Relevamiento por los diez distritos donde la interna entre el
cristinismo y el axelismo amenaza con jugarse a fondo. Qué tiene cada uno y por qué se han convertido en emblemas de la disputa
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Por Hernán Sanchez y Andres Sosa
La reunión entre Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa apareció como un bálsamo en la hiriente interna de Unión por la Patria (UP), una aproximación para dar señales de diálogo. Sin embargo, pocas horas duró el efecto y hechos que se sucedieron velozmente volvieron las cosas a foja cero, e incluso parecen haberlas empeorado. Primero, el Gobernador se reuniٕó con intendentes afines y de ese encuentro surgió que la intención seguía siendo desdoblar las elecciones, lo que el cristinismo no acepta y ahora tampoco quiere Sergio Massa. En esa diferencia, que fue el ítem donde se estancó la reunión en la residencia del mandatario el domingo 23 de marzo, radica el principal punto de conflicto.
En ese sentido, la segunda movida de Axel Kicillof disparó la bronca de Cristina Fernández y La Cámpora. Mientras se aguardaba el documento firmado por los intendentes del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el mandatario logró que el Foro de Intendentes Radicales emitiera un comunicado en favor de separar las elecciones provinciales de las nacionales.
La respuesta a ello fue la presentación, por parte de la presidenta del bloque de senadores de UP, Teresa García, de un proyecto de ley para suspender las PASO y obligar a la Provincia a votar el mismo día que el presidente de la Nación fije los comicios nacionales. El viernes respondieron los intendentes axelistas y, con 44 firmas, sacaron el comunicado que apoya el desdoblamiento. La guerra total.
En ese contexto, un grupo de jefes comunales alineado al Gobernador le recordó al propio Kicillof que su intención no es sólo separar los comicios nacionales de los provinciales, sino también sostener las Elecciones Primarias, Abiertas, Ogligatorias y Simultáneas (EPAOS) en la Provincia. Su objetivo de máxima es que haya primarias y desdoblamiento, el segundo es que las EPAOS se suspendan pero se desdoble sí o sí y el último es que si finalmente el Gobernador reculara en su intención de dedoblar por lo menos les deje las intermedias para dirimir candidaturas.
Ese canto, que no es acompañado por los del interior -que apoyan suspender las EPAOS-, lo entonan principalmente Julio Alak (La Plata), Fernando Espinoza (La Matanza), Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Ishii (José C. Paz). En el documento se amoldaron al pedido mayoritario de suspensión de las primarias, pero por abajo bregan porque esa iniciativa naufrague en la Legislatura. Por eso Espinoza retiró a sus diputados en la frustrada sesión donde se iba a tratar el aplazamiento.
Las razones que impulsan a Alak, Espinoza, Ferraresi e Ishii son diferentes en cada caso. Mientras el primero las necesita para seguir conteniendo a todas las expresiones del multifacético peronismo de la capital provincial, los de Avellaneda y La Matanza quieren asestarle un golpe electoral a la Cámpora en sus distritos y también en localidades aledañas, como Lanús y Quilmes en el caso de Ferraresi. Ishii, por su parte, las defiende por convicción y uso; siempre las utilizó para alambrar aún más su feudo.
Es por ello que La Tecla indagó en los distritos donde gobiernan estos jefes comunales, más los de La Cámpora donde el anticristinismo se quiere colar. También está el caso de Tigre, donde el intendente Julio Zamora tiene una puja con el Frente Renovador pero por ahora se mantiene fuera de todos los esquemas que orbitan en Unión por la Patria. Zamora y Fernando Gray (Esteban Echeverría), exploran una tercera vía peronista, “no del medio sino para salir por arriba”, como dicen en el distrito bañado por el delta. Pero si Kicillof se decide a ir a fondo contra La Cámpora y compañía, tanto Zamora como Gray podrían sumarse al MDF.
También se expone el caso del distrito de Moreno, gobernado por una dirigente del Movimiento Evita y donde el axelismo tiene terminal con el ministro Walter Correa. Los ecos de la interna provincial no han afectado la convivencia política en el municipio, por lo menos hasta ahora. En tanto, en Morón, comuna donde hizo pie Nuevo Encuentro, el enfrentamiento del actual intendente, Lucas Ghi, con su predecesor, Martín Sabbatella, parece no tener retorno. Ghi está cada vez más axelista y Sabbatella cada vez más cristinista. Con EPAOS o sin ellas en Morón será muy difícil amalgamar una lista de unidad. Y así en muchos otros.
El desafío que viene en el oficialismo, si a pesar de todo sostiene una forzada y ficticia unidad, será definir el modo en que se decidirán las candidaturas. El desdoblamiento es el arma que los jefes comunales piden con insistencia para fortalecer su propia lapicera, y si finalmente prospera la suspensión de las EPAOS se habrá sacado del medio una herramienta que permitía contener pese a las diferencias.
