Con Cristina fuera de la cancha, el PRO y LLA recalculan rosca y campaña
En la mesa de negociaciones, que se volverá a reunir la próxima semana, analizan el impacto de la condena a la expresidenta. La exigencia de los intendentes amarillos y una pugna por los lugares en las listas ponen condimento a un pacto en ciernes.
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La confirmación de la condena a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos que la Corte Suprema dio a conocer el martes último respecto de Cristina Fernández de Kirchner, provocó un verdadero terremoto político, que alcanza, además del oficialismo, al resto de las fuerzas que alistan sus fuerzas para la batalla electoral de este año.
Con la expresidenta fuera de la cancha, nadie se anima a anticipar qué tipo de escenario se abre en el futuro inmediato, aunque ya han comenzado a recalcularse campañas, movimientos, discursos y hasta posibles compañeros de ruta.
Por lo pronto, el PRO volvió a convocar a su Mesa Nacional para el viernes próximo, para debatir la situación del espacio luego de la debacle electoral en la Ciudad de Buenos Aires, que dejó a los candidatos de Mauricio y Jorge Macri en el tercer lugar de las preferencias, detrás de los libertarios y de Unión por la Patria.
La consigna no se ha modificado para hacer realidad la alianza: un acuerdo entre partidos y no una aspiradora libertaria de dirigentes que compitan bajo una sigla y un color impuesto por el oficialismo nacional.
Mientras tanto, la semana próxima también volverá a verse las caras los negociadores del acuerdo que tejen amarillos y violetas en la provincia de Buenos Aires. Por el PRO asistirán, como viene siendo habitual, Cristian Ritondo, Diego Santilli y Guillermo Montenegro, mientras que el armador karinista Sebastián Pareja se sentará en la mesa por parte de La Libertad Avanza.
En las filas amarillas reina aún el desconcierto en torno a si la condena a CFK podría transformarse en un aliciente para que los violetas se envalentonen y sean menos “generosos” a la hora de ceder posiciones de cara a las elecciones.
Otros, en cambio, creen que la salida de la figura principal del peronismo, especialmente en la poderosa Tercera Sección, puede leerse como un incremento de las chances de triunfo y, por ende, un elemento que acelere los acuerdos sabiendo que “necesitan la territorialidad del PRO”, según evaluó un referente amarillo del Conurbano.
Mientras el peronismo se ve obligado a buscar un reemplazante para “la Jefa” en esa región del Gran Buenos Aires, en el PRO se suman voces que recomiendan poner especial atención a la Primera como llave para un triunfo soñado en tierras de Axel Kicillof. “Sin Cristina es posible que ellos no conserven todos los votos, y ahí podríamos equilibrar ese caudal con el resto de secciones (Segunda, Cuarta, Quinta y Sexta), por lo que la clave estaría en la Primera”, comentaron desde la trinchera ritondista.
Sin embargo, la negociación con sus nuevos socios no resulta sencilla para el trío de representantes, habida cuenta del límite que han puesto los intendentes del espacio. “Queremos garantías de que se van a blindar los territorios que gobernamos”, comentan en voz baja, una exigencia que conoce perfectamente Ritondo.
La rosca es seguida con atención y cierta desconfianza por parte de los jefes comunales vinculados al jorgemacrismo (Pablo Petrecca, de Junín; María José Gentile, de 9 de Julio, y Soledad Martínez, de Vicente López), quienes confiesan su preferencia por una reedición de Juntos por el Cambio que incluya a sus viejos socios radicales, lilitos y vecinalistas varios.
Sin que nadie se anime a confirmarlo, trascendió que el PRO reclama, al menos, un 25% de los lugares en las listas de octubre con posibilidades ciertas de entrar, pudiendo llegar a 7 ú 8 candidatos si se confirma la expectativa de que ingresen unos 30 o 35 legisladores nacionales, entre Diputados y Senadores.
Otro elemento que el PRO tira sobre la mesa es la trayectoria, conocimiento y valoración social de sus alcaldes, ante lo que consideran un bajo nivel de imagen de muchos (la mayoría, confiesan) de los posibles candidatos libertarios en el interior de la Provincia.
“Si Cristina no está, la elección ya no se nacionalizará tanto, por lo que toman relevancia los candidatos locales y seccionales. Y ahí los del PRO tenemos ventaja porque, en líneas generales, han sido buenos intendentes, han hecho buenas gestiones locales”, analizan.