30 de octubre de 2025
FIN A LA TREGUA
Del festejo al fuego cruzado: Buenos Aires, campo de batalla libertario
La breve euforia por la victoria dio paso a una guerra interna que enfrenta a los principales aliados de Milei. El territorio bonaerense, epicentro de la fractura

El festejo fue breve. Los resultados del domingo no alcanzaron para aplacar las tensiones dentro del Gobierno nacional, que tienen su impacto en tierras bonaerenses. El escenario de conflicto no se circunscribe únicamente a la Casa Rosada: la Legislatura, como también los Concejos de distritos clave del conurbano, reflejaron las trifulcas dentro del espacio violeta.
La foto de Karina Milei y Santiago Caputo reunidos a solas no fue suficiente para calmar las aguas, y el triunfo electoral duró pocas horas puertas adentro del Gobierno, que amaneció inmerso en una crisis política interna que amenaza con diluir el capital político obtenido en las urnas.
Los gestos y abrazos ya no ocultan la guerra fría entre el “karinismo” y el “caputismo”, a la que ahora se suma con fuerza el “parejismo” bonaerense. El enfrentamiento dentro de LLA combina tensiones personales, disputas por recursos y diferencias estratégicas sobre el rumbo del Gobierno.
Por un lado, Karina Milei busca consolidar un núcleo de leales que blinde a su hermano y preserve la pureza ideológica del proyecto libertario. Otro de los elementos del “Triángulo de Hierro” es Santiago Caputo, cerebro comunicacional y arquitecto de la campaña, que ocupa un espacio clave en las consideraciones del presidente Milei, a pesar de los cuestionamientos de miembros del gabinete.
En el medio, el parejismo, encabezado por Sebastián Pareja en la provincia de Buenos Aires, aparece como una tercera fuerza que reclama territorio y protagonismo. Su avance se evidencia en la estructura bonaerense y en las listas legislativas, donde sus alfiles coparon buena parte de los lugares expectantes. Estos armados ocasionaron un descontento en las bases de respaldo que tiene el Presidente, principalmente en Las Fuerzas del Cielo, el espacio de los soldados leales a Santiago Caputo y con una base impenetrable en las redes sociales.
La interna también se trasladó al territorio. En las últimas horas, Estefanía Albasetti, concejal quilmeña que respondía a Las Fuerzas del Cielo, decidió pasarse al menemismo bonaerense de Pareja, en un movimiento que profundiza la fragmentación del armado libertario. El grupo de Los Gordos, denominación autorreferencial vinculada a Daniel Parisini (Gordo Dan), reaccionó con frialdad: dejaron de seguirla en redes. Detrás de ese gesto digital se esconde un mensaje político: el quiebre es total.
En el entorno de Pareja hablan sin rodeos: “Preparate, porque vamos a tener un noviembre sangriento”, lanzó un operador en diálogo con La Tecla, en alusión a las batallas internas que se avecinan. La frase refleja el clima bélico que domina al oficialismo en la provincia, donde los libertarios aún no logran articular una estructura sólida y unificada.
El control del bloque de Diputados —hoy bajo el mando del caputista Agustín Romo— será el próximo campo de batalla. En diciembre se reincorporará Nahuel Sotelo, actual secretario de Culto del Gobierno nacional, quien volverá a la Cámara baja y se perfila como aliado de Caputo. En paralelo, el bahiense Oscar Liberman es uno de los nombres que aparece como candidato a presidir el bloque oficialista como también el platense Juanes Osaba, mientras en el Senado los leales a Pareja dominarán sin resistencia.