Quintela había presentado una apelación a la resolución que lo había dejado afuera de las elecciones y pidió que se suspenda el proceso electoral partidario. En ese marco, denunció un “accionar parcializado” de la Junta Electoral, “manifiesta violación de la cadena de custodia” de la documentación y la “imposibilidad de control y fiscalización” de los avales de la lista rival.
De esta manera, el riojano buscaba postergar la elección e iniciar un nuevo proceso para concretarla el año próximo con la medida cautelar que presentó. Sin embargo, la Justicia Federal no dio lugar y ahora
Cristina Fernández será proclamada como presidenta del PJ nacional el 17 de noviembre.
No obstante,
el peronismo no logra salir de su crisis de liderazgo y CFK ya no posee el consenso mayoritario de los sectores para imponerse como conductora. En los últimos días había logrado que aliados clave de
Axel Kicillof rechazaran la judicialización propuesta por Quintela y la apoyaran, pero la disputa no concluye.
Hasta el momento el Gobernador bonaerense no expresó su acompañamiento a la expresidenta y es motivo del
distanciamiento con su madre política. En tanto,
La Cámpora hace saber su disgusto con la situación y le reclama al mandatario provincial que siente una postura clara en favor de Cristina.
“Si a mí me buscan para una discusión,
con el único que me quiero pelear es con el que está quebrando a nuestro país, se llama Javier Milei. Contra eso me van a encontrar siempre, nunca me van a encontrar contra un compañero o compañera”, expresó esta semana
Kicillof, que fue blanco de críticas por parte del camporismo.
La tensión escaló nuevamente a un punto de máxima tensión con una sorpresiva acción del intendente de Lanús,
Julián Álvarez, contra el Gobierno bonaerense. El alcalde camporista expuso duras críticas a la gestión de Kicillof y generó malestar. De hecho, el ministro de Desarrollo de la Comunidad,
Andrés Larroque, respondió con un mensaje en sus redes sociales.