La difícil tarea de contener a todas las tribus en la capital bonaerense
La Plata es un caso particular si se tiene en cuenta a los 84 municipios que comanda UP. Es que el gobierno está conformado por todas las tribus del peronismo y son comandadas por el intendente, Julio Alak. Sin embargo, la convivencia arroja dificultades en la gestión. “Está todo atado con alambre”, comentan desde uno de los campamentos que integran el gobierno municipal. De todos modos, valoran la “cintura del Turco” para contener a todos los sectores en momentos en que la tensión en la superestructura llega al punto máximo por la discusión sobre el calendario electoral.
Asimismo, comentan que ya conocían la intención del intendente de La Plata de abrir el juego en unas hipotéticas elecciones internas y que lo ven como “un gesto”. No obstante, marcan que su apoyo al gobernador Axel Kicillof deja algunas esquirlas en el territorio que generan chispazos.
La conformación del gabinete obligó a Julio Alak a afinar el lápiz, junto con sus aptitudes políticas, para darle lugar a los diferentes espacios: desde sectores relacionados con el sindicalismo hasta movimientos sociales y dirigentes provenientes de la militancia por los derechos humanos. Vale recordar que el PJ en La Plata posee grandes enfrentamientos internos y el principal está protagonizado por la ahora kicillofista Victoria Tolosa Paz (diputada nacional) y la camporista Florencia Saintout (presidenta del Instituto Cultural). Con diálogo con Cristina, Alak surfea una de las disputas internas más añejas en la región.
Mayra es desafiada por un vecino y la guerra va a fondo
La pelea entre kirchneristas y dirigentes que se fueron del cristinismo tiene varias aristas y algunas hasta parecen ser de índole personal. Quilmes es el escenario de una de las disputas más emblemáticas entre La Cámpora y el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. La jefa comunal Mayra Mendoza, una de las principales dirigentes del camporismo con proyección a futuro, es continuamente desafiada por su vecino y excompañero del Instituto Patria. La pelea política también pasa por el plano económico y de administración municipal con reclamos hacia Avellaneda sobre la gestión del Consorcio del Puerto Dock Sud.
La avanzada de Ferraresi incluyó la ruptura del bloque de concejales del oficialismo, acción sumamente repudiada por el camporismo. En diciembre de 2024 le ordenó a su concejal Ariel Burtoli que se separe de la bancada de UP y forme su propio espacio. Asimismo, el armado del jefe comunal de Avellaneda también incluye, entre otros, a Gabriel Berrozpe, exconcejal y dirigente de Peronismo para la Soberanía. También aparece el titular de ATE, Claudio Arévalo, que si bien no pertenece a la estructura del alcalde de Avellaneda, se encuadra bajo el ala de Axel Kicillof.
Mayra Mendoza ha hecho saber su bronca con cada acción que considera rupturista en su territorio y hasta le elevó el reclamo al propio Gobernador. Hasta el momento no ha logrado que acepten su pedido y activa canales para contrarrestar cada intervención.
Un histórico barón y una comuna inexpugnable para los opositores
Mario Ishii domina José C. Paz a gusto y placer, pero también es uno de los intendentes de peso que piden que no se den de baja las primarias. El poder construido por el alcalde también se forjó sobre la base de tener comicios internos en su distrito con el objetivo de legitimarse y de desactivar cualquier intento opositor en el territorio.
La prohibición de la reelección indefinida es un elemento que juega al momento de pensar su proyección hacia el 2027. Si bien hay algunas voces que sugieren que el jefe comunal dará un paso al costado cuando termine su mandato, nadie puede afirmar que será así y no se descarta que se presente una vez más si es que la ley así se lo permite.
Ishii ya sentó postura en la interna entre el kirchnerismo y el kicillofismo y lo hizo saber fiel a su estilo. Primero se encargó de señalar que “le tiene un enorme cariño” tanto a Néstor Kirchner como a Cristina, pero apuntó contra La Cámpora. Al alcalde todavía le dura la bronca por haber sido marginado de las listas provinciales y nacionales y lo responsabiliza a Máximo Kirchner.
En este marco, el dirigente local Rodrigo Facundo Barrios, de la agrupación Encuentro Peronista José C, Paz avisó que está “dispuesto y capacitado para gobernar José C. Paz”. Las palabras fueron vertidas en un encuentro a fines del 2024 y contó con un mensaje especial del intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, quien envió un video de apoyo. Del mismo modo, a mediados de marzo, el dirigente que ya protagonizó una interna contra Ishii en el 2021 y perdió, se reunió con Alicia Kirchner. La reunión fue para trabajar “sobre cómo sostener y potenciar la organización popular en cada barrio”.
