8 de enero de 2025
OTRO PROBLEMA
La sombra del default se mete en la disputa por el Presupuesto bonaerense
El Gobierno asegura que sin endeudamiento será difícil afrontar los vencimientos de deuda que operan este año y busca presionar para que la Legislatura le vote las herramientas que necesita. Queda poco tiempo.
El 1 de marzo la provincia de Buenos Aires debe honrar uno de los dos compromisos de deuda en moneda extranjera que vencen este año. El otro es el 1 de septiembre y entre ambos suman 1.100 millones de dólares.
Si bien desde distintos sectores de la economía aseguran que la Provincia tiene un colchón, e incluso posibilidad de tomar deuda a partir de no haber utilizado todos los endeudamientos autorizados en años anteriores, en el Ejecutivo aseguran que sin el permiso de endeudamiento pedido en el presupuesto 2025 será difícil que pueda cumplir con el compromiso asumido por el propio Kicillof cuando renegoció la deuda de la gestión Vidal.
“La plata va a tener que salir de algún lado o sino tendremos que ir al default y eso será responsabilidad de la oposición que no nos quiere votar el Presupuesto”, le dijo a La Tecla una alta fuente del Ejecutivo bonaerense. Detalló además que el pedido de endeudamiento de 1.200 millones de dólares obedece precisamente a que los vencimientos son apenas por debajo de eso.
En el Ejecutivo usan la posibilidad de cesación de pagos como medio para meter un poco más de presión a la Legislatura, a la vez que se muestran inflexibles en la postura sostenida desde el primer día de que “el Presupuesto debe salir sí o sí con el pedido de endeudamiento”. Como se sabe una de las cuestiones que frenó su tratamiento en diciembre fue que hasta el propio bloque oficialista propuso sacarlo de la Ley de Leyes y votarlo aparte, algo a lo que Kicillof no cedió.
En un comunicado de prensa que el Gobierno emitió luego de la frustrada sesión del 27 de diciembre, se detalló que “el proyecto de Presupuesto para 2025 garantizaba cumplir con las obligaciones y prioridades del Gobierno provincial, a pesar del ahorcamiento financiero y las deudas que el Gobierno nacional mantiene con la Provincia. El pedido de endeudamiento solicitaba autorización en lo estrictamente necesario para cubrir los vencimientos de capital e intereses contraídos por el Gobierno de María Eugenia Vidal, sin incrementar la carga de la deuda. La Ley Impositiva garantizaba que ningún sector sufriera incrementos de la carga tributaria en términos reales”.
El endeudamiento es un artículo entre los muchos de la Ley de Leyes, pero el que hace que la misma deba tener el acompañamiento de los dos tercios de cada Cámara. Esto lleva a que el interbloque conformado por el PRO, la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica sea clave para su tratamiento y aprobación. Por eso las negociaciones se centran con esas bancadas y por eso se apunta a esos sectores cuando desde calle seis señalan que si hay default será por culpa de la oposición y sus pedidos, que evalúan como abusivos.
Con la espada de Damocles descendiendo implacable con el primero de marzo como fecha de ejecución, el primer vencimiento de deuda extranjera de este año es otro condimento en la trabadísima negociación. Es que para no tener sobresaltos el Ejecutivo necesitaría tener aprobados el Presupuesto y la Impositiva en las primeras semanas de febrero; y eso está muy lejos de poder lograrse.
En la Legislatura, tanto oficialismo como oposición, hablan de la última semana de febrero como fecha posible. Y quien dice febrero dice marzo. “Con suerte en los últimos días del mes que viene podríamos tratarlo”, le dijo a La Tecla un diputado de Unión por la Patria al tanto de las negociaciones.
En el mundo de sombras que se mueven tras las negociaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo, entre el oficialismo y la oposición, entre la propia interna del peronismo y de cada uno de los espacios, y a la que ahora se asoma el fantasma del default, también está la sombra de las resoluciones electorales. No hay que ser demasiado avispado para intuir que en la demora legislativa pesa el deseo de varios sectores de que Kicillof defina el cronograma electoral y el modo en que la Provincia resolverá los comicios de este año.