En el barrio porteño donde vivió Bergoglio y en la catedral de la capital bonaerense se practicaron ritos en memoria del fallecido Pontífice. Villarruel y Santoro hicieron acto de presencia.
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En el barrio porteño de Flores, donde Jorge Bergoglio inició el camino del sacerdocio que muchos años después lo llevaría a convertirse en Papa, y en la Catedral de La Plata se realizaron hoy sendas misas en memoria y homenaje al argentino que llegó a comandar la Iglesia Católica Apostólica Romana, y que murió esta madrugada en el Vaticano.
El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, encabezó la ceremonia en la Basílica de San José de Flores, donde, además de una multitud de fieles, varias figuras políticas se hicieron presentes para el homenaje. Entre ellas, la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, el legislador porteño de Unión por la Patria (UxP) Leandro Santoro y el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.
García Cuerva destacó que el “criterio” del pontificado de Bergoglio (que adoptó el nombre Francisco para su rol como Papa) fue “que Dios nos ama con locura, que Dios nos ama mucho y que nunca se cansa de perdonarnos, que somos nosotros los que nos cansamos de pedirle perdón”.
“Por eso, una vez más y con el corazón arrepentido, nos ponemos delante del Señor y le pedimos perdón por nuestra falta”, añadió monseñor García Cuerva.
En La Plata, la Catedral fue escenario de otra misa para recordar y exaltar la figura de Francisco. La condujo el arzobispo Gustavo Carrara, el último de los tres que el fallecido líder de la Iglesia nombró en los doce años de su papado.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el intendente platense, Julio Alak, estuvieron entre las figuras políticas presentes durante el rito.