Jorge Ferraresi en busca de armar una fortaleza anti camporista
Avellaneda es un distrito clave en el Conurbano y es controlado por el peronismo con una clara hegemonía. La figura del intendente Jorge Ferraresi posee un peso más que importante luego de ser reelecto en varias ocasiones. La estructura que ha logrado poner en pie es envidiada por otros actores y hoy está al servicio del gobernador, Axel Kicillof. El distanciamiento del jefe comunal del kirchnerismo -con renuncia de por medio al Instituto Patria- abrió un frente de batalla interno con La Cámpora en el municipio. Lo cierto es que las diferencias se arrastran hace años y se profundizan en momentos electorales. La posibilidad de que no existan las elecciones primarias abre un gran interrogante sobre cómo se va a condensar esa diferencia que es prácticamente insalvable. Asimismo, Ferraresi es otro de los intendentes que le solicitó a Kicillof que mantenga las PASO, y que además desdoble.
Desde el camporismo apuestan fuerte a la figura del senador provincial Emmanuel González Santalla, con la intención de instalarlo en el distrito. Por ese motivo, se han visto acciones del legislador que van en ese sentido y no esconden sus intenciones de disputarle el poder al alcalde.
El día del cumpleaños de Cristina Fernández de Kirchner fue motivo para que, además de saludarla por su aniversario de nacimiento, el senador dejara en claro que está dispuesto a ir por el mando en 2027. Allí aprovechó la oportunidad para empapelar la ciudad con su imagen pegada a la de la expresidenta de la Nación.
Territorio camporista que quiere conquistar un alcalde limítrofe
El municipio de Lanús es uno en los que se muestra una fuerte disputa entre el cristinismo y el axelismo, personificada en el intendente Julián Álvarez, de La Cámpora, y su par de Avellaneda, Jorge Ferraresi, uno de los armadores del Movimiento Derecho al Futuro, quien justamente eligió a su municipio vecino para marcar la cancha cuando forzó la ruptura del bloque de concejales de Unión por la Patria.
Precisamente, la concejal Belén Berrueco, quien fue la que se separó del bloque a poco de arrancar la nueva gestión, es una de las referentes de Ferraresi en el distrito. El otro es el hermano de la edil, Ezequiel Berrueco, quien comanda la agrupación Eva Perón y es secretario ejecutivo del Instituto Provincial de Formación Laboral. La militancia de los Berrueco es acompañada en muchas de sus actividades por el mandamás de Avellaneda, que ha puesto especial énfasis en el distrito, al igual que en Quilmes. A ellos se pliegan algunas agrupaciones chicas que “no tienen un desarrollo real sino que son dirigentes enojados”, chicanean desde el otro lado.
Por su parte, el intendente Julián Álvarez, además de conducir La Cámpora distrital, cuenta con el apoyo de los ateneos kirchneristas y también del Frente Renovador. Desde la Orga acusan a Ferraresi de “juntar una bandurria de dirigentes por fuera de lo que está constituido”, y sostienen que La Cámpora y Nuevo encuentro en Avellaneda no rompieron el bloque de concejales y en cambio Ferraresi movió para quebrar las bancadas en Quilmes y Lanús. Juntar eso parece, al menos por ahora, casi imposible.
Un ex que quiere volver y el axelismo duda en acogerlo
La contienda entre La Cámpora y el exintendente Juan Zabaleta, tiene una reedición en Hurlingham. Las diferencias comenzaron varios años atrás y se agravaron cundo Damián Selci remplazó a Zabaleta (que se fue de ministro de Alberto) e hizo cambios no acordados con el jefe comunal en uso de licencia. “Juanchi” apuró su regreso antes de las elecciones de 2023, pero Selci lo derrotó en las PASO y luego se quedó con la jefatura comunal.
Ahora, el exministro de Desarrollo Social de la Nación quiere volver a sentar bases fuertes en el distrito, y no se descarta que sea como primer candidato a concejal. Fuera del esquema cristinista, Zabaleta comulga con Fernando Gray y Julio Zamora en la idea de formalizar una tercera vía dentro del peronismo, pero la posibilidad de que Axel Kicillof rompa filas definitivamente con Cristina y La Cámpora lo hacen evaluar como buena opción refugiarse ahí. El problema es que el axelismo lo mira con desconfianza. A oídos del Goberndor y de su ministro de Gobierno, Carlos Bianco, han llegado fundados comentarios de que “Juanchi no ha hablado bien de ellos”. En su favor opera que Kicillof no tiene un referente fuerte en el distrito.
Mientras, Selci tiene todo el apoyo de su agrupación y de los ateneos K, y cuenta con una figura de peso dentro de la estructura de La Cámpora y del distrito para que comande la nómina de concejales, la exdiputada nacional Florencia Lampreabe, a menudo quien sale a cruzar públicamente a Zabaleta.
