13 de diciembre de 2024
ABSORCIONES
Axel Kicillof y su Estado paralelo
Con la reciente aprobación del laboratorio bonaerense de medicamentos, el gobernador Axel Kicillof continúa engrosando el rol del Estado pese a un contexto donde abunda la motosierra sobre las arcas nacionales.
Axel Kicillof se mostró desde el inicio de su segundo mandato como principal opositor al gobierno nacional que conduce Javier Milei, sacando chapa de su triunfo contundente en las urnas para revalidar su reelección. Las políticas del mandatario bonaerense con contrapuestas a las de Nación, y eso se nota en cómo se engrosó el estado provincial con los últimos proyectos que envió el Ejecutivo a la Legislatura y tuvieron el visto bueno de diputados y senadores.
En la última sesión de la Cámara de Diputados dieron media sanción al proyecto para crear la empresa bonaerense de medicamentos bajo la forma de Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria (SAPEM). El proyecto aspira garantizar el suministro de medicamentos, vacunas, insumos, productos médicos, ingredientes farmacéuticos activos, y establecer estándares primarios y secundarios para el control de calidad de la producción.
Según el proyecto, la empresa contribuirá a evitar los sobreprecios que aplican los laboratorios privados cuando disponen de un monopolio de producción o una marca que se distinga, lo que a su vez se traduce en precios más bajos para los usuarios. La iniciativa también garantiza el acceso a tratamientos sin que ningún ciudadano y ciudadana quede excluido por tener recursos económicos escasos.
El principal cuestionamiento del arco opositor que votó en contra del proyecto (PRO, La Libertad Avanza, los monobloques de Izquierda, UCR-Cambio Federal y parte de los diputados de Acuerdo Cívico), giró en torno a cómo financiará la provincia la creación de esta nueva empresa estatal.
Así lo reflejó el diputado nacional Facundo Manes, que ni bien se llevó a cabo la votación lanzó un duro posteo en X para manifestar su rechazo a la iniciativa: “Crear una sociedad anónima estatal para fabricar medicamentos e insumos en la provincia de Buenos Aires es un despropósito. Sin un plan claro de financiación ni incentivos de eficiencia, solo aumentará la burocracia y el déficit. Gastar más no soluciona el problema de gastar mal”.
La misma problemática giró en torno a la creación de la empresa estatal de ambulancias, que cuenta con media sanción en la Cámara Baja y no tuvo su tratamiento todavía en el Senado. También bajo la figura de SAPEM, la propuesta está destinada a fortalecer el funcionamiento del Sistema de Emergencias en Salud con la planificación centralizada de políticas sanitarias, la asignación de recursos de manera eficiente y equitativa entre necesidades y disponibilidad de recursos de cada municipio; también el recupero financiero del sistema.
Esta iniciativa también se llevó los cuestionamientos del sector opositor: “¿Esto Kicillof lo hace para sobreactuar las diferencias que tiene con el Gobierno nacional? Sería una irresponsabilidad notable crear una empresa pública, que va a terminar quebrada como todas las empresas públicas, para diferenciarse del gobierno. Yo creo que no le importa la salud a Kicillof. Porque vemos el caso de IOMA que tiene dos millones de afiliados y no tienen cobertura alguna”, sostuvo Guillermo Castello cuando se trató el proyecto de Ambulancias.
Aunque parece complicado, Kicillof deslizó en una de sus últimas conferencias de prensa de las intenciones de hacerse cargo de Aerolíneas Argentinas, producto de la posible privatización de la empresa estatal. Los cuestionamientos llegaron por todos lados, al considerar un nuevo “disparate” del mandatario.
También para polarizar con Milei, debido a que dio de baja varios programas estatales, la provincia oficializó la creación de la CONADI bonaerense para continuar con la búsqueda de desaparecidos, el banco de datos genéricos, además de la constante búsqueda de que nación le ceda a la provincia una serie de obras de infraestructura que no avanzan, como la autopista Presidente Perón.