8 de marzo de 2025
GRAFICA
Macri mira otro horizonte para evitar que su partido se desintegre
La idea de reflotar Juntos por el cambio toma más fuerza y sus ex-socios van definiendo posiciones. Cómo se para el PRO y sus principales referentes

Jorge Macri fue el primero que intentó ponerle un freno al entusiasmo de su primo Mauricio en cerrar filas con La Libertad Avanza. “Nos van a cagar y no nos van a dejar sin nada”, se cansó de repetir. Ya desde fines de 2024, el ex expresidente comenzó a convencerse que Javier Milei nunca tuvo en sus planes hacer una sociedad con el PRO. Aun así, dentro del partido siguen las posturas disímiles acerca del camino a tomar, y mientras unos se convencen cada vez más de dejar de insistir con un acuerdo, otros aseguran que sí o sí los amarillos deben amalgamarse con los violetas.
Esta postura la enarbolan con ahínco Diego Santilli y Guillermo Montenegro, quienes sostienen insistentemente en que “debemos juntarnos porque sino vuelve el kirchnerismo”. Los santillistas empiezan a ver que “Maurico está cerrando el partido, pero no nos podemos abrazar a la granada de Macri y tenemos que tratar de acordar sin explotar el partido”. Parece difícil. Está más que claro que la estrategia libertaria es chupar dirigentes de a uno sin acordar programáticamente con una estructura. Quizá Santilli y Montenegro terminen recorriendo ese camino, que ya iniciaron, entre otros, los intendentes Diego Valenzuela y Fernanda Astorino.
En una posición intermedia está Cristian Ritondo, el presidente del partido en la Provincia, quien no ve con malos ojos una confluencia, pero sin que el PRO pierda identidad. El jefe de bloque en Diputados de la Nación, no obstante, permanece alineado a Macri.
En la postura más dura de no acordar con LLA iniciada por Jorge Macri y a la que Mauricio parece adherir cada vez más se alinea Daniel Angelici. El “Tano” tiene un intendente (Javier Martínez), el presidente del bloque en el Senado, Christian Gribaudo, y un par de legisladores. Junto a los diputados, senadores e intendentes que responden al jefe de Gobierno porteño y a Ritondo sostienen una estructura que hará lo que Mauricio decida, pero que cuenta con una buena proporción territorial en la Provincia.
Conservar el partido es la premisa, y la primera prueba de fuego será la Ciudad de Buenos Aires, donde desde el propio PRO se reconoce que “tenemos un quilombo importante entre Jorge y Horacio (Rodríguez Larreta)” que suma tensión y riesgo electoral para los amarillos.