Por Hernán Sánchez y Andrés SosaEl escándalo A
lberto Fernández-Fabiola Yañez y la denominada causa de los seguros impactan en el ya averiado trasatlántico electoral que la última vez fue bautizado como
Unión por la Patria (UP). Y aunque es difícil mensurar hoy las consecuencias y el impacto que podría tener en las todavía lejanas legislativas 2025, lo concreto es que los recientes acontecimientos sacudieron más a un peronismo kirchnerista crispado por las desavenencias internas, y agigantan el signo de interrogación de hasta dónde se puede sostener la unidad. Es allí donde aparecen, también, puntos de vista disímiles.
El barco del peronismo sabe de muchas bombas que buscaron hundirlo, pero siempre sale a flote, y no será esta una excepción. Lo que queda por determinar es si quienes por ahora reman en balsas diferentes vuelven a subirse todos al mismo casco o algunos quedarán a la deriva en busca de otra flota que los contenga. Tres espacios internos bien definidos y varios satélites intentan recuperar terreno para hacerse del timón de lo que sería una nueva nave o, al menos, ganar un protagonismo que hasta acá prácticamente monopolizó
Cristina Fernández, dueña de la conducción desde hace casi dos décadas.
Es esa capitanía híper personalista la que se cuestiona y a la cual se le endilga haberlo puesto a Alberto, entre otros errores políticos. Desde el otro lado se responde con otra verdad: su estrategia casi siempre sirvió para ganar. En el mar embravecido del presente,
sostener la unidad a capa y espada se hace cada vez más dificultoso, pero casi todos la consideran indispensable si no se quiere empujar al peronismo al ostracismo sufrido, por ejemplo, por el radicalismo en el período post De la Rúa.
También opera como señal de alarma para sectores internos
el clamor del kirchnerismo para colocar a la expresidenta como cabeza de lista de diputados nacionales por la Provincia. “¿Si ella va quién se le va a animar a hacerle una interna?”, torean desde
La Cámpora. “Ya está, debe ser la que conduzca, pero debemos mostrar renovación”, dicen quienes la ven fuera de la competencia electoral, sin desecharla del todo. “Con el kirchnerismo basta”, argumentan otros. Serán los menos, pero siguen aferrados a la bandera de UP y con ganas de abandonarla sin saber muy bien qué rumbo tomar.
“Cristina es esperanza, futuro, alegría y más compromiso. Ella nos pidió que sigamos trabajando fuertemente. Nos dijo que tenemos que resolver el mejoramiento y la calidad de vida de los vecinos”, le dijo a
La Tecla la intendenta de
Carlos Tejedor. “La realidad es que en la política siempre hubo discrepancias desde el mismo sector que militamos, pero todas esas asperezas se terminan dirimiendo en la mesa y eso es lo que tenemos que hacer, porque es lo que nos piden los argentinos: ‘Por favor traten de estar todos juntos porque los necesitamos’”, completó
María Celia Gianini, quien además es amiga personal de la exmandataria. Un miembro del Instituto Patria redobló: “Muchos van a empezar a pensar que tiene que ser candidata a diputada y que después sea a presidenta”.
“
Cristina es como Messi, la mejor de todas, pero no se le puede pedir más.
Es como que le pidamos a Messi que juegue dos mundiales más. La Copa América ya la jugó a otro ritmo”, fue la metáfora futbolera usada por un intendente cercano a
Axel Kicillof. En el interior bonaerense la marca kirchnerismo aparece cada vez más devaluada y no tanto la marca peronismo, por eso hay quienes advierten que si no se encuentra una buena síntesis, que contenga a todos y nutra de propuestas nuevas, los jefes comunales podrían pasar peripecias electorales.
“Si no cambian las formas, el que quiera poner en riesgo su distrito irá con ese frente electoral, al que le dé el cuero hará un partido vecinal y al que no, irá por otro lado, eso dependerá de cada uno”, pronosticó, apocalíptico, un alcalde alejado del
Instituto Patria. También está convencido que “es imposible que todo lo que está pasando no tenga impacto electoral, ya veníamos mal y esto nos perjudica más”.
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Cristina no va a ser candidata al PJ nacional, tampoco Axel; no es necesario que estén ahí, pero Cristina sí va a poner el cuerpo por la persona que sea candidata y que ella apoye”, pronosticó un ministro provincial. “Con lo de Alberto tocamos fondo, pero ella va a estar al frente de la reconstrucción del peronismo”, completó.
