La interna del peronismo atraviesa diversos aspectos en la provincia de Buenos Aires y uno de ellos es foco conflictivo que se vive por la administración del Puerto Dock Sud. El distanciamiento entre Axel Kicillof y Cristina Fernández de Kirchner genera enfrentamientos territoriales entre diferentes dirigentes.
Según pudo conocer La Tecla, la semana pasada hubo una reunión convocada por Kicillof en la Gobernación bonaerense en la que asistieron la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y su par de Lanús, Julián Álvarez. Además, del encuentro también fue parte el Asesor General de Gobierno, Santiago Pérez Teruel.
El conflicto por el Puerto Dock Sud viene de larga data y se entrelaza con la feroz disputa que protagoniza el jefe comunal de Avellaneda, Jorge Ferraresi, con La Cámpora. De esta manera, en plena batalla política, sus alcaldes vecinos encararon una serie de reclamos para que el Consorcio de la entidad los compense económicamente por el deterioro que causa el tráfico de camiones, que entran y salen de la terminal, en el asfalto, la infraestructura vial y hasta el cableado en las calles de sus comunas. Incluso, los camporistas judicializaron su reclamo pidiendo auditorías y estudios profesionales sobre los daños que produce el tránsito en sus calles.
En este marco, Kicillof recibió a Mendoza y Álvarez días atrás con la intención de encontrar un cauce al problema. Sin embargo, según pudo reconstruir este medio, la reunión se dio de manera acalorada y el Gobernador hizo saber su malestar con la situación. La bronca no fue escondida por parte de Kicillof ante la sorpresa de los presentes por la beligerancia expresada.
Lo concreto es que el encuentro culminó y no de la mejor manera por lo que no hay un consenso para la salida del conflicto. A su vez, trascendió que parte de los planteaos realizados por el primer mandatario tendrían que ver con reproches hacia la figura de Cristina Fernández de Kirchner por entender que dio la orden para guerrear por el Puerto.
La relación entre Kicillof y CFK se encuentra en su peor momento al tiempo que se profundiza la pelea en el peronismo bonaerense de cara al armado de listas hacia el 2025. Las acciones de Ferraresi luego de las recorridas por Quilmes y Lanús encendieron más los enojos en el camporismo y le exigen al Gobernador que ordene al mandamás de Avellanada.
En cuanto a la terminal portuaria de Dock Sud, que preside Carla Monrabal, se trata de una de las más importantes del país (por sus muelles se exporta más del 40% de la producción de la Argentina) y localizada en el municipio de Avellaneda. Aunque tiene conexiones con distritos contiguos como Lanús y Quilmes.
En el “doque”, el gigante en el movimiento de contenedores Exolgan espera el visto bueno de la Provincia para iniciar un proceso de modernización de los muelles y otras instalaciones que lo ponga a la altura de Montevideo o Santos, con una multimillonaria inversión en dólares.
Con este contexto, un conflicto intermunicipal explotó, involucrando a quilmeños, lanusenses y, obviamente, al jefe comunal local y referente del kicillofismo y el anticamporismo, Jorge Ferraresi. Los alcaldes Mayra Mendoza y Julián Álvarez, enrolados en la “orga” que conduce Máximo Kirchner, ya hicieron público su reclamo.
Sin embargo, no faltan quienes ven detrás del conflicto una batalla más entre sectores internos del peronismo. “Más allá de que puedan tener algo de razón en el reclamo por los daños en el pavimento, acá lo que ocurre es que el puerto es una gran caja negra con muchos millones en juego, que nadie controla ni supervisa. Tal vez quieran participar de los beneficios, además de darle un golpe a su rival en la interna”, señaló un referente opositor a la gestión de Ferraresi. Se refiere a una caja de la que aparentemente todos quieren tener una porción.
EXOLGAN, EL GRAN ACTOR
Inversiones millonarias y una concesión plagada de polémica
La poderosa Exolgan espera el OK de la Provincia para iniciar los trabajos, que contemplan la demolición y modernización de un sector para pertimir el ingreso de buques de mayor calado. La inversión prevista de esta etapa es de 138 millones de dólares, con el propósito de mantener la competitividad de la terminal portuaria frente a otras terminales de la región como Montevideo y Santos.
SIn embargo, la concesión del espacio que ocupa la firma vence en agosto de 2025, por lo que solicitó un permiso de uso por 10 años, a partir del vencimiento de dicha concesión. Esta modificación al reglamento fue cuestionada por el intendente de Lanús y miembro del Directorio del Consorcio, Julián Álvarez. Otros actores de la actividad portuaria señalan la reforma como un indicio de favoritismo hacia Exolgan, que quedaría en posición privilegiada para obtener un nuevo plazo de explotación de los muelles.
Tras el cachetazo que significó perder la planta de GNL en Bahía Blanca, este proyecto es vital para el Ejecutivo bonaerense.