5 de julio de 2011
ESTUDIO INTERNACIONAL
El gobierno nacional, sin confianza
El gobierno es la institución menos confiable para los argentinos, siendo superado por las ONGs, las empresas y los medios de comunicación. Los números que demuestran por qué el gobierno ha caído tan bajo en la consideración popular, y las instituciones que mayor crédito y seguridad despiertan en la gente
“Estamos sumergidos en una era de la política del descontrol”, es lo que suelen esgrimir muchos miembros de la clase dirigente actual a la hora de explicar el por qué sus pensamientos y razonamientos se encuentran tan alejados de la sociedad.
Hace mucho tiempo que los políticos argentinos han dejado de estar en el primer lugar en la consideración popular, y es que los desaciertos de gestión que han llevado adelante desde el regreso de la democracia en 1983, han sumergido a la clase política en un fuerte descreimiento ante la sociedad argentina.
Hoy es normal ver como aquellos lugares que eran ocupados por los políticos en las encuestas, son tomados por el periodismo, estrellas de televisión politizadas o no, así como también por referentes sociales que en los últimos años y al ritmo de la creciente crisis social, política y económica, han pasado a contar con una injerencia muy grande en la sociedad
Basta ver cómo están los políticos hoy en día acusándose mutuamente de los peores hechos sin que se les caiga un centímetro de vergüenza en sus rostros, para delimitar el estado gradualmente denigrante en el que ha caído la clase dirigente para intentar llegar con sus “ideas” a la población.
Ningún sector político, ya sea oficialista u opositor, se hace algún cuestionamiento sobre el por qué se llega a esta situación critica, por el contrario se encapsuló aún más a la política, que quedo atrapada en un laberinto sin salida, y los que pugnaron por llegar a ocupar cargos preponderantes, utilizando cualquier método de arribismo, por carecer en su mayoría formación política, en estas circunstancias no saben como manejarse y acometen algo peor, que es creer que por sí solos pueden llegar a resolver la cuantía de dificultades que hoy caminan por el territorio nacional.
Un estudio efectuado por “Edelman Trust Barometer”, que reúne la opinión de más de 5000 personas entre el 25% más alto de ingresos por grupo familiar en 23 países, revela que el gobierno es la institución menos confiable para los argentinos, reflejando una realidad que por más que el kirchnerismo busca ocultar debajo de la alfombra, sale a luz en forma cotidiana.
El gobierno reúne sólo el 54 por ciento de la confianza ciudadana, contra el 70% que reciben las ONGs, que se ubican en el podio de las instituciones que mayor seguridad les da a los argentinos. A las organizaciones no gubernamentales, le sigue en el segundo lugar las empresas, con el 63% de confianza, y los medios en tercer puesto con el 60%.
Si se compara a nuestro país con el Brasil por ejemplo, la situación es grave para la clase dirigente nacional, ya que mientras aquí sólo el 54% confía en el gobierno, en el gigante latinoamericano el 85% de la ciudadanía tiene gran fe en sus dirigentes, niveles que parecen imposibles de alcanzar por estas tierras.
La Argentina se ha sumergido en las últimas décadas en un desgano y un descreimiento de la población hacia las medidas gubernamentales, y quienes tienen la función de gobernar, actúan sobre la marcha, sin previsibilidad, con proclamas que, en el 90% de los casos, terminan siendo meros enunciados sin ninguna factibilidad.
Indicios y datos de una Argentina que no se ve y que muchos sectores del poder quieren ocultar ya que no conviene que se sepan, porque muestran que el país no es lo que ellos intentan mostrar. Una realidad inocultable, que es preciso solucionar para brindarles un país digno a las próximas generaciones de argentinos.