En tanto, en el
Frente Renovador descreen que el escándalo del expresidente Fernández tenga consecuencias electorales drásticas, porque Alberto ya estaba fuera de la órbita de la política con proyección de futuro.
“Va a haber mucha discusión interna, pero vamos a llegar juntos a la meta”, aseveró un legislador massista. Si algo se le reconoce al exministro de Economía es que, pese a la derrota y a las diferencias internas que surgieron en el seno de UP, no se le escurrió ningún intendente ni ningún legislador.
Es que sostener el barco de Unión por la Patria a flote, más allá de que será rebautizado cuando se constituyan las nuevas alianzas, aparece como primordial antes de hablar
candidaturas. Más cuando los dirigentes con mayor conocimiento del espacio tienen una imagen negativa que, en todos los casos, supera el 50%.
“Es un momento de reacomodamiento, donde algunos compañeros y compañeras cuestionan algunas situaciones, pero el tiempo terminará acomodando todo. No me cabe ninguna duda que de cara al 2027 nos va a encontrar a la gran mayoría juntos para brindar una opción a la gente que hoy se está dando cuenta que se vio defraudada por Milei, porque el ajuste no lo está pagando la casta sino los trabajadores”, sostuvo
Leonardo Nardini.
Igualmente, el alcalde de
Malvinas Argentinas reconoció la posibilidad de una fractura. “
Tal vez en el medio no logremos sintetizar todo, pero lo bueno es que es una elección de medio término, donde se eligen legisladores. El fin principal es buscar otro rumbo de gobierno de cara al 2027, fortaleciendo el ejercicio democrático y no buscando poner palos en la rueda”. Y remarcó que “ese es un tema que ya lo vivimos en el 2015, cuando ganaron Mauricio Macri y María Eugenia Vidal”.
El intendente de
Ensenada,
Mario Secco, declaró que “Unión por la Patria está reconstruyéndose, está haciendo un esfuerzo muy grande para salir adelante y tener una alternativa para lo que viene. Si nosotros queremos terminar con un gobierno como el de Milei no cabe duda que hay que trabajar para crear una alternativa”.
Pese a estar distanciado de Cristina y jugar en el combo de espacios que envalentona a Kicillof, Secco no anticipa el quiebre entre esos dos espacios internos.
Pocos, casi nadie, creen que el Gobernador irá a una batalla con quien consideró siempre la jefa, y desde La Cámpora sentencian que se confunden quienes dicen “con Cristina está todo bien pero con Máximo no, eso es indisoluble”. Es allí donde vuelve a aparecer
el fantasma del cierre de listas 2023 y las ganas de irse de varios, aunque les cueste concretarlo. Uno que promete no volver por nada al redil K es el mandamás de
Avellaneda,
Jorge Ferraresi, y se sentiría frustrado si Axel no da el paso que él y parte de la mesa kicillofista esperan.
Desde el kirchnerismo duro confirmaron que la tensión entre la Gobernación y La Cámpora sigue y las discusiones continúan sin resolverse. Un dirigente del Patria señaló ante La Tecla que “Axel está pensando la gestión en clave interna y desde ahí construir apoyos, pero tendría que hacer al revés. Una cosa es juntar apoyos sin hablar de gestión y otra es juntarte para resolver los efectos de la crisis en los municipios. Está muy adelantado en clave interna, faltan tres años y medio. La actitud y gestión es lo que sirve. No funciona como él cree, eso
muestra el desconocimiento de cómo funcionan las relaciones políticas en la provincia de Buenos Aires. No tiene que hacer reuniones para mostrar apoyo, es al revés”.
“Lo que armó Carli (Bianco) no tiene nada, no tiene ningún intendente. ¿Cuál el representante más importante de La Patria es el Otro?
Son heridos de agrupaciones o marginales filo peronistas o de movimientos sociales. Mucho menos tenés que hacer enojar a Cristina. Axel no es Massa, que construye fronteras por fuera. Es el candidato natural de todos, pero si no se pelea con todos antes. Tiene que ver cómo llega más competitivo,
el problema no es con Cristina, es con Massa que quiere ser candidato a presidente”, disparó el mismo dirigente, que tiene ascendencia en un distrito de la Primera sección.
Por supuesto, en el Ejecutivo bonaerense ven la cosa de otra manera, y si bien hubo “foto familiar” en el momento de la visita de Cristina a Comodoro Py (donde no estuvo Máximo), es como esa
forzada toma que exige la abuela en Navidad cuando los primos están peleados y lo seguirán estando en la medida que esa noche se evapore y las diferencias internas sigan sin abordarse en profundidad. Una profundidad distinta a la que el peronismo bonaerense puede hundirse si no encuentra parches rápidos y le suma agujeros al barco que provienen de obuses propios.
