desde el punto de vista alimentario o en algún medicamento, pero cómo hacemos para asistirlos en sus sueños, en sus expectativas de futuro, en su desarrollo humano”.