20 de agosto de 2009
Informe
La estafa de las viviendas: una trama política
Insólito, pero real. Unos 58 hogares del Plan Federal corren riesgo de ser demolidos si no pagan lo adeudado al propietario original.Un ex intendente, sus funcionarios y un empresario, en la mira por las irregularidades
“Si en 30 días no me pagan lo que me deben, vengo con una topadora y demuelo las 58 casas”, advierte Daniel Fernández, ingeniero de profesión, que posee algunos terrenos en la localidad de Balcarce, donde fueron levantadas las viviendas del primer Plan Federal del Gobierno nacional. La amenaza tiene una explicación: de los 300.000 pesos que le debía pagar la empresa constructora Manuel Aguirre por esas tierras que Fernández entregó, solamente se abonó un poco más de la mitad, y eso que la transacción fue realizada hace ya tres años.
En el medio de la puja por la titularidad de las tierras se encuentran el Municipio, que durante la anterior gestión pagó 580.000 pesos por los terrenos, y las 58 familias que ya tienen adjudicadas las viviendas y todavía no pueden ingresar, por el conflicto entre los empresarios. Esta situación es un tanto compleja para el actual jefe comunal, José Luis Pérez, que posee en teoría el dominio de esas hectáreas, pero que en los papeles pertenecen a Fernández, es decir que la Municipalidad abonó por anticipado más de medio millón de pesos por unos terrenos que nunca fueron entregados. Aunque la adquisición de dichas tierras fue realizada durante la intendencia de Carlos Erreguerena, Fernández intimó al Municipio conducido por Pérez y a la empresa Aguirre para que regularicen la situación.
El ingeniero que amenaza con derribar las obras, que hasta el momento no superan el 40% del total, colocó candados y cadenas para cercar el predio.
El comienzo
Fernández arregló con Aguirre, en 2006, la entrega de los terrenos para que se construyeran las 58 viviendas, que provenían del Plan Federal y habían sido anunciadas para diciembre de 2004, pero por cuestiones políticas quedaron relegadas dos años. El ingeniero vendió las tierras por 300.000 pesos, de los cuales recibió 180.000. La empresa constructora, sin acreditar dicho predio, se presentó como licitante en la Municipalidad para realizar las casas, y ganó con su oferta. Mientras tanto, el Municipio le giró a Aguirre 580.000 pesos; sin embargo la titularidad de esas hectáreas nunca pasó a manos del Municipio. Tampoco a las de Aguirre, es decir que aún son de Fernández.
Insólito, aunque real, esas casas destinadas a familias necesitadas todavía esperan su futuro a medio terminar.