LOS K DE PALADAR NEGRO
La Cámpora, la tensión con Kicillof y el retorno del clamor por CFKEn el kirchnerismo -y en el peronismo- es sabida la diferencia existente entre
Máximo Kirchner y Axel Kicillof. Tal situación genera tensiones en diferentes tribus y las mismas se evidencian en cada momento de la vida cotidiana de Unión por la Patria. De todos modos, el reencuentro entre Cristina Fernández y el Gobernador dejó una pequeña señal de distención en medio de la incomodidad.
En el camporismo, según pudo conocer
La Tecla,
valoraron la presencia de Kicillof en los tribunales cuando CFK declaró en el juicio por el intento de magnicidio que padeció en septiembre de 2022. No sólo hubo reunión, sino también una foto con varios dirigentes del peronismo.
Sin embargo,
la ausencia de Jorge Ferraresi no pasó desapercibida y generó un malestar mayor en las filas de La Cámpora. De hecho, el intendente de Avellaneda hizo un acto junto a Alberto Sileoni mientras la expresidenta estaba en Comodoro Py.
“Lo correcto sería juntarse, pero lo que hay que ver es bajo qué circunstancias y normas de convivencia”, indicaron a este medio fuentes de la organización que lidera Kirchner. La idea siempre está, incluso todavía está pendiente la propuesta de que Kicillof vaya a una reunión del Consejo Provincial del
PJ bonaerense.
De todos modos, las diferencias afloran con el Gobernador y no las esconden.
“Un problema que tiene Axel es que no puede ampliar su espacio, ni tampoco lo ordena”, sentenciaron sobre el entorno de Máximo. “El primer problema de Axel es Axel, lo que hay es que abrazar a todos y no amplía”, completaron a modo de reclamo.
En el camporismo, además de la batalla cuerpo a cuerpo con Ferraresi, también poseen frentes abiertos con los ministros y laderos de Kicillof:
Carlos Bianco y Andrés “Cuervo” Larroque. La relación con los funcionarios no es la mejor y se encuentran en la primera línea de fuego de la batalla interna. De todos modos, reconocen que
“aflojaron desde la Gobernación con las operaciones en contra de La Cámpora”.
La figura de Cristina siempre está presente y
se retoma el operativo clamor con vistas a las elecciones del 2025. Aseguran que la vieron en “modo candidata” en México y ya sueñan con que juegue el año que viene en la arena electoral.
Están convencidos que CFK aglutina a todos y que “si ella los llama vienen corriendo”. Para eso, usan como referencia el comunicado que firmaron todos los intendentes menos Fernando Gray. En tanto, consideran que es errado el discurso “todo bien con Cristina, pero todo mal con Máximo. Eso no corre, ellos son lo mismo”.
HACIA EL FUTURO
La banca al gobernador y el reclamo para llevar “más política” al territorioSon diferentes sectores lo que hoy confluyen detrás de la figura de
Axel Kicillof y que hacen fuerza para que el Gobernador no sólo sea el próximo presidenciable, sino también la voz que entone
las nuevas melodías en el peronismo. Enfrentados con La Cámpora, buscan un paraguas que los contenga políticamente y se exprese con el poder de la birome en el 2025.
En el interior bonaerense el Gobernador cuenta con un gran acompañamiento por parte de los intendentes que se encuentran desencantados con la conducción del PJ provincial. A fuerza de cumplir compromisos asumidos en cuanto a la gestión, el mandatario ha logrado legitimarse entre los mandamases.
De todos modos, en el aspecto político hay quienes observan que es necesario tener mayores herramientas para dar la disputa no sólo hacia el interior del peronismo, sino también para recuperar distritos que hoy gobiernan el PRO o la UCR.
“Axel le mete mucha gestión, pero todavía no pudo armar algo propio para la Legislatura ni el Congreso hacia el 2025”, analizó un alcalde del peronismo identificado con el Gobernador.
En esa línea, comentó que “en la gestión está bien, pero le falta llevar política al territorio”. Entonces, manifestó,
“se tiene que sacar el traje de gobernador y ponerse el overol para hablar con vecinos y la militancia”.
“Le lleva obras a municipios de la oposición y todavía no se pudo juntar a los sin tierra de esos municipios”, expresó el jefe comunal del interior. Luego, consideró que
“la tensión con La Cámpora opera como freno de mano para que el axelismo desembarque en varios distritos”.
