18 de diciembre de 2009
SEGURIDAD Y POLéMICA
Stornelli: “Yo no tuve un López ni un Cabezas”
En una entrevista con el Diario Hoy, el ministro de Seguridad bonaerense dijo que su denuncia podría estar relacionada con cambios dentro de la estructura interna del Ministerio, que pudo disparar un complot contra la gestión
-¿Qué lo motiva a hacer la denuncia?
-La preocupación del gobernador Daniel Scioli acerca de su descreimiento de que los cuatro hechos delictivos que ocurrieron tuvieran un fin ulterior que no fuera el robo de automotor. Esto motivó efectuar un profundo análisis acerca de esa situación, y con información que llega todos los días al ministerio, y que se procesa, se ha puesto a disposición del fiscal. Se va a seguir poniendo a disposición del fiscal todos los elementos que tenemos y tengamos, entre ellos la curiosa coincidencia de que los cuatros hechos delictivos que nosotros relatamos se produjeron a partir de los cambios que nosotros instrumentamos en el área de Sustracción de Automotores del Ministerio. Ese es básicamente el motivo de la denuncia, y tiene que ver con la posibilidad de que todos los hechos respondan a un patrón común, para que se investigue la existencia de una organización que pueda estar detrás de la instigación de este tipo de sucesos.
-¿A partir de qué hechos decidieron hacer los cambios en Sustracción de Automotores?
-Los cambios no se hacen a partir de hechos, sino de forma rutinaria en función de si conforma o no el desempeño de los jefes policiales. Yo decidí que era hora de hacer un cambio, no sólo reemplazando a los jefes, sino ordenando al nuevo jefe que proceda al reemplazo de los jefes de las plantas de automotores. En Asuntos Internos se tramitan por lo general cuestiones ligadas a irregularidades. Pero estos cambios no respondieron a una irregularidad determinada, sino a una decisión adoptada por este ministro de proceder a cambiar jefes que consideré que había que cambiar.
-¿Se siente respaldado por Scioli y por el resto de los ministros en su denuncia?
-Sí, por supuesto
-¿Y por parte del Gobierno nacional?
-No veo por qué no. Un funcionario público está obligado a hacer una denuncia, cuando tiene elementos para hacerlo. No veo por qué alguien puede asustarse cuando un ministro le pide a un fiscal una investigación determinada.
-¿No le llamó la atención las declaraciones de Kirchner, pidiendo decisiones políticas fuertes luego de que usted realizó esa denuncia?
-No escuché esas declaraciones, y por eso no puedo hacer ninguna valoración.
-¿Cómo toma los pedidos de interpelación de la oposición en la Legislatura?
-Es lógico y natural que los legisladores tengan inquietudes por saber sobre el tema del caso Pomar. No necesitan tampoco la interpelación: se acercan acá, al Ministerio, y me preguntan y van a obtener las respuestas. No solamente del caso Pomar, sino de la marcha de la gestión, del desempeño de los funcionarios y de la calidad del trabajo que estamos haciendo. No hay misterios. Obviamente que en una denuncia penal hay elementos que son puestos solamente a disposición del fiscal, que no se pueden mediatizar. Porque si empezamos a ventilar de informantes, informar sobre los posibles testigos, no vamos a llegar a nada.
-¿Va a concurrir a la Legislatura entonces?
-Me llamaron diciendo que se postergaba la reunión. Voy a ir. Pero no es ir a dar explicaciones, sino a dar una charla sobre la marcha de la gestión. Obviamente se han incorporado temas de interés mediático por información que sale en los diarios, que muchas veces es equivocada.
-¿Sigue considerando que hay sectores que intentan desestabilizar con la inseguridad?
-Son temas que requieren una profunda investigación. No es sólo la percepción mía, sino la percepción de muchos de los que pasaron por acá. Voy a hacer un poco de archivo. En un artículo del 28 de agosto de 2002, se afirmó: “La tesis sobre la existencia de complot que alimenta la inseguridad de la provincia de Buenos Aires fue reiterada por el ministro de Seguridad bonaerense, Juan Pablo Cafiero, y avalada por el gobernador Felipe Solá. El gobierno provincial habla de bandas interconectadas, de mensajes mafiosos y no se descarta una activa participación de policías”.
Yo no invento nada. Cuando lo denunció Solá, nadie se preocupó y ahora que lo denuncio yo, todo el mundo se preocupa. Lo más insólito es que se preocupa Solá, pero no sé si él lo denunció en la Justicia, pero lo vamos a averiguar. Esto es parte del juego. Cuando nosotros dijimos tolerancia cero a la corrupción policial, hablábamos en serio. Cuando dije hace un año, que íbamos a buscar y sacar de su madriguera a lo que estaban detrás de los delitos de los menores, hablábamos en serio. Acá esta la denuncia. Mis acciones están respaldadas por hechos.
-¿Qué conclusiones puede sacar del caso Pomar?
-Inmediatamente después de haber tomado conocimiento de la situación que encerraba, se abrió una investigación de Asuntos Internos, se separó a los que se considera responsables. Por supuesto que advertimos que hubo ineficiencia policial, cuanto menos negligencia, pero hay que tener en cuenta que en principio es un desgraciado accidente de tránsito. Yo no tuve un (Julio) López ni un (José Luis ) Cabezas. Hay muchos que se escandalizan por el tardío hallazgo de los cadáveres de la familia Pomar, que por supuesto es desgraciado y reprobable, pero no se escandalizaban con los casos Cabezas o López.
-¿Qué autocrítica hace de sus dos años al frente el ministerio?
-Con los recursos que se tienen, los propósitos para el año que viene forman parte de la propia autocrítica. Creo que hemos fallado en la comunicación de la gente hacia el propio trabajo, tenemos tal vez un déficit, hay que poner un gran empeño en comunicar a la gente. Hay un ejército tratando de confundir a la gente. Yo no había hecho una evaluación antes de asumir, y es parte de lo que hay que combatir.