26 de agosto de 2024
INTERNA PERONISTA
Gray busca ser la válvula de escape para enojados de todos los sectores
El Intendente de Esteban Echeverría mantiene su enfrentamiento con La Cámpora y planta bandera con la construcción de un armado propio. La distancia con Axel Kicillof y qué perspectivas posee hacia el futuro.
Fernando Gray, enfrentado a La Cámpora y por fuera del esquema que aglutina Axel Kicillof, arma su propio espacio, con la compañía de Juan Zabaleta y Facundo Moyano y una sintonía muy fina con el jefe comunal de Tigre, Julio Zamora. En los próximos días, el intendente de Esteban Echeverría acelerará su construcción, abrirá una oficina en la Ciudad de Buenos Aires y hará bajadas a otros distritos acompañado por un alcalde.
En ese sentido, Gray celebra la reunión que tuvo con Gastón Granados. La foto le costó al mandamás de Ezeiza reproches por parte de La Cámpora, ya que visitó al único intendente que no firmó la solicitada en favor de la exvicepresidenta a pocas horas de la ida de Cristina a los Tribunales. En Echeverría ven un poco más allá y aseguran que “quien tiene el olfato más afilado de esta región es Alejandro Granados (padre de Gastón y caudillo del distrito aeroportuario), porque cuando enfoca para algún lado algo olfatea”.
Después de esa reunión, Gray recibió el llamado de otro alcalde con la intención de juntarse,
pero desde ahora, quien lo visite, debe aceptar sacarse la foto. “No me reúno más en off con nadie”, les advierte. Un dilema para muchos, que buscan hacer equilibrio y no quedar pegados a nada que los pueda complicar con otro de los sectores de la atomizada Unión por la Patria.
Alejado del cristinismo, al que considera agotado, el echeverriense tampoco se alinea a Kicillof, porque cree que el Gobernador nunca se va a desmarcar de Cristina definitivamente, y que ello lo llevará a dejar pedaleando en el aire a quienes hoy lo erigen como la figura con proyección nacional del peronismo, superadora de la etapa K. Gray está entre los que juegan a adivinar un futuro cercano en el que a Kicillof “le va a pasar como a Scioli en su momento, le van a dar dos legisladores y que agradezca”.
El problema es que por fuera de esos dos sectores y del Frente Renovador queda poco más peronismo suelto. Gray tiene diálogo con Martín Llaryora y Juan Schiretti y habla con otros dirigentes del peronismo bonarense pero que no acarrean demasiados votos. Por eso la apuesta es empezar a sumar a los K desencantados y a los que empiezan a advertir que a Kicillof le cuesta ampliar lo que empezó con enjundia y que será difícil no terminar, otra vez, sometidos a la lapicera de Cristina y La Cámpora.
“Yo voy a hacer política, voy a construir”, anuncia a quien le pregunte por su armado. Cree que es difícil ampliar Unión por la Patria, porque considera que no hay reflexión, ni autocrítica, ni gestos de amplitud, sino todo lo contrario. “Esto se radicaliza y cuando te radicalizás, excluís”, suele decir.