El centenario partido perdió bancas en la Legislatura y resignó más de la mitad de los concejales que ponía en juego. Un repaso por cada uno de los 135 distritos en cuanto a lo que arriesgaba y lo que consiguió
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Con la interna por las autoridades partidarias sin resolver y un mandato judicial por cumplir en ese sentido, sin el sello inscripto en ninguna alianza para las elecciones de diputados nacionales de octubre, y a la espera de una incendiada discusión puertas adentro por los resultados derivados de la estrategia para los comicios, la Unión Cívica Radical de la provincia de Buenos Aires revisa por estas horas las secuelas de una batalla electoral en la que le fue muy mal.
La UCR es el partido que más representación perdió en la Legislatura bonaerense respecto de los diputados y senadores que tiene ahora y los que tendrá desde el 10 de diciembre. En la Cámara baja ponía en juego nueve bancas y sólo recuperó una, mientras que en Senado también obtuvo una de las cinco cuyo mandato termina este año. Pero la cifra que asusta dentro del partido es la cantidad de concejales que resignó en las elecciones. Perdió 143 de los 265 escaños que arriesgaba en los 135 distritos.
Con el antecedente de 2023, donde la alianza Juntos por el Cambio perdió terreno ante los libertarios, y con el magro resultado reciente, desde diciembre la UCR no tendrá concejales en 36 municipios, de los cuales 15 son de la Primera sección y 8 de la Tercera. En el Conurbano la retracción es cada vez mayor. En tanto, en la Legislatura, y dividido en dos espacios, el radicalismo sólo tendrá dos escaños en el Senado y cinco en Diputados.
Por todos lados, los números resultan lapidarios para un espacio que fue víctima de la polarización entre Fuerza Patria y La Libertad Avanza y que, además, tuvo el condimento de una interna salvaje que desperdigó el partido entre quienes querían acordar con los libertarios -sin que en rigor estos les dejaran demasiado margen para entrar- y quienes ganaron la pulseada de ir por una calle del medio que tuvo demasiados problemas para constituirse. El resultado fue que la mayoría compitió dentro de Somos Buenos Aires, que tampoco se presentó en la Segunda sección por el acuerdo con Espacio Abierto – Hechos. A la postre, fue una de las regiones donde peor le fue al radicalismo a nivel distrital. Otros compitieron bajo el sello de Nuevos Aires y algunos pocos con Potencia.
Paradojalmente, con la marca Potencia el radicalismo pudo registrar el resultado más favorable en cuanto a la cantidad de bancas ganadas. Fue en Suipacha, donde se impuso en las elecciones y obtuvo tres lugares en el Concejo cuando arriesgaba nada más que uno. En tanto, en tres distritos consiguió uno más de los que ponía en juego: Bahía Blanca (entraron 2 y caducaba 1), Roque Pérez (2-1) y General Lavalle, donde el espacio del intendente Nahuel Guardia ponía en la cancha 2 bancas y obtuvo 3, para darle más tranquilidad al alcalde. Fue uno de los 11 jefes comunales boina blanca que festejó; los otros 17 perdieron.
La lista de Espacio Abierto que acompañó el jefe comunal de Rojas, Román Bouvier, se impuso en los comicios y le sirvió para quedarse con las 4 sillas del Concejo que arriesgaba. La intendenta Lucía Gómez (que jugó con la boleta de Nuevos Aires) retuvo las 3 bancas que le caducaban en Gonzales Chaves. También se retuvieron las 3 en juego en Florentino Ameghino y en Rauch, donde gobiernan los alcaldes radicales Nahuel Mittelbach y Maximiliano Suescun, respectivamente. En Chascomús se sostuvieron las 2 en disputa, al igual que en Coronel Suárez, General Alvarado, General Las Heras, Monte, Saavedra, San Antonio de Areco y Villarino. En Bragado se conservó el escaño que se arriesgaba, al igual que en General Pinto y Punta Indio. En los demás municipios se resignaron espacios legislativos.
Hizo mucho ruido la derrota en Tandil, uno de los bastiones tradicionales del centenario partido. De los 5 espacios en el HCD que arriesgaba perdió 3, y los 2 que entraron lo hicieron por espacios diferentes, uno por Somos Buenos Aires y el otro por Espacio Abierto. La dura derrota dejó al histórico Miguel Lunghi en minoría en el legislativo local. También fue un golpe para el alcalde de Adolfo Alsina, Javier Andrés, haber recuperado solamente 1 de los 4 concejales que culminan este año, lo que le significará quedar en franca minoría respecto a los bloques de La Libertad Avanza y Fuerza Patria.
En General Arenales la UCR arriesgaba 3 bancas, de las cuales pudo retener 2, de modo que la intendenta Erica Revilla perdió la mayoría en el Deliberante. Misma situación para Franco Flexas en General Viamonte, donde pudo renovar 2 de las 3 en juego y quedó en minoría en el Concejo. En Pellegrini, pese a perder 1 de las 3 bancas que le caducan a la UCR, la intendenta Sofía Gambier pudo quedarse al menos con la mitad de los ediles.
En tanto, en Balcarce, General Madariaga y Trenque Lauquen se le vencían 5 escaños a la UCR y pudo reconquistar 3. Los tres distritos tienen alcaldes radicales y, excepto para el de Madariaga -que conserva la mayoría-, la caída deja en minoría a Esteban Reino en Balcarce y a Francisco Recoulat en Trenque Lauquen. En los otros casos, pese a quedar con menos concejales los intendentes boina blanca seguirán con el control del Concejo.