El gobierno de Guillermo Montenegro y el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) fumaron la pipa de la paz el 9 de agosto. El cese de hostilidades, firmado por el secretario de Legal y Técnica, Mauro Martinelli y Daniel Zacarías, adjunto del gremio, se hizo esperar más de la cuenta. La discusión, que de fondo siempre estuvo anclada en lo salarial, abrió otros frentes que, a pesar de la bandera blanca, nadie da por concluidos, como la declaración de esencialidad del empleo público o sanciones más duras ante las medidas de fuerza. El STM, por su parte, desnudó falencias y baches en distintas áreas de gestión que quedaron a la vista y de la que difícilmente puedan desentenderse uno y otros. ¿Cuáles fueron, entonces, los efectos de la diatriba? ¿Qué balances hacen las partes?
Tras una escalada que parecía no tener fin, Ejecutivo y gremio cerraron un aumento del 29% en tres tramos: 10 en agosto, 9 en septiembre y en 10 en octubre. A su vez, acordaron una nueva paritaria para mediados de noviembre, una negociación que estará atada a la inflación. Cabe recordar, que en lo que iba de 2024, el Sindicato había recibido un diez por ciento en marzo, cerrado a fines del 2023 y otros 10 puntos por decreto en mayo. La sumatoria total continúa por debajo del IPC, que, sin embargo, da signos de desaceleración.
Para el Ejecutivo, el conflicto sirvió para afianzar el mantra de lo privado como principal catalizador de la sociedad y la economía. El gobierno, que repitió una y otra vez el concepto de que sólo el 10% del trabajo era público, buscó poner a los municipales en el lugar de privilegiados además de colocarlos en la línea de fuego frente a las demandas vecinales. De dicha retórica nació en buena medida la idea del proyecto de esencialidad. ¿Qué pasó con el expediente? De momento, parece haber sido una bala de salva: en 4 meses sólo tuvo un tratamiento dónde se pidieron más de 10 informes que no parece que vaya a prosperar. Resuelto el conflicto -al menos hasta noviembre- en el Concejo descartan un avance del proyecto aunque queda como potencial herramienta de negociación. El otro expediente irresoluto en el Legislativo es el del Convenio Colectivo de Trabajo. Según explicaron fuentes sindicales a La Tecla, el despacho no implica debate sobre la validez del acuerdo sino que tiene por objetivo informar a terceros impactados por el mismo.
La disputa también desnudó fisuras internas de la heterogénea coalición, con un radicalismo que, si bien nunca se salió de la línea, contaba con numerosos trabajadores de planta vinculados. La tensión llegó a los cuadros intermedios, en especial directores y coordinadores, que se vieron como el punto medio de una gran cinchada entre las bases y el personal político. Un caso paradigmático fue el de Marcos Folgar, titular de Discapacidad que abandonó el cargo a principios de agosto y trajo ruido en otras dependencias. A su vez, ya en la última etapa del conflicto, el sindicato sugirió -aunque no llegó a dar nombres- la idea de funcionarios políticos de poca presencia en dependencias.
El conflicto también hizo emerger problemáticas de infraestructura. Uno de los más paradigmáticos fue el crematorio municipal -cerrado durante un año- y el funcionamiento del cementerio en general. Otra denuncia que pegó fuerte fue la del funcionamiento de la maquinaria vial y el EMVIAL, uno de los caballitos de batalla de la gestión. A esto se sumó los problemas edilicios del ámbito educativo. Desde las filas del STM consideran que la sumatoria de los docentes al reclamo con un anuncio de paro total fue una de las claves para la reapertura de negociaciones.
En el balance y proyección del conflicto, la situación de las arcas municipales ocupó un rol determinante. De hecho, uno de los argumentos más reiterados por Montenegro y el secretario de Legal, Técnica y Hacienda, Mauro Martinelli, es que nunca “rifarían el orden de las cuentas públicas” pagando algo que no era posible. Desde el gremio aseguraron que tenían conocimiento de la situación financiera de General Pueyrredon, especialmente afectada por la brutal caída de la recuadación de tasas y de la coparticipación provincial. No obstante, desde su óptica, siempre hubo dinero para la recomposición del salario.
En un conflicto marcado por los paros y reteneciones de tareas, el Ejecutivo avanzó con sendos descuentos económicos a los trabajadores. ¿Que pasará colas ya efectivizados? Desde el gobierno no están dispuestos a retrotraer la medida aunque la última palabra la tendrá la Jusitica. En cuánto a las retenciones desde el STM creen que “no se van a realizar”•y que el sistema de deducciones municipal “es complejo no permite decuentos por horas”.
Apaciguadas las aguas, resta saber sí se trató de un punto final o de un parate temporal con nuevas chances de explosión.
La educación en el laberinto
General Pueyrredon cuenta con el sistema municipal más grande del país, con 84 establecimientos: 33 jardines, 17 primarias, 17 secundarias, 1 técnica, 2 bachilleratos para adultos, 10 escuelas de formación profesional y 4 institutos terciarios. En total, abarca a 25.000 alumnos y cuenta con, al menos, 3.000 docentes. También fue una de las áreas afectadas por la disputa salarial. Desde el gremio, además de lo remunerativo, se había pedido mejoras en las “condiciones dignas de trabajo”, ya que señalaban el mal estado de los edificios escolares, la falta de insumos y de elementos laborales, entre otras falencias. Además, fue el sector que desencadenó el acuerdo alcanzado, ya que los docentes y auxiliares municipales habían anunciado un paro de 24 horas que podría haberse agudizado si no se obtenían respuestas. Sin embargo, al día siguiente, el STM y el Ejecutivo rubricaron el aumento que terminó cancelando la medida de fuerza.
Cementerio Parque: una de las caras del abandono que se mostró
La necrópolis municipal ha sido uno de los sectores más señalados por el Sindicato de Trabajadores Muncipales desde que comenzó el conflicto. En los últimos años, ha sido objeto de críticas por parte de los vecinos, lo que derivó en la presentación de expedientes y la citación de funcionarios en el Concejo Deliberante. A través de videos y con imágenes del Cementerio Parque, desde el STM señalaron deficiencias como la inundación de bóvedas, más de 550 nichos rotos, falta de iluminación, ausencia de calefacción en las dependencias, baños en mal estado y sin agua potable, y el Crematorio cerrado.
A esto se suman hechos de vandalismo y robos. El estado de abandono de los cementerios municipales viene de larga data. Han pasado más de dos años desde que Sebastián D´Andrea, actual presidente del EMDER y entonces titular del EMSUR, fue convocado para dar explicaciones sobre la situación de los cementerios "Parque" y "La Loma" tras reiteradas denuncias de vandalismo, abandono y otras quejas de la comunidad.
En esa ocasión, el funcionario aseguró que se necesitaban $250 millones para realizar las obras necesarias y reconoció la falta de personal suficiente para la atención y desarrollo de tareas. Desde aquella exposición, ya con Santiago Bonifatti, hombre de Sumar, al frente del EMSUR, no se avanzó en las obras. Ante esta situación, el Concejo sancionó una comunicación dirigida a Boniffatti para conocer el estado de los trabajos y los proyectos destinados a poner en valor el cementerio.