4 de agosto de 2024
MAR DEL PLATA
Las postales de las tensiones que vienen marcando el 2024 legislativo
Defensoría del Pueblo, estacionamiento medido y ahora la ginería del Faro significaron puntos de quiebre tanto en comisiones como en Sesión con explosiones desde la barra. Entre la mayoría y los signos de época.
El Concejo Deliberante como "caja de resonancia" es un concepto con una multitud de significantes posibles. La más auto-indulgente pone al Legislativo como paradigma de lo democrácito, como una aceitada máquina de representación dónde cada parte cumple una función que la mantiene encendida. No obstante, el 2024, dejó hasta el momento, postales que develan otro tipo de ecos.
En los ocho meses del ciclo, hubo al menos tres temas que elevearon la temperatura al máximo, con chances de incendio de la madera del recinto. La terna compartió características comunes: proyectos con puntos polémicos, el uso de la mayoría automática y grupos dispuestos a sortear el límite entre la barra y las bancas.
El primero ocurrió en los albores del nuevo año. El oficialismo recogió el guante de un proyecto de Alejandro Carrancio y, con la austeridad y el achique del Estado como sígnos de época, avanzó con la reducción de la Defensoría del Pueblo de tres a un representante. A esto se sumó el cambio de modalidad en la elección, dejando fuera de juego a las organizaciones intermedias y poniendo a los candidatos en manos de la mayoría legislativa.
El segundo caso fue el de la privatización del estacionamiento medido. Entremezclado con el coflicto de los municipales, la tercerización del servicio provocó protestas y reclamos de los trabajadores del área que denunciaron vaciamiento y falta de recursos. Los insultos en la comisión de Hacienda parecían el punto más álgido de la escaramuza, no obstante, la Sesión dónde el expediente fue aprobado, terminó con un cuarto intermedio y un oficialismo cediendo a una Banca 25 que habían buscado evitar.
La tercera situación, aun pendiente de resolución, es la instalación de una ginería en el predio lindero al Faro. En Obras, vecinos y expositores terminaron acusando de coimeros a los ediles, no sin antes llamarlos "hijos de puta". En dicha ocasión, el interbloque mantuvo un silencio monacal y el expediente avanzó.
Estas situaciones no fueron gratuitas para los ediles de interbloque, con más fisuras internas de lo que las planillas de votación revelan.