22 de abril de 2010
OBJETIVO K
Luz verde para la ley de Entidades Financieras
A través del diputado Carlos Heller, el oficialismo avanzará en su idea de reformar la Ley de Entidades Financieras de la dictadura militar. Por qué con esta reforma se intentará ganar aliados del progresismo y el fuerte nivel confrontativo que Néstor Kirchner busca darle al nuevo Congreso
El próximo lunes al mediodía, el diputado nacional por el Nuevo Encuentro Progresista, Carlos Heller, presentará en el Congreso de la Nación su proyecto para reformar la vieja ley de Entidades Financieras de la última dictadura militar, uno de los deseos más grandes que ha mostrado el progresismo argentino en los tiempos de democracia, y que hasta el momento no se ha podido torcer por la presión ejercida por los bancos y los sectores concentrados de la economía.
Heller, un ex miembro del Partido Comunista, director del Banco Credicoop y actual titular del Partido Solidario, intenta darle de esta manera una mano al gobierno nacional en su búsqueda de nuevos aliados que le permitan sacar proyectos en el Congreso nacional y que tengan posibilidades de generar alianzas políticas de cara a las elecciones del año que viene.
Desde esta Agencia de Noticias hemos venido diciendo desde hace meses que el ex presidente Néstor Kirchner con su habitual estilo confrontativo y sin dejar luz a dobles intenciones, iba a intentar darle a este período legislativo una dureza jamás vista desde el regreso de la democracia, y que los principales temas a tratar por Frente para la Victoria con el aval del santacruceño, serían una nueva Ley de Entidades Financieras, el casamiento entre personas del mismo sexo, despenalización del consumo de las consideradas drogas “blandas”, etc, abriendo una brecha entre la centroizquierda y la derecha tradicional en el Parlamento.
Tal como sucedió con la nueva Ley de Servicios Audiovisuales aprobada el año pasado y que dejó de lado la ley de radiodifusión de Videla, el gobierno intenta afrontar los nuevos tiempos a través de iniciativas y normativas democráticas y poder presionar a los bancos para que tengan una política de crédito más afines a los intereses políticos del gobierno nacional.
El gran tema con el que el kirchnerismo intenta asumir la posta para retomar mayor protagonismo en la vida política nacional y eso lo hace a través de la discusión para cambiar la ley que regula toda la actividad financiera, que entre otras cosas tiene que versar sobre la forma en que deben dar los créditos los bancos, que es la Ley de Entidades Financieras, que deja las operaciones a la consideración exclusiva de las políticas marcadas por cada una de las entidades.
La ley de Entidades Financieras N° 21.526, fue dictada en junio de 1977 bajo la última dictadura militar, cuando el mandamás económico del país, era José Alfredo Martínez de Hoz, y que los gobiernos democráticos de 1983 a la fecha modificaron parcialmente, pero dejando esencialmente el espíritu general de la misma. Como en muchos aspectos institucionales del país, pareciera necesario e inevitable que se produzca un cambio a dicha normativa, y adecuarlas a los tiempos democráticos que se viven en la Argentina de hoy.
Los críticos a esta posición asumida por el kirchnerismo, señalan que el aumento en los créditos al consumo que se dio en los últimos tiempos en detrimento de los créditos a la producción, se basa más que nada en que son al corto plazo y con mayores beneficios para las entidades bancarias que lo dan. La financiación que hubo a la empresa fue al corto plazo, porque no hubo créditos para la producción, y eso se debe a lo hablamos antes sobre la falta de confiabilidad en los índices de la inflación y que no hay certidumbre a largo plazo. Hace falta en la Argentina un mercado de capitales donde se puedan fondear las entidades financieras.
Los bancos son empresas, sean privados o públicos, y los negocios que hacen lo hacen por el sencillo hecho de ganar dinero. La banca pública durante todo este tiempo tuvo un fuerte fondeo de los créditos, lo que le permitió dar mayores préstamos para la producción y la industria nacional. Es necesaria una regulación por parte del Banco Central de la República Argentina y del Congreso nacional en este tema de los créditos y de la forma en que se brindan. Es más que nada tratar de tener reglas claras y horizontes a largo plazo, y para la mayoría de los partidos políticos argentinos cambiar la Ley de Entidades Financieras de la dictadura es un paso en la democratización definitiva de un sistema que le ha hecho sumo daño al país desde el inicio de esta normativa.
Con proyectos como el de modificar la ley de Entidades Financieras, el ex presidente Néstor Kirchner busca darle el envión final al gobierno de su esposa, e intentar por su parte instalarse como la única opción de cambio dentro del arco progresista nacional, aspirando instalar la idea de su candidatura presidencial para el 2011, tanto dentro como fuera del Justicialismo, lugar donde tiene un amplio rechazo.
Es por eso que desde el riñón más cercano al matrimonio presidencial aseguran que el envío de proyectos como éste al Parlamento son necesarios para recuperar la confianza perdida en la población, y también para que quede instalada la idea en la sociedad, y sea la propia comunidad la que presione a los legisladores de la oposición a que traten estos temas en el recinto, debido sobre todo a la importancia que tendrá cada uno de los mismos a la vida diaria de los ciudadanos de a pié.
Fiel a su costumbre de ir por todo y no ser tibios en la política, Néstor Kirchner busca sumar nuevas dualidades en el país, instalando la vertiginosidad del ahora y ya a la política argentina, dejando de lado el pensar los pros y los contras para dar paso al juego político en su plenitud, algo a lo que los políticos de hoy no están acostumbrados, y que tanto el santacruceño como Eduardo Duhalde manejan a la perfección, y en eso destila en que ambos sean los personajes políticos por excelencia de la Argentina , dejando la renovación política para más adelante.