En lo que parece uno de los puntos fuertes de Kicillof, los suyos le reclaman mayor decisión a la hora de acumular políticamente lo realizado con la gestión que encabeza. Asimismo, reconocen que
la situación interna tabica el desarrollo de una propuesta alternativa hacia el 2025 como antesala del 2027.
“Si no se resuelve la interna, Cristina va a terminar siendo candidata y es la única forma que tiene La Cámpora de sobrevivir a las discusiones”, afirmó. Además, reconoció que en las charlas entre dirigentes cada vez es más frecuente escuchar la posibilidad de una candidatura a diputada nacional de Cristina o de la chance que presida el PJ nacional. También expresó -y aclaró que es una postura personal- que "no se puede seguir así, por eso no sería malo ir a una interna para definir el liderazgo" en caso que CFK vaya en la lista el año que viene.
FRENTE RENOVADOR
Los 30 puntos que Massa pone por delante para sostener la unidadSergio Massa repite una frase y se la dice tanto a Cristina Fernández como a Axel Kicillof.
“Nosotros nos levantamos y tenemos 30 puntos en la provincia de Buenos aires, y cuando nos vamos a acostar los seguimos teniendo”. Por eso alienta la unidad del espacio, aunque duela, y, pese a que desde los otros dos sectores le desconfían, trabaja en ese sentido. Sostiene que esos 30 puntos se fidelizan si al Gobierno le llegara a ir mal porque, frente a la implosión de Juntos por el Cambio, Unión por la Patria aparecerá como la opción más consolidada.
En el Frente Renovador
dicen que la jugada de Kicillof lo va a llevar a reclamar más lugares en las listas el año que viene, pero no a romper. De todos modos, en su estado de rosca permanente, Massa explora todos los escenarios posibles y nunca deja de mirar cómo se puede organizar nuevamente la ancha avenida del medio con los viudos de Unión por la Patria y de Juntos por el Cambio. Un camino difícil cuando el mundo se mueve en una polarización entre centro izquierda y centro derecha.
Uno de los objetivos del massismo es recuperar las banderas con las que fue creado el partido, y que en buena medida arrió en su alianza con el kirchnerismo.
“Nuestras posturas tienen que hacerse más notorias en la convivencia de UP”, señaló un hombre de diálogo fluido con Massa.
Al tigrense le preocupa, además, lo que sucede en algunas provincias. El primer caso es Córdoba: cómo sumar al peronismo cordobés, que casi cuadriplica en votos al kirchnerismo. Tucumán, donde ganó el peronista Osvaldo Jaldo y se convirtió luego en el primer gobernador aliado de Milei. Santa Fe, donde el peronismo debe reconstruirse, al igual que Chaco. Jujuy y Salta. Esta última con un sentimiento especial para Massa, ya que el gobernador Gustavo Sáenz, quien le reportaba directamente, ahora también aparece bastante alineado al Presidente.
Massa no descarta nunca ninguna posibilidad y aunque hoy no se lo vea como un posible cabeza de lista como
diputado nacional en 2025 sería un error dar el tema por concluido. Y sus ganas de seguir participando por la
presidencia de la Nación siguen intactas, y quisiera intentarlo nuevamente en 2027. Ese deseo choca con el mismo anhelo que tiene Kicillof, con quien en el último tiempo hay una relación mejor a la tumultuosa que hubo en el inicio del año.
Sus esperanzas se cifran en que
es muy difícil sostener el nivel de ajuste que lleva adelante el gobierno nacional, y que los escenarios en la Argentina son demasiado cambiantes. Ya le ha ido mal en las encuestas en otras oportunidades y lo ha revertido.
UNA PATA MAS
Gray busca ser la válvula de escape para enojados de todos los sectoresFernando Gray, enfrentado a La Cámpora y por fuera del esquema que aglutina Axel Kicillof, arma su propio espacio, con la compañía de
Juan Zabaleta y
Facundo Moyano y una sintonía muy fina con el jefe comunal de Tigre,
Julio Zamora. En los próximos días, el intendente de Esteban Echeverría acelerará su construcción, abrirá una oficina en la Ciudad de Buenos Aires y hará bajadas a otros distritos acompañado por un alcalde.
En ese sentido, Gray celebra la reunión que tuvo el jueves de la semana pasada con Gastón Granados.
