3 de junio de 2010
CóMO GANAN TERRENO
Pata electoral: El poderío sciolista en las universidades
El kirchnerismo mantiene el control absoluto de la Juventud Universitaria Peronista y creció en la FUA. El sciolismo tuvo un rol preponderante y se quedó con lugares clave
“Uno de los grandes mitos es que el peronismo no está en la universidad, pero en realidad hay casi un tercio de delegados en el reparto, el radicalismo tiene el otro tercio y el resto para las otras agrupaciones”, dice, entusiasmado, uno de los operadores del oficialismo en la política universitaria, envalentonado porque la Juventud Universitaria Peronista (JUP) acaba de incrementar 87 delegados (llega ahora a 275) a la conducción de la Federación Universitaria Argentina (FUA).
Pese a que Franja Morada sigue liderando en cantidad y maneja la presidencia, como lo hace desde 1983, en el kirchnerismo festejan el avance en la FUA, por el cual pudieron colocar un secretario más en la mesa de conducción. También celebran tener el control absoluto de la JUP, otra herramienta importante en la coyuntura preelectoral que se viene.
Y en este esquema, el sciolismo jugó fuerte. En el Congreso de la JUP, realizado un día antes que el de la FUA en Entre Ríos, el kirchnerismo se quedó con todo, a tal punto que no hay representación del peronismo disidente. En rigor, no la hay desde hace varios años.
Néstor Kirchner y Daniel Scioli delegaron el armado en sus jefes de Gabinete. Así, Aníbal Fernández y Alberto Pérez, respectivamente, encomendaron la tarea a Andrés Cuervo Larroque (del equipo de Aníbal) y
a los bonaerenses Martín Cosentino y Nicolás Milazzo.
En el armado final, el sciolismo se quedó con la estratégica secretaría general de la JUP. El cargo con más roce político recayó en Damián Corino (UTN), mientras que el presidente es Mario Vega (Jujuy), y las vi-ces para Federico Argüelles (Mar del Plata) y Jesica Piorelli (Tres de Febrero).
Alberto Pérez fue, desde la UBA, quien sentó las bases del espacio (que desde ha-ce más de 15 años trabaja junto) que hoy permite al sciolismo tener fuerte injerencia en una JUP donde las decisiones se consensúan.
Al Congreso de la FUA el peronismo llegó con expectativas y consiguió 87 delegados más que hace dos años. Mantuvo, para ese objetivo, un acuerdo con el MILES y el PCC. “Estamos cada vez más cerca, y en 2012 va-mos por la presidencia”, se entusiasman.
El incremento de delegados permitió que la JUP se quedara con la secretaría gene-ral, para el mendocino Pablo Barrera, y
dos secretarías ejecutivas, para Mario Ríos (Salta) y María Giménez (Luján); es decir, una secretaría más que en la conformación anterior.
Políticamente, el brazo oficialista en la universidad bregará por impulsar un cambio en la ley de Educación Superior que mo-difique el reparto en los claustros y permita mayor injerencia estatal en la universidad. “Queremos que la nueva ley sea realmente revolucionaria”, dicen. n