La reedición de una disputa sin incidencia de Cristina y Kicillof
En Tigre, la disputa política del peronismo se cierne sobre el intendente Julio Zamora y Sergio Massa, a quien el jefe comunal le asestó una dura derrota en 2023. El alcalde se siente patrón y sota donde el massismo tuvo su génesis (de hecho él también proviene del Frente Renovador), y se mueve con la tranquilidad que le confiere sostener la mayoría en el Concejo Deliberante con sólo lograr que renueven 3 de sus ediles.
Aunque molesto con Kicillof, porque entiende que no le pagó el triunfo en Tigre y los 124 mil votos que le aportó a la elección de gobernador y sigue nombrándole funcionarios a Massa tanto en la Provincia como en el distrito, Zamora se plegaría al esquema de Kicillof si decide romper con el cristinismo. “Como está dispuesta la elección es un laburo vecinal y es el que mejor nos sale. Están abiertas todas las opciones, ir atrás de Axel si se anima, ir con boleta corta solo a concejales o armar este espacio intermedio”, confiaron desde la comuna.
Zamora se acerca a todos los sectores que no están de acuerdo con la forma de decidir candidaturas de Cristina y La Cámpora, y también lo aleja la sociedad de ellos con Massa. El Frente Renovador busca ir por la reconquista del distrito, y se habla de Martín Galmarini, hermano de Malena y exjugador de fútbol, como posible candidato a encabezar la lista de concejales.
La Cámpora, cuyo referente es Francisco “Pancho” Rosso, tiene escaso peso territorial y juega en sintonía con el massismo. Kicillof no tiene base, por eso la opción Zamora seduce en el entorno del mandatario provincial.
Una ruptura que presagia la vuelta al terreno de un viejo conocido
En Morón, municipio emplazado en el oeste del Conurbano, tiene una fuerte presencia Nuevo Encuentro, la organización hermana de La Cámpora. El distrito fue gobernado por Martín Sabbatella y, tras el período de Ramiro Tagliaferro (PRO), volvió a conducirlo a través de Lucas Ghi. Sin embargo, luego de un largo proceso de diferencias internas, el actual jefe comunal se encuentra más que alejado del partido político kirchnerista. Con cambios en el gabinete, la situación política que se vive en el territorio de la Primera sección electoral no es la más óptima para Unión por la Patria.
A las divergencias sobre los modos de construcción y de llevar adelante la gestión, se le fueron sumando otras acciones que caldearon el clima, como por ejemplo salidas intempestivas de funcionarios municipales. La relación entre Ghi y Sabbatella pasa por su peor momento y algunos aseguran que no hay vuelta atrás.
El alcalde se encuentra alineado con el gobernador, Axel Kicillof, mientras que el máximo dirigente de Nuevo Encuentro mantiene su vinculación con el camporismo. Sin embargo, el jefe comunal no renunció a la presidencia del partido en Morón y la pelea escala cada vez más.
Ante esta situación, desde la cúpula de Nuevo Encuentro intentan buscar una salida a la crisis política para evitar perder el municipio a manos de la oposición. Por ese motivo, se especula con la idea de que Sabbatella vuelva al ruedo y pelee por la intendencia en 2027.
La joya electoral de la corona donde se mueven actores de peso
Bastión histórico del peronismo y territorio con más peso electoral que muchas provincias, tener a La Matanza constituye una ventaja en cualquier contienda política. La sintonía de Kicillof con la vicegobernadora, Verónica Magario, asegura parte de ese capital en favor del Gobernador, y más si también se cuenta con el apoyo de Fernando Espinoza, aunque el intendente a veces pone sus condiciones. “Fernando es difícil”, suelen decir en la Gobernación. Una muestra de ello fue que condicionó el apoyo legislativo a la suspensión de las EPAOS, porque es de los que prefiere que las primarias sigan vigentes.
Espinoza y Magario se reparten la superestructura que forjó el fallecido Alberto Balestrini, pero por fuera de ella crecen otras expresiones de Unión por la Patria. La Cámpora tiene un armado territorial que comanda el jefe de bloque de UP en Diputados, Facundo Tignanelli, lugarteniente de Máximo Kirchner.
Sin embargo, la mayor fortaleza del cristinismo, si se decide a enfrentar a la estructura del PJ tradicional, podría provenir de una alianza con el Movimiento Evita. Patricia “la colo” Cubría, esposa de Emilio Pérsico, es la referente del Evita en el distrito donde la organización tiene el mayor número de adeptos. Ya le hizo internas a Espinoza, en las que sumó un buen caudal de votos.
Otro actor clave, y muy cercano a Máximo, es Nicolás Angelotti, conocido como el padre Tano. No se descarta que el cura villero aparezca en la lista de candidatos a concejales.