La foto le costó al mandamás de Ezeiza reproches por parte de La Cámpora, ya que visitó al único intendente que no firmó la solicitada en favor de la exvicepresidenta a pocas horas de la ida de Cristina a los Tribunales. En Echeverría ven un poco más allá y aseguran que “quien tiene el olfato más afilado de esta región es Alejandro Granados (padre de Gastón y caudillo del distrito aeroportuario), porque cuando enfoca para algún lado algo olfatea”.
Después de esa reunión, Gray recibió el llamado de otro alcalde con la intención de juntarse,
pero desde ahora, quien lo visite, debe aceptar sacarse la foto.
“No me reúno más en off con nadie”, les advierte. Un dilema para muchos, que buscan hacer equilibrio y no quedar pegados a nada que los pueda complicar con otro de los sectores de la atomizada Unión por la Patria.
Alejado del cristinismo, al que considera agotado, el echeverriense
tampoco se alinea a Kicillof, porque cree que el Gobernador nunca se va a desmarcar de Cristina definitivamente, y que ello lo llevará a dejar pedaleando en el aire a quienes hoy lo erigen como la figura con proyección nacional del peronismo, superadora de la etapa K. Gray está entre los que juegan a adivinar un futuro cercano en el que a Kicillof “le va a pasar como a Scioli en su momento, le van a dar dos legisladores y que agradezca”.
El problema es que por fuera de esos dos sectores y del Frente Renovador queda poco más peronismo suelto. Gray tiene diálogo con
Martín Llaryora y
Juan Schiretti y habla con otros dirigentes del peronismo bonarense pero que no acarrean demasiados votos. Por eso la apuesta es empezar a sumar a los K desencantados y a los que empiezan a advertir que a Kicillof le cuesta ampliar lo que empezó con enjundia y que será difícil no terminar, otra vez, sometidos a la lapicera de Cristina y La Cámpora.
“Yo voy a hacer política, voy a construir”, anuncia a quien le pregunte por su armado. Cree que es difícil ampliar Unión por la Patria, porque considera que no hay reflexión, ni autocrítica, ni gestos de amplitud, sino todo lo contrario. “Esto se radicaliza y cuando te radicalizás, excluís”, suele decir.
POR LUCAS ROMERO - SYNOPSIS CONSULTORES
Un escándalo que repone la necesidad del peronismo de revisar su pasado La denuncia de violencia de género contra Alberto Fernández que conmocionó a la opinión pública, y cuyas consecuencias podrían dañar aún más la reputación del peronismo, repone en la escena una cuestión muy poco discutida en el partido, pero que en buena media explica su crisis reputacional:
cómo se eligen los liderazgos dentro del partido, y cómo se castigan o se sancionan los errores cometidos por esas decisiones.
Alberto Fernández llega a la cima de la representación partidaria (candidato a presidente) gracias a la decisión de otra líder del partido, Cristina Kirchner. Nadie discutía la legitimidad de la expresidenta de proponer un candidato, pero tampoco nadie discutió esa decisión que, a la luz de los resultados, terminó siendo muy mala, al producir
quizá el gobierno más disfuncional de toda nuestra historia.
Hoy el peronismo paga los costos de aquella decisión, pero curiosamente no parece estar dispuesto a revisar las responsabilidades de aquella decisión. Vaya sino un breve repaso de la gran cantidad de malas decisiones políticas tomadas por Cristina Kirchner y que sin embargo no produjeron reprimenda ni sanción alguna de parte del partido hacia su liderazgo: la elección de
Amado Boudou como compañero de fórmula en 2011 o la de elegir a
Martín Insaurralde como primer candidato en Provincia en 2013, la de imponer a
Carlos Zanini como vice de Scioli, o la de impulsar a
Aníbal Fernández como candidato a Gobernador en 2015, la de no darle la interna a
Florencio Randazzo en 2017, que podría haber evitado la derrota posterior ese año, la de designar a Alberto Fernández como candidato a presidente o la decisión de imponerle a Kicillof a Martín Insaurralde como Jefe de Gabinete en 2021, habiendo terminando este funcionario como terminó.
Si el partido aspira a reconciliar su vínculo con la gente, le será muy útil no sólo efectuar un repaso de su pasado reciente, no sólo
identificar los errores cometidos, sino también ofrecerle a la sociedad un gesto incontrastable que ayude a transmitir la idea que esos errores no volverán a cometerse en el futuro. La sanción a los responsables de las malas decisiones del pasado puede tener para el peronismo una función reconciliadora con la gente. Si los que cometen errores no pagan ningún tipo de costos, al peronismo le será difícil volver a conquistar la confianza de la gente para volver a representar de la mejor manera sus deseos y aspiraciones.