17 de febrero de 2011
MARTÍN SABBATELLA
“Soy un guiso de tradiciones políticas”
Entrevistado por La Tecla, el diputado nacional y precandidato a Gobernador por Nuevo Encuentro narra su experiencia militante y explica el posicionamiento de su fuerza respecto de Scioli y Cristina. "Mi familia tiene tradición en el peronismo", afirma, aunque aclara: "mi militancia siempre fue en la izquierda"
Amable y distendido, Martín Sabbatella recibe a La Tecla en la sede partidaria de su Nuevo Encuentro, a pocas cuadras del Congreso. El semblante le cambia cuando comienza a hablar de su familia y de su historia militante. La charla política, esbozada como preliminar, lo había mostrado cauto, como quien pisa campo minado.
-¿Cómo se conjugan política y vida familiar?
-En mi casa la política está muy presente. Mi esposa es militante; empezamos a estar juntos el 30 de diciembre del ‘90, en la marcha contra los indultos, veinte años atrás. Tenemos los mismos sueños, ideales y convicciones, y nos sentimos parte de un proyecto en común, del que no es ajena la militancia. Mi hija ya está muy acostumbrada. Es un esfuerzo para encontrar los momentos, compartir las cosas familiares. Soy un tipo muy feliz por la familia que hemos construido con Mónica, y eso acompaña con mucha fuerza. Pero arranco el día y a las pocas horas ya tengo ganas de volver a casa.
-En su hogar materno, ¿sufren por su exposición?
-Para nada. Mi familia tiene tradición política en el peronismo.
-Pero usted nunca militó en el PJ.
-No. Mi militancia juvenil fue en partidos de izquierda. En mi propia formación influye todo eso: las distintas vertientes y las experiencias de la militancia. Soy una mezcla. Además creo que el Nuevo Encuentro es eso: las distintas tradiciones y culturas políticas, tanto del peronismo como del radicalismo, rompieron las fronteras de las pertenencias partidarias históricas, y hoy se expresan en muchos lugares. Por eso hay hombres y mujeres que, viniendo de distintas historias, se encuentran en distintos lugares.
-¿Cómo se inició en política?
-Yo empezaba el secundario en el Colegio Nacional de Morón, el Manuel Dorrego, y era un momento de mucho auge, de mucha participación y debate. Empezamos a laburar con los pibes del secundario en la conformación de un centro de estudiantes. Como dije, vengo de familia y tradición peronistas; tenía toda la influencia familiar de la valoración del peronismo desde una perspectiva de izquierda; entonces, lo primero fueron esos contactos con agrupaciones secundarias vinculadas al peronismo, muy pocos, en realidad. Después se conformó el Frente del Pueblo, en el ‘85, que juntaba a sectores de la izquierda y del peronismo, lo cual era, para mí, convocante; tanto, que iba a la escuela con un morral con el escudito de Evita y del Che.
-¿Cómo se define políticamente?
-Soy una mezcla, y el Nuevo Encuentro es eso: las distintas tradiciones y culturas políticas, tanto del peronismo como del radicalismo, rompieron las fronteras de las pertenencias partidarias históricas, y hoy se expresan en muchos lugares. Pero, además, creo que cuando una fuerza política se está fundando, como parte de un proceso, define sus rasgos de identidad, que pueden explicarse cuando contás dónde te reconocés en la historia, cuando contás qué tipo de sociedad querés construir. Pero lo que más te define es lo que hagas en un momento social e histórico concreto. Lo que hacemos define lo